CAPITULO 20

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Estaba en el trabajo con total normalidad como siempre, eran alrededor de las seis de la tarde me faltaba una hora para salir y volver al casa.

Cuando recibí un mensaje, era de Damiano, fue muy raro porque hace días que no hemos podido hablar y casi no lo veía.

- ¿Hola, estás libre luego del trabajo?

Le di muchas vueltas al mensaje, no sabía si contestar o no, claro no estaba molesta o tal vez un poco, pero el hecho que no hablara conmigo y me dejara a la deriva de las cosas me tenía mal.

Al final termine contestando.

- Hola, mmm si estoy libre si deseas te espero a la salida del trabajo, en una hora.

Estaba muy nerviosa porque sentía que algo malo pasaría, así que me preparé para todos los escenarios que terminaban en que él me dejaría, por distintas razones.

Al salir estaba ahí, al igual que hace algunos días fumaba su cigarrillo, tenía unas pronunciadas ojeras, como si no hubiera dormido hace un mes, se veía mal.

Me acerque a saludarlo y este solo me abrazo y beso en la frente.

- Te extrañe... Fue lo que dijo casi susurrando.

- Yo también.

Suspiró y al final dijo.

- Ana, tenemos que hablar.

Si, pronuncio las palabras que menos quería escuchar este momento.

Así que solo asentí, esperando a que dijera algo, pero me tomo de la mano y caminamos.

- Ana, te debo toda una disculpa por esos días que he estado desaparecido, pero... titubeó como pensando cómo decirme lo que traía atorado.

- Sara...

Dijo casi en susurro.

Pronuncio ese nombre y de inmediato todo en mí se rompió todo no había duda, todo lo ocurrido y su actitud lejana era por ella.

- ¿Sara? Pregunte, para que siga diciéndome lo que tanto le costaba.

- Sara me llamo en la noche del domingo, pidiendo hablar conmigo el lunes en la mañana

La sentía algo rara o distinta y fue así que cuando llegue a su casa la vi muy mal.

Estaba teniendo otro de sus episodios de ansiedad y depresión los cuales sufría hace muchos años por un accidente que tuvo en su adolescencia. He lidiado con esto alguna que otras veces, pero por alguna razón sentí que esta crisis era mucho más fuerte y tenía que estar con ella, es por esta razón que me quedé con ella acompañándola y dándole ánimos para que se recupere, hablé con su terapista y su familia, por fortuna está mucho mejor, así mismo tuvimos tiempo para poder arreglar nuestros problemas...

Dejo la última parte en las nubes, no sabía exactamente lo que me estaba tratando de decir, pero la verdad se sentía muy feo todo, estaba confundida y dolida, entendía que ella lo necesitará, pero en algún momento deben dejarse ir uno al otro, pero al parecer aún no estaban listos y la que sobraba en esa relación claramente era yo.

- ¿No me dirás nada al respecto? Pregunto algo preocupado.

- No sé exactamente qué es lo que debo decir, entiendo claramente lo que ocurrió y te agradezco que me des una explicación pero ¿todo esto tiene que cambiar lo que teníamos?

Pregunte, buscando respuesta a saber si Damiano quería volver con Sara.

- Ana...

Sus susurros y su forma de decir mi nombre me decía que nos sabía exactamente como decir las cosas para no herirme, pero yo en el fondo sabía lo que pasaría.

- Solo dilo por favor. Tenía un nudo en la garganta lo único que quería era correr y llorar como una niña.

- No, no quiero que mal entiendas todo, pero... Estoy confundido...

Lo último lo dijo casi en susurro que terminó por romperme. Lo único que hice fue a caminar, ignorando todo llamado y dejándolo atrás.

- Ana, por favor, escúchame, no te vayas por favor fue último que escuche.

No sé en qué momento comencé a correr sentía ni corazón latir a mil por hora, el frío del invierno golpeaba mi cara mientras las lágrimas corrían por mis mejillas sin pedir permiso. Estaba ahí nuevamente envuelta en ese vacío que es inexplicable cuando sientes que las cosas no van bien.

No entendía si estaba siendo dramática o simplemente tenía que ignorar el hecho que Damiano estaba confundido y que las últimas dos semanas había pasado en casa de su ex novia, lo que sabía es que no me importaba o mi preocupación no iba más allá que hayan estado solos y todo el lío.

Sino que tenía miedo, creo que me enamoré de él como una idiota y simplemente para él no fue nada, quería entender todo lo ocurrido, no quería culpar a Sara ni a Damiano por todo, ni siquiera a mí, tal vez solo eran cosas que tenían que ocurrir. Tenía la cabeza miles de pensamientos que no me dejaban en paz, camine unas horas más, mi celular sonaba tanto que me harto y lo apague alrededor de las once de la noche, sentía tanto frío que busque la casa de una amiga de la universidad para poder pasar la noche en su casa.

Al llegar toque la puerta y está me abrió sin problema.

Platicamos un poco, ya que era obvio que estuve llorando un par de horas por mis ojos hinchados y mis pronunciadas ojeras.

Luego de algunas horas de plática me mostró la habitación en la que dormiría y así fue, caí profunda.

Hola bonitxs he vuelto, quiero agradecer a todxs lxs que han estado leyendo esta pequeña historia, espero que las siga gustando y no se olviden de votar.

Besos  :) 

De intercambio en Italia (COMPLETA)Where stories live. Discover now