La historia de Dios y del Hombre está llegando a su fin. Cuando el apocalipsis cubre toda la tierra, las maravillas tanto divinas como mortales son manchadas por las marcas del inframundo. El mundo se sume en guerra, caos, penurias e incertidumbre.
...
La sombra del titán en el que Xipe Tótec se volvió se alza ante el Homo Insanus con su imponente altura de cincuenta metros. De sus espaldas emergen ciclópeas alas de madera y obsidiana con formas semejantes a las de un Macuahuitl. Vientos huracanados soplan en dirección al titán cuando este bate las alas contra el firmamento; las brisas chocan contra las cientos de hojas que componen su vestimenta azteca y produciendo un murmullo de hojas bestial que puso los pelos de punta a Edain.
<<Este miedo primordial...>> Piensa Insanus, su cuerpo paralizado retemblando. El titán azteca, a pesar de su altura y su peso, esgrime con tal rapidez su Chicahuaztli de casi veinte metros de alto que produce una oleada de brisas que empujan a Edain y por poco lo golpean. Edain emite sollozos y sus dientes chirrían de los nervios.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
La enorme flauta de madera y esmeralda que empuña Xipe se alza lo suficiente para tapar el sol con la punta con forma de serpiente esmeralda, lo que le proporciona a Edain un tenebroso panorama: el titán azteca cubriendo el sol con su mazo, preparándose para el primero de los más poderosos ataques en uno de los avistamientos más impresionantes que Edain haya visto venir de un dios mesoamericano.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.