Duerme | Parte I |The Vampire Diaries

Capítulo XV.

Aproximadamente habían pasado seis horas, ya siendo las seis de la mañana Kol conducía mientras la chica continuaba sin despertar, encendió el radio y comenzó a sonar Midnight Memories de One Direction. La chica comenzó a hacer movimientos y Kol sonrió.

—Me encanta el grito de Harry Styles —dijo Kol—. Le da estilo.

—¿A dónde diablos vamos? —preguntó con dificultad tomándose tomó el cuello.

—¿Duele? —cuestiono Kol y después soltó una risa—, lo siento pero era la única manera de sacarte de ahí.

—¿A dónde diablos vamos? —volvió a cuestionar, molesta.

—Dijiste que querías recordar todo lo que pasó antes y voy a llevarte con una bruja, amiga mía —comentó Kol—. Ella es muy poderosa y te va ayudar en todo lo que necesites.

—¿Estas seguro de que sabrá cómo resolver esto?

—Ella es muy buena en esto, confía en mi.

—¿Por qué estas haciendo esto? —cuestionó la chica.

—No lo sé, tal vez estoy cansado de Aiden y de sus problemas —respondió Kol sin mirarla—. Estoy tan interesado en saber por qué hizo esto y lo más importante, cómo.

—¿A dónde vamos?

—Inglaterra, ¿te suena familiar?

—Pero debemos ir en avión y no tengo pasaporte —le contestó ella.

—Cariño relajate, no olvides que somos vampiros —le sonrió—. Además, ya estamos en Inglaterra.

La chica comenzó a mirar sus alrededores, los hermosos árboles, la carretera extensa, el viento moviendo las hojas. Todo le recordaba a su hogar, su verdadero hogar. Llegaron a Bradford en poco tiempo, se detuvieron en un hotel para descansar, bajaron algunas maletas de la chica y se fueron a registrar.

—¡Buenos Días! —dijo la recepcionista con amabilidad— ¡Bienvenidos a Michelis!, habitación para la pareja.

—Así es, señorita —respondió Kol mientras abrazaba a la chica—. Mi novia y yo estamos muy agotados por un largo viaje, queremos descansar.

—Llegaron al lugar perfecto —respondió la chica— Por favor siganme les mostraré su habitación —la chica comenzó a caminar.

—¿Tu novia? —preguntó la chica mientras quitaba la mano de Kol.

—No me digas que no se escucho bien —le acomodó el cabello— Además, una vez lo fuimos.

—Recuerda que no soy Aiden.

—Lo sé.

Ambos acompañaron a la chica que los llevó a un cuarto muy bonito, el color de la pintura era blanco que hacía que la luz entrara con facilidad. La chica se despidió y se retiro dejándolos solos.

—Mira esto Kol —expresó Jaden llamando la atención del castaño— Hay un sillón, aquí vas a dormir.

—Eres muy divertida, sabes —gritó y la chica azotó la puerta del baño— ¡Yo pagué y tengo que dormir en sillón!

—Escuche eso —gritó desde dentro.

—¡Lo sé! —respondió Kol.

La chica se había metido a bañar mientras Kol veía la televisión. La noche ya estaba afuera, solo las luces de las lámparas iluminaban las calles vacías, Kol frente a un televisor y la chica secándose para salir del baño. La chica salió secándose en cabello, traía puesta su pijama y dejaba poco a la imaginación de Kol.

—Hasta que sales —bufo el castaño— Paso todo el maratón de The Walking Dead y no saliste.

—¿Cuándo vamos a ir con tu "amiga"? —dejó la toalla en la silla y se sentó a un lado de él.

—Mañana, hoy te acabaste el día en el baño —dijo el original— ¿Cuál es la prisa?

—Necesito terminar con esto, necesito saberlo todo. No importa lo malo que sea. No quiero volver a hacer mal las cosas —se levantó y fue hacía la ventana. Kol se levantó después de ella y se puso a su lado—. No quiero que ella vuelva.

—¿Por qué no?

—Me robo mi vida, me dejó alejada de todo por tres años y ahora me quiere quitar todo.

—Hay algo en tus ojos que me hace sentir extraño —expresó Kol tomándole la mejilla—. Me siento bien.

—No deberías de hacerlo, yo no puedo hacer esto.

—Solo dejate llevar por esto.

—No quiero salir lastimada.

—No lo harás...

Antes de que pudiera hablar, Kol la silenció con un beso, un beso que empezó siendo tierno y término asiendo apasionado. Él tomó sus piernas y la cargo hasta llevarla a la cama, lentamente la dejo caer en ella y él caía junto con ella, sin despegarse, continuaron besándose...

El estruendo de un rayo concluyó este encuentro entre dos personas que dejaron de lado el odio y la venganza, para dar paso a la arma más poderosa el amor.