Sirius... Enamorado De Remus

Sirius... Estás bien?

                               ***

Sirius miro a Remus sentado bajo la sombra de un árbol junto al lago, el castaño tenía un libro entre sus manos, quizás leyendo para un examen o quizás solo por placer, la verdad Sirius no entendía y nunca entendería por qué se entretenía tanto leyendo como nunca entendería como el podía entretenerse mirando al otro chico leer, le encantaba verlo con el ceño levemente fruncido y el pequeño puchero que hacía cuando realmente estaba concentrado.

Solo quería besarlo cuando notaba alguna de esas acciones. Podía pero no podía y eso era lo que más lo tenía estresado e irritado, incluso James ya no lo soportaba de hecho recién le había dicho cobarde por no decirle nada ya a Remus, desde hacía poco más de un año que se encontraba en aquella situación y no había hecho algo al respecto, por lo que furioso con James se alejó para distraerse y sus pasos, de manera inconsciente, dieron con el dueño de todos sus males, males que no le molestaban del todo.

Pero ¿ Cómo iba a decirle que lo amaba? ¿ Cómo iba a decirle que lo único que hacía era suspirar por él? ¿Que lo único que quería era revolcarse encima de él? Suspiró frustrado sin saber si acercarse o no. Por primera vez en sus 17 años de vida Sirius Black tenía miedo, miedo de arruinar su amistad con un chico tan maravilloso y de ser rechazado por el mismo, se sentía como un completo idiota eso sí, había enfrentado a chicos más grandes que él, se había metido en varios problemas con el director del colegio, había discutido y enfrentado no solo a sus padres si no también a otros familiares de manera segura y tranquila, nada lo había perturbado, el podía hacer lo que le diera la gana sin importarle nada.

Y allí estaba temeroso de si acercarse o no a quien había sido uno de sus mejores amigos los últimos siete años pero que ahora lo traía de cabezas, suspiró frustrado, era un idiota.

El castaño claro levantó la mirada para descansar la vista un poco encontrándose a unos metros de distancia al pelinegro con la mirada gacha y las manos hundida en los bolsillos de su pantalón, le pareció un poco extraña esa conducta en él quien siempre iba derrochando seguridad y confianza por dónde caminaba y contagiando a quién estuviera junto a él, lo sabía por experiencia, quizás solo había discutido con James y ahora se sentía culpable.

-¡Hey, Canuto por aquí! - dijo alzando la mano para que esté lo viera, el chico pareció tenso al mirarlo, quizás no lo había visto allí, pensó el castaño quien le sonrió tranquilo-.

El corazón de Sirius comenzó a hacer estragos mientras caminaba hacia el chico, contento porque lo llamara y  así terminar con su batalla interna, Remus siempre hacía eso, a veces hasta de manera inconsciente, encontrar una solución a algunos de sus problemas por más insignificante que este fuera, cuando por fin llegó a su lado se dejó caer junto a él y volvió a suspirar, Remus le miró con el ceño fruncido y cuando Sirius lo notó desvió rápido la mirada antes de darle un beso en la frente que claramente ninguno se esperaba, en cambio mordió su labio.

- ¿Que sucede, peleaste con James? - indagó con cautela, sabía que ambos se ponían un tanto agresivos o esquivos cuando peleaban con el otro pero era por el mismo cariño que se tenían-.

- No... Sí, algo así - dijo negando con la cabeza exasperado haciendo mover su largo cabello, Remus sólo pudo reír divertido con la situación-.

Sirius lo miró y respiró hondo, esa risa lo contradecía, le hacía sentir tantas cosas a su corazón, lo tranquilizaba de una manera tan absurda como a su vez hacia saltar su corazón nervioso. Sabía que no iba a poder soportar esto por tanto tiempo, ya sentía su impulsividad queriendo tomar las riendas de la situación.

- ¿De que te ríes? - preguntó serio y su voz sonó más amarga de lo que pensó que sonaría, haciendo que Remus apretara sus labios para dejar de reír-.