Odio cuanto llegue a amarte (Mahidevran X Hürrem)

Fin

Tres semanas antes...

Rohatyn (Polonia)

"Por fin llegamos, no es hermoso este lugar" comento Mahidevran mirando todo alrededor.

Hürrem le sonrió "Es muy hermoso, pero tiene malos recuerdos" comento mirando al pequeño cementerio que estaba casi frente a ellas. Camino hacia a una mujer que vendía flores y compro algunas.

Se acerco junto a Mahidevran y miro algunas hasta que vio lo que buscaba, los nombres de aquellas tumbas, Havrylo Lisowsky y Leksandra Lisowska, sus padres y aun lado la tumba de su hermano.

Dejo rosas en ellas y se alejó del lugar, "Ojalá hubiese una tumba aquí para Leo" comento con tristeza.

Mahidevran la tomo de la mano.

Después caminaron hasta una parte alejada, no había nada más que arboles alrededor, lo mas cercano era una granja que no estaba ocupada por el momento, así que en teoría estaban alejadas de todo y de todos.

No era una casa pequeña y tampoco muy grande, era adecuada para ellas, acomodaron lo poco que se habían llevado, en su mayoría eran vestidos sencillos y un poco de oro.

Era difícil tener que dejar su vida atrás, no por los lujos ni el dinero, eran sus hijos lo que mas les dolía haber dejado, no había otra manera o siempre tendrían que vivir bajo la sombra del sultán y bajo los ojos de todo el mundo.

Después de tanto dolor y lagrimas derramadas en aquel palacio necesitaban algo de libertad, así les costara el comenzar de nuevo, Mahidevran le dio su espacio a Hürrem el primer día, para ella en especial no era fácil volver a ese lugar sabiendo que fue la tierra donde nació, donde sus padres murieron, el mismo lugar donde perdió la libertad que esperaba recuperar.

Al día siguiente Hürrem salió temprano, decidió que estando en la tierra donde nació su nombre seria aquel que murió cuando Hürrem llego, Aleksandra.

Llego a la granja, se acerco tenia un poco de curiosidad y la miro, con algunas reparaciones podrían comenzar a trabajar, se preguntaba quien era él dueño, una joven salió muy asustada junto a su hermano pequeño, la joven tendría apenas unos catorce años y el niño once, "Tranquilos, no se asusten y sus padres" pregunto con tranquilidad.

La joven la miro "No volveremos a entrar lo prometemos" contesto la joven muy asustada.

Hürrem la miro "No tienen un hogar cierto" comento mirándolos.

Ambos jóvenes asintieron, ella les sonrió y los llevo con ella a la casa que habían comprado, Mahidevran la vio y le sonrió, su debilidad siempre había sido su corazón.

Buscaron al dueño de la granja, era un hombre mayor que no tenia los recursos para arreglarla así que Hürrem la compro, comenzaron a hacerle arreglos.

Tiempo en el que se leyó la carta

Mahidevran y Hürrem estaban sentadas en el bosque admirando la noche "Seguramente para este momento ya tienen la carta en sus manos" comento Mahidevran sin dejar de mirar el paisaje.

Hürrem bajo la mirada un poco "Seguramente" respondió y luego volvieron dentro de la casa.

Entraron y la joven ya estaba preparando la mesa para la cena "Madre, te gustaría un poco de té" comento la joven hacia Hürrem.

Hürrem sonrió y asintió, apenas había pasado un mes desde que los llevo a casa y los cuido y ambos ya les decían madre a ambas mujeres.

La joven llamada Kateryna tenia una hermosa sonrisa y un alma bondadosa, ella había escapado de sus captores, el pequeño que era su hermano en realidad no lo era, lo había encontrado solo escondido en una de las pocas casas que quedaban en pie en su pueblo.