Un nuevo amigo.

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Myoga se encontraba hablando con aquel tipo que, a leguas se notaba tenía poder y dinero. Investigó un poco sobre el hombre antes de acceder a hablar con él. Como muchos, iba tras su ángel . . . solo que, a diferencia de los demás, éste era peligroso.

- Me dicen que usted pidió un privado con la señorita ModLuna.

- Así es. Ponga el precio.

Myoga sonrió.

- Déjeme decirle . . . algunas reglas que se aplican a las presentaciones de la señorita en particular. Aún y cuando éste, es un lugar de esparcimiento y placer visual . . .no es un burdel. La vida de las chicas fuera de aquí es, exclusivamente de su incumbencia. Si tienen . . . cómo decirle? . . . protectores, es su decisión. ModLuna es un caso aparte, puede preguntar si es que tiene conocidos que asisten regularmente. Ella sólo ofrece sus servicios de baile y que admiren su destreza en el mismo y claro . . .su cuerpo es parte del baile pero, sólo eso. Ella no es una prostituta, no ofrece ese tipo de servicio, cómo le dije, puede preguntar.

La mirada inquisitiva y sin reacción aparente además de una sonrisa enigmática, encendieron las alertas de Myoga. «Creo que este tipo tiene la palabra peligroso pintada por todos lados, es de los que no les gusta que les digan que no a nada, y lo peor . . . Se ha prendado de mi ángel» Myoga con esos pensamientos no dejaba traslucir nada, esperaba que el tipo no insistiera, de otro modo tendría que acudir a Koga y no le agradaba meter a la policía en esto.

- Entiendo.

Fué su escueta respuesta. Myoga continúo.

- Sí acepta los términos, puedo preguntar a la señorita ModLuna, si puede atenderlo. Normalmente ella sólo da presentaciones de vez en cuando los fines de semana, desde hace tiempo.

Kay sonrió más ampliamente. Perfecto!! era mucho mejor de lo que esperaba. Ahora sólo faltaba presionar un poco para saber todo lo que necesitaba.

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Sesshomaru hizo caso a sus amigos, dejaría que se calmara y luego hablaría con ella. El dolor de cabeza se había intensificado gradualmente al punto de encontrarse recostado en el sillón con una bolsa de gel frío en la cabeza. Bankotsu le consiguió analgésicos de los que tenía prescritos y hacía algunas llamadas arreglando asuntos de la compañía, Hakudochi se bañaba para ir a una cita de negocios. No durmieron durante la noche y ahora se encontraban somnolientos y cansados. Daba gracias a quien fuera, que el negocio más importante comenzara hasta dentro de un mes. El abogado de un hombre adinerado de Tokio, le Pidió la construcción de un edificio de oficinas en Nueva York donde antes existían unos almacenes los cuales derrumbaron. Sesshomaru ya había entregado los planos, sería un edificio tipo rascacielos con todas las comodidades y el lujo de las empresas más importantes y poderosas que existían Cerca de Wall Street.
El contrato valía millones, el prestigio de Sesshomaru cómo arquitecto era grande además de ser un genio en los negocios. La constructora que llevaría a cabo la obra también pertenecía a ellos tres . . . La prestigiosa compañía llamada Travi-com. Se expandieron en diferentes ramos de la compraventa de terrenos, propiedades y bufé jurídico, además de los arquitectos que tenían su sede en Grecia, jóvenes emprendedores recién graduados reclutados personalmente por Sesshomaru. Nada quedaba al azar y todo era supervisado bajo el estricto sentido organizado de Sesshomaru, sólo era aprobado si él lo revisaba antes.

- Crees que este bien?

Hakudochi miraba a Bankotsu que se encontraba de pie observando dormir a Sesshomaru después de darle los analgésicos.

📜El Legado. ( They Legacy)  Actualizaciones lentas.Where stories live. Discover now