Dangerous Request { Chilumi } (Childe X Lumine)

Chapter 7

*Lumine's POV*

Pasamos toda la tarde en la casa de Childe con Teucer, aunque el mayor había abandonado la casa por un rato.

Por un rato...

Era casi de noche ya.

Veía el sol ocultarse por la ventana mientras Teucer me ayudaba a cocinar con simples labores como traerme algunas cosas y Paimon poniendo la mesa.

Una voz interrumpe mi ensismamiento y me giro para ver a Teucer.

—También estás esperando a mi hermanito?

—Si. No dijo nada de si llegaba para la cena... —La mirada preocupada de Teucer me hizo forzar una sonrisa— Pero tranquilo! Seguro que es por el trabajo.

Teucer me miró no muy convencido y agregué algo más.

—Tu hermano es muy trabajador, ya lo sabes, Teucer. Pero no te preocupes.

Teucer hace un puchero.

—Queria que me leyese un cuento para dormir.

Lo miré con algo de pena y me agaché a su altura.

—Si no llega para cuando vayas a cama, yo te leeré un cuento.

La mirada de Teucer se volvió ligeramente más brillante y corrió a la mesa.

Llevé la comida y empecé a servir las raciones, dejando también para Childe por si llegaba.

A pesar de que comimos lento por seacaso, Childe no se presentó durante la cena.

Recogí todo, dejándole un plato apartado para Childe y dejé todo limpio mientras Paimon y Teucer estaban tumbados en el sofá, frotando sus  barrigas luego de haberse llenado.

Una vez todo estuvo limpio me acerque a ellos y los vi durmiendo.

Teucer cais usaba a Paimon como un peluche, a pesar de que no había tanta diferencia de altura. Quiza Paimon era 10 centímetros más pequeña o incluso menos.

Los tomé a ambos en brazos como pude y lleve primero a Paimon a nuestra habitación con cuidado de no despertarlos para así poder luego ponerle el pijama a Teucer con mayor facilidad.

Teucer se despertó cuando deje a mi pequeña amiga en la cama.

—Tia Lumine... —Susurró adormilado y me abrazó por el cuello con fuerza.

—Shhh... Teucer. Vuelve a dormir, ahora te llevo a cama.

Teucer escondió tu rostro en mi cuello.

—Me prometiste contarme... —Soltó un bostezo—... Un cuento.

Solté una pequeña risa mientras lo llevaba a la habitación.

—No creo que aguantes despierto mientras te cuento un cuento.

Teucer vuelve a hacer un puchero y lo dejo en la cama, poniéndole un pijama que yo misma había pedido para el.

Una vez listo lo miro.

—Hmm... No soy buena... Pero puedo cantarte una canción. Una nana.

Teucer abre mucho sus ojitos y asiente, corriendo a meterse en cama y taparse.

Me río y me tumbo con suavidad a su lado.

—Le cantabas a la gente?

Niego con la cabeza y me río con suavidad.

—Una amiga mía es una cantante muy apreciada. Es una Idol de Mondstadt llamada Bárbara. Ella me la enseñó.

Teucer me mira atento y lo abrazo con suavidad.