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Las cosas avanzaban a su habitual ritmo, Felix se encontraba más relajado ya que había encontrado un nuevo trabajo que solo lo hacía ir a la oficina una vez a la semana por instrucciones nuevas. Era un buen trabajo, quizás era más exigente que el anterior pero le pagaban mejor y el trato que recibía no era comparado con el anterior, su jefe era amable y sus compañeros también. Estaba encantado con su nuevo trabajo, le permitía estar más tiempo con los niños y también tener más tiempo para estudiar.

Desde que se hizo oficial la noticia de su embarazo, la cual se esparció por la universidad como el aire, Felix había decidido que no permitiría más humillaciones de parte de los demás alumnos. Así que como pudo habló con el rector y explicó su situación, también había confrontado a uno de los alumnos que le hizo un comentario poco agradable. El rector había hecho una advertencia en cuanto a expulsar a quien siguiera molestando ya que la universidad tenía un protocolo en cuanto al acoso en cualquier sentido. Eso había ayudado bastante a detener los comentarios hacia su persona lo que lo tenía muy tranquilo.

Y bueno, Changbin también se había aparecido una tarde para amenazarlos no tan amablemente pero eso también había ayudado.

Los chicos, su novio y sus hijos, se habían vuelto un poco sobreprotectores, y cuando digo un poco es en realidad demasiado. Lo vigilaban en cada momento preguntándole si necesitaba algo o se sentía bien. No lo dejaban ir a la universidad solo, Changbin lo llevaba y luego lo iba a buscar. No le gustaba que caminara muy rápido, no lo dejaban tomar cosas pesadas, comer comida chatarra, ni dormir boca abajo. No sabía si le encantaba el cuidado que le estaban dando o lo odiaba, quizás estaba en un punto intermedio.

Los viernes no debía ir a la universidad por la tarde y había terminado de editar la novela que era su trabajo así que se encontraba en el sillón comiendo cuanto kiwi le cayera a la boca. Era fruta al menos y la fruta era sana, o eso suponía él. Esperaba que su bebé se acostumbrara a tener un padre y hermanos tan protectores porque si no se volvería loco o loca. En el fondo de su corazón, cosa que su amiga había llamado instinto maternal, sentía que su bebé sería una niña y la idea lo tenía completamente ilusionado pero también aterrado. Las únicas mujeres que había tenido real contacto en su vida era su madre y su mejor amiga ¿Cómo sería criar a una niña? No sabía si sería lo mismo que tener tres niños pero el intentaría dar lo mejor para que su bebé fuera la niña más feliz del mundo.

No le había dicho a nadie sobre sus suposiciones porque tampoco quería ilusionarse mucho, tampoco era que le molestara que fuera niño pero le emocionaba pensar que fuera la única mujer entre ellos. Tenían una hora con una doctora dentro de una semana que era cuando cumpliría un mes. Su pequeño maní cumpliría un mes. Se había acostumbrado a llamarle así y los chicos también lo hacían, al menos hasta que supieran su sexo y como le llamarían. Acarició su estómago seguro de que su pequeño maní recibiría todo el amor que se merecía.

Sintió la puerta abrirse y en menos de dos segundos tenía a su pequeño Minnie abrazándolo — Hola, mami — saludó besando su mejilla.

— ¡Hola, bebé! — le devolvió el beso y lo sentó sobre sus piernas feliz de tenerlo.

— Mamá, perdí mis lápices de colores — informó Chan besando su mejilla.

— ¡Ya le compré otros! — gritó Changbin desde la cocina, suponía.

— Muy bien ¿Hoy no tenemos a Sunggie? — preguntó al no ver al pelirrojo.

— No, sus padres lo llevaron dónde sus abuelos por el fin de semana — murmuró — Hasta se llevaron al gato. No me dejaron a ninguno de los dos — se quejó.

Felix lo abrazó riendo — Jisung pasa más tiempo aquí que en su casa, así que debes aprender a compartirlo — se burló un poquito.

— No quiero — respondió.

padres - changlix ♡Where stories live. Discover now