epílogo

3.7K 445 104
                                    

Ryujin.

Ryujin era simplemente un torbellino con pilas interminables.

A sus cortos dos años había logrado hacerlo correr tras ella más de lo que había corrido en su vida. Apenas había aprendido a gatear se dió cuenta que su juego favorito era asustar a sus padres mientras huía de ellos, mejor ni hablar de cuando aprendió a correr. Aún no sabía de dónde su pequeña tenía tanta energía porque la única vez que parecía estar tranquila era cuando dormía, la única vez que parecía un angelito.

A Chan le encantaba ir tras ella mientras la niña corría riendo, eso lo volvía loco ya que podía pasarle cualquier cosa pero al parecer la pequeña era de acero. Siempre que se caía corriendo no lloraba, se ponía de pie y seguía con su carrera. Si seguía así lo dejaría sin energías y envejeceria muy rápido. En realidad ya se sentía un poco viejo así que solo dejó que Changbin la siguiera por la casa mientras él se sentaba junto a Seungmin que miraba la televisión.

Ojalá Ryujin hubiera sido igual de tranquila que su bebé chiquito, le hubiera ahorrado tanta energía. Parecía que en esa familia los únicos con amor al sueño eran Seungmin y él, adoraba tomar siestas con el pequeño siempre que Ryujin estaba a cargo del rubio o de sus abuelos.

— Mami ¿Por qué estás tan cansado? — preguntó el pequeño acercándose para abrazarlo.

— Porque aún no me acostumbro al correcaminos que se hace llamar tu hermana. Un día de estos la dejaremos a cargo de tu padre y nosotros dos nos iremos a algún lugar para estar solos — le dijo acariciando su cabecita.

— Me parece perfecto — le respondió el pequeño.

— Tengo serias dudas de si en el hospital nos cambiaron a la bebé y en vez de nuestra hija nos dieron una liebre — dijo Changbin apareciendo con la niña sobre sus hombros y Chan caminando a su lado.

— Eso lo sacó de tu parte, porque yo soy flojo desde que nací — le echó la culpa sin dejar de darle mimos a Seungmin.

— Ryujin, mi dulce y loca Ryujin ¿Cuándo te cansaras? — le preguntó pero la niña, que hablaba poco, solo se rió en respuesta. Al menos solo se reía y no pateaba.

— Llegué — informó Minho entrando por la puerta principal. El chico había crecido bastante en esos dos años, tanto físicamente como psicológicamente. Estaba tan alto, más que Changbin, pero seguía siendo un ángel para sus hermanos y para su bolita.

— Tú y yo debemos hablar — le dijo Changbin amenazante.

— ¿De qué? — preguntó sentándose al lado de Felix abrazándolo.

— No hablaremos frente a tus hermanos, así que sube — le pidió. El joven hizo caso, Felix no sabía el porque de la seriedad de Changbin. El rubio dejó a la bebé en un pequeño corral del cual aún no sabía escapar, gracias a dios — Chan mira un rato a Ryu, si pasa algo nos avisas.

El niño asintió. Para él era un encanto mantener entretenida a la bebé.

Felix subió junto a Changbin a la habitación de Minho la cual tenía todas las paredes llenas de dibujos.

— No entiendo porque estás actuando tan serio — dijo Felix sentándose en la cama junto al joven.

— Hablemos de la cosa que tienes en el cuello — apuntó al cuello de Minho que intentó cubrirse pero que Felix alcanzó a ver. Un chupetón.

— ¿Qué pasa con eso? — preguntó nervioso.

— Pasa que nosotros dos quedamos en que me tendrías confianza y me contarías tus cosas — dijo algo herido.

— No pasó nada, papá, te lo aseguro — le dijo intentando calmarlo.

— La garrapata si era muy garrapata al final — murmuró caminando por la habitación. Felix quiso reírse pero sabía que no debía hacerlo.

— Deberías dejar de decirle así — habló Felix divertido por la situación.

— ¡Mira como le dejó el cuello a tu hijo! ¡No quiero verlo nunca más en mi casa! — se quejó haciendo un berrinche.

— ¿Y tú Minho? ¿Cómo lo dejaste a él? — preguntó conteniendo su risa.

— ¡Mamá! — se quejó porque sabía que se estaba divirtiendo con todo eso.

— Mínimo que lo hayas dejado igual — le pidió Changbin.

— Peor — susurró Minho y Felix solo pudo soltar las carcajadas que se había estado aguantando.

— No le veo la gracia, en serio — le gruñó el rubio.

— Binnie, mi amor, Honnie es un chico maduro e inteligente y sabe que si quiere hacer cosas con Jisung lo hará protegido — dijo poniéndose de pie para abrazar a su pareja — ¿Cierto, Honnie?

— Me lo han dicho tantas veces que ya me lo sé de memoria — respondió.

— Te lo voy a escribir en un papel y se lo voy a pegar en la frente a la garrapata para que no se te olvide — murmuró.

Minho se puso de pie y se unió al abrazo.

— Te amo, te prometo que nunca haría algo que te decepcionara — le susurró al oído.

— Honnie, solo quiero que si haces algo lo hagas bien y tengas la suficiente confianza para contarmelo. Yo también te amo y nunca me decepcionarías — le respondió besando su frente.

— Mis dos bebés grandes — les dijo Felix dejándose abrazar.— ¡Ryujin se escapó! — escucharon como Chan gritaba haciendo que Felix cerrara sus ojos y se quejara.

— Yo voy por ella — dijo Minho saliendo de la habitación.

— Deberíamos ponerle una correa — se quejó Felix escondiendo su cara en el cuello del rubio que solo rió.

— Conseguí que mi mamá se quede con los niños el fin de semana. Así que por fin te tendré solito para mí — murmuró coqueto abrazándolo.

— Ya te dije que no te dejaré embarazarme de nuevo — le dijo.

— Ya sé. Pero al menos podríamos intentarlo, digo para no perder la práctica — apretó su cintura.

— Acepto — lo besó lentamente, disfrutando de la tranquilidad, de sus labios, de sus lenguas jugando mutuamente.

Tranquilidad que duró diez segundos, hasta que sintieron como algo se rompía.

— ¡Necesito ayuda! — escucharon gritar a Minho. Ambos se miraron con amor, tomaron sus manos y bajaron.

No importaba que Ryujin fuera inquieta. No importaba que estuvieran cansados, no importaba que su vida fuera una completa locura. No les importaba nada de eso, porque lo único que les importaba era que tenían a sus bebés con ellos, sus cuatro hijos. Los cuatro que siempre fueron destinados a estar con ellos.

Sus hijos. Su bebé grande, su niño curioso, su bebé chiquito y su niña traviesa.

Ellos siempre intentarían ser los mejores padres. Y lo estaban logrando.

Tan tannn llegamos al final de la primera temporada.

Si quieren seguir viendo las aventuras de esta peculiar familia ya pueden encontrar la segunda temporada en mi perfil !! ♡

Bye bye

padres - changlix ♡Where stories live. Discover now