cinque

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el pequeño omega se movía con rapidez en la cafetería, atendiendo a cada uno de los pescadores que entraban a la cafetería.

preparaba cafés, tés y postres, de vez en cuando uno que otro sándwich de jamón de pavo y a cada uno le ofrecía una menta al terminar con su comida.

—¡louis, el omega más hermoso de este pueblo! —entró alegre zayn a la cafetería.

su overol de pesca se veía pesado pero zayn siempre remarcaba que él era lo suficientemente fuerte como para cargar con ese pesado overol todo el día. sus botas de color café estaban desgastadas y manchadas por el agua y en su cabeza tenía un gorro de lana que el mismo louis le regaló hace dos navidades, era de color azul pero de una tonalidad gris, su cabello estaba completamente en el gorro.

louis sonrió y sintió ese cosquilleo por los nervios de ver que zayn si recordó que tenía ese viejo gorro que louis le regaló.

zayn se acercó y besó la mejilla de louis quien lo acepto gustoso, pero el omega de louis se sentía agobiado y enojado.

—hola, zee, ¿qué tal la pesca de hoy? —louis continuó paseándose por el lugar con zayn siguiéndolo con la mirada.

louis tenía puesta una falda color amarilla, de una tela delgada y flores en todas partes, se encontraba a la altura de los huesos de la cadera así que se podían apreciar las caderas del joven omega, además hoy decidió usar un crop top color blanco que antes era una camisa de los beatles, pero louis la arregló a estilo que quedara como un crop top que ajustaba su cintura, así que su abdomen estaba a la vista.

zayn veía con poca inocencia y pureza al omega quien amigablemente se acercaba a las mesas para tomar platos sucios o ver si sus clientes necesitaban algo más.

—sabes, lou, me encantaría llevarte a cenar la próxima semana, ¿qué opinas? —zayn se acercó galante a louis y tomó la mano del omega.

—e-estaría bien. —louis sonrió y su ánimo subió, se sentía nervioso y ansioso por tener una cita con el alfa.

tal vez su omega no era un fanático del olor a bosque del alfa, o tal vez no se sentía como siempre le dijeron que se sentiría tener un alfa, pero louis apreciaba a zayn, sabía que era un buen alfa y además este era atractivo.

—te recogeré mañana a las 8:30pm, te espero bonito. —sin más el alfa abandono la cafetería no sin antes dejar un beso en la mejilla de louis quien se sonrojó en el momento.


louis se encontraba en la cocina de su casa, era pequeña y con lo básico, pero louis de vez en cuando gastaba su dinero en "lujosos" instrumentos de repostería, al omega le gustaba hornear postres, en especial pasteles y cupcakes, a la gente parecía gustarles y los pescadores siempre regresaban por mas.

su tranquilidad amasando la masa para la base de una tarta fue interrumpida por el toque de la puerta de enfrente.

el reloj en la pared marcaba que eran las 6:48pm, la lluvia era intensa afuera por lo cual los pescadores se encontraban en sus casas o guardando sus herramientas de trabajo, al salir de la cocina con su delantal lleno de harina y sus manos con un poco de masa que se quedó pegada y harina que dejó sus manitas de color blanco.

al recorrer la pequeña cortina de la ventana de cristal en la puerta puede ver hacia afuera que llueve con intensidad, frente a esta se encontraba el alfa rizado mojado, casi escurriendo. sus ojos le suplicaron que abriera y sus brazos se abrazaban a sí mismo.

louis sin pensarlo abrió la puerta y dejó entrar al alfa, quien llenó la cafetería con su olor combinado con el de tierra mojada y la lluvia, una brisa de aire frío entro a la casa estremeciendo al omega que chilló.

dejó pasar al alfa que sus botas pesadas dejaron unas marcas en el suelo y se encontraban mojadas junto con su ropa.

—¡dios, harry! ¿qué hacías allá? creí que los pescadores se habían ido a casa. —el alfa suspiro.

—tenía que ir a ver si 'matilda' se encontraba bien, no había pensado que la lluvia fuera a ser tan fuerte, cuando estaba allá mila tormenta me atrapó y creí que la mejor opción fue buscar un lugar... —se abrazo a si mismo. —supe que esta era tu casa.

louis lo volteo a ver curioso —¿cómo sabes que esta era mi casa? —pasó a la cocina limpiando sus manos para poder pasarle una toalla y ropa limpia a harry para evitar que el alfa se resfríe.

—vi la cantidad impresionante de flores afuera, además tu puerta es amarilla, lo supuse. —louis se sonrojó.

le entrego una toalla esponjosa y suave al alfa con la que este se cubrió.

—iré a ver si tengo algo que te pueda prestar.

—bueno, cereza, no es por ser pesimista, ¿pero lograré entrar en algo que sea tuyo? —las mejillas de louis se pusieron rojas.

—c-claro que si, no seas ridículo. —louis volteo a ver al alfa que claramente era más alto que él, tenía más músculos que él y parecía pesar unos 15 kilogramos más que él. —solamente sígueme.

harry siguió a louis por un pequeño pasillo, la casa de louis es pequeña, con paredes de diferentes tonos del mismo color, los muebles eran de madera y pintados a mano, su sala era pequeña, con un pequeño librero y tres sofás, dos individuales y uno de tres asientos, todos del mismo color verde, había unas cuántas fotos en marcos de color blanco, todo en la casa de louis era de segunda mano y las partes maltratadas fueron retocadas por el mismo louis, como por ejemplo su librero tenía crisantemos pintados por todas partes porque la madera se veía vieja y muy descuidada. en la mesa del centro y en la mesita del comedor de louis había velas arriba.

al llegar a la habitación de louis vio que era un cuarto pequeño, una cama individual con sábanas de color blanco, dos burós color celeste pastel y un ropero de madera café, los burós tenían una lámpara vieja de color azul y unas cuantas velas.

había un estante con libros.

—esta puerta da al baño, toma una ducha caliente para que no te resfríes, te dejaré ropa en la cama, dentro del baño debe de haber más toallas dentro del baño. —louis le indico a harry que podía pasar a su baño y se acercó a su closet.

—¿por qué tantas velas, cereza? —harry llamó la atención de louis.

—a-a veces con las lluvias de verano la electricidad del pueblo falla, en especial aquí porque está alejado de la central de energía, las velas son por si acaso. —la voz de louis se escuchó temblorosa.

—si un día tienes problemas con tu electricidad o con algo solo avísame, cereza. —sin decir más harry entro al baño dejando a un louis sonrojado en su habitación.


después de 10 minutos harry volvió a la habitación en donde louis había dejado sobre la cama un cambio de ropa que se basaba en los pants más grandes que louis poseía y una sudadera que alguna vez su padre le regaló.

algo que lo alarmo fue él como la lluvia persistía y no parecía querer parar, y el cielo parecía oscurecer. las luces de la casa parecían querer fallar ya que empezaron a tintinear.

louis en la cocina se preparó teniendo cerillos a la mano y terminando de preparar el pay que pensaba llevarle mañana a sus vecinos que le prestaron su auto para poder llevar unos cuantos ingredientes pesados que louis compró en el mercado.

harry llegó a la cocina descalzo y buscando al bonito omega.

—cereza, parece que la lluvia no planea terminar, creo que lo mejor sería que me fuera ahora que no se ve tan mal. —louis lo vio asustado.

1. no era una buena opción salir ahora.

2. él no quería estar solo.

clifford estaba en el suelo de la cocina durmiendo y manteniéndose a salvo del agua fría de la lluvia.

cuando louis iba a hablar sus palabras se convirtieron en un chillido de miedo al notar que las luces de la casa se fueron por un relámpago que cayó dejando a su casa sin luz.

—demonios... —susurro louis. —harry, no tengo problema con que te quedes y tal vez no tengamos luz, pero es mejor que ir afuera. por favor, quédate. —louis prendía una vela, la mirada de louis era pidiéndole a harry que se quedara.

—esta bien, cereza. me quedare.

l'oceano e le torteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora