Capítulo II

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Narra Ali:

Nos dirigimos hacia la habitación de nuestro paciente y durante todo el camino no pude sacarme de la mente las palabras de Nazli, no quería saber nada con ese tema, pero era algo que realmente me atormentaba. Sinceramente no me entra en la cabeza cómo ella pudo creer eso, pero había pasado, debía asimilar que ya no estábamos juntos y de alguna u otra manera, intentar superarlo.

En fin, llegamos con el paciente y en el momento en que lo ví me invadió una sensación muy extraña. Me encontraba frente a un niño que estaba sufriendo mucho, eso no me hacía para nada bien, sentí la necesidad de tener que ayudarlo. Lo examiné de manera tranquila, golpeé levemente su abdomen y soltó un grito de dolor, me disculpé y le pregunté cuánto le dolía del 1 al 10, a lo que me respondió que el dolor era de 10.
Supe de inmediato lo que tenía, pero me lo guardé para no asustarlo, simplemente le dije que haríamos lo posible para que su dolor se vaya, y me retiré, seguido de Ferman y Doruk.

-¿Y chapulín? ¿Sabes lo que tiene el niño? -me interrogó Doruk-.

-Sí lo sé, tiene apendicitis. Se veía muy mal -dije triste-.

-¿Tan malo es? -preguntó nuevamente-

-Sí... ¡De hecho es muy malo! ¡El niño siente mucho dolor! ¡Si el órgano todavía no ha colapsado, lo hará muy pronto! -mencioné casi gritando, estaba muy nervioso y preocupado-.

-¡Ali cálmate! Haremos una cirugía lo antes posible para que esto no pase a ser peor -dijo Ferman, intentando tranquilizarme-.

-Solo espero que no sea demasiado tarde... que no lo sea... no es tarde, no es tarde, aún no lo es -repetía a cada rato, mientras caminaba de un lado a otro-.

-¡Ali, por favor cálmate! El niño se salvará, estoy seguro que si, pero tienes que calmarte o sino, no podrás pensar una forma de salvarlo. ¿Me entiendes? -me dijo Doruk, haciendo que finalmente me calmara-.

-Sí... Entiendo, entiendo -musité-.

-Vamos a hacerle unos estudios para verificar bien todo, y luego comenzaremos con la cirugía. ¿Te parece bien, Ali? -comentó Ferman-.

Yo simplemente asentí, sin mirarlo, mientras jugaba con mis manos para calmarme por completo.

[...]


Narradora:

Por otro lado, estaban Tanju, Nazli y Demir con su paciente, que como Ferman había dicho anteriormente, tenía dolor en el pecho, pero no sabían si era leve o fuerte. La examinaron y parecía todo normal, hasta que de un momento a otro, comenzó a tener un ataque de epilepsia. Açelya le inyectó un anti epiléptico y logró detenerlo, mientras que los doctores pensaban el por qué de aquel ataque. Quizá ella era una persona epiléptica, o quizá no, y tal vez ese episodio haya sido producto de algo de lo cual no se percataron.
No podían quedarse con la duda, así que deciden hacerle unos estudios para saber exactamente qué era lo que su paciente tenía.

-Y bien, ¿qué creen que tenga? -preguntó Tanju-.

-Sinceramente yo creo que ella ya viene sufriendo ataques de epilepsia, no creo que sea otra cosa -opinó Demir-.

-Ojalá no lo sea, pero yo pienso que es un tumor -mencionó Nazli, algo preocupada-.

-Podría ser cualquiera de las dos, vamos a hacerle una resonancia para verificar. ¿De acuerdo? -dijo Tanju, mirándolos fijamente-.

-De acuerdo doctor -respondieron a la vez-.

[...]


Ferman, Ali y Doruk se encontraban sentados en la sala de residentes, revisando los estudios que la habían hecho a su paciente.

-Bien, estos son los resultados. Y como pueden ver, Ali tenía razón, el niño tiene apendicitis -dijo el ojiazul mientras miraba la pantalla-.

Ali, aunque ya lo sabía, se preocupó, estaba a nada de alterarse nuevamente.

-Pero quédate tranquilo, aún no es tarde -exclamó para que su residente no se alterara-.

Luego de eso, se puso de pie y se dirigió hacia la pantalla, para explicar el procedimiento que harían en la cirugía.

Durante toda la explicación, Ali no despegó su mirada de él, hacía parecer que le estaba prestando mucha atención, pero en realidad ni siquiera lo estaba escuchando. ¿Por qué se había quedado de esa manera? Realmente no lo sabía.

Aquel momento fue interrumpido cuando Ferman lo nombró.

-¡Ali! -habló en un tono fuerte-.

El recién nombrado salió de sus pensamientos y volvió a la realidad.

-Sí Dr. Ferman, ¿qué pasa? -preguntó con inocencia-.

-¿Por qué te quedaste mirándome de esa manera?

Ali, percatándose de su acción, suspiró y bajó la cabeza, algo avergonzado y nervioso.

-Y-yo no lo sé, discúlpeme.

-¿Qué te pasa hoy chapulín? Estás raro -exclamó el castaño-.

-Nada... no pasa nada -dijo para luego comenzar a jugar con sus manos-.

Doruk, al notar lo que el de rizos comenzó a hacer, se dió cuenta al instante que estaba mintiendo.

-Oye, ¿sabías que hicieron un concurso de mentirosos, y tú ganaste el primer lugar?

Ali frunció el ceño y miró confundido a su compañero.

-¿Qué? ¿De verdad? ¿En qué momento?

-Era sarcasmo -respondió Ferman, casi riéndose por la inocencia de aquel chico-.

-Ah, yo no entiendo esas cosas -dijo cabizbajo Vefa-.

-Bien, sabemos que estás mintiendo, algo te pasa amigo, puedes confiar en nosotros, cuéntanos -mencionó Doruk para convencerlo de que les contara-.

-Está bien, les contaré.

-Muy bien, te escuchamos -exclamó Ferman-.

Ali guardó silencio durante unos segundos, no sabía como decirlo, era algo tan complicado de explicar para él. Ese tema no lo dejaba tranquilo en ningún momento, pero pensó que quizás ellos podrían ayudarlo. Respiró hondo y finalmente dijo:

-Rompí con Nazli.

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¡Holaa!
Acá termina el segundo capítulo, perdón por lo corto, intentaré hacer los capítulos más largos pero no prometo nada.
También disculpen por no detallar tanto los momentos en que están con los pacientes, no sé nada de medicina por lo tanto no sé que escribir en esos momentos, cuando escriba sobre futuras cirugías va a pasar lo mismo, pido perdón

Perdido en ti || AlFerΌπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα