Capítulo III

1.5K 109 54
                                    

Cuando Ali pronunció aquellas palabras, automáticamente bajó la cabeza con tristeza.
Ferman y Doruk se sorprendieron, fruncieron el ceño procesando lo que acababan de escuchar y se miraron entre sí. No podían creerlo, querían preguntarle el por qué de su separación, pero eso ya era entrometerse en su vida privada, aunque tal vez él quería contarles.

—¿Quieres contarnos por qué? —preguntó Doruk.

Ali permaneció en silencio.

—Si no quieres, no lo hagas, no vamos a obligarte —dijo Ferman.

—Les contaré... tal vez puedan ayudarme —habló Ali, levantando levemente la cabeza, pero sin mirarlos.

—Te ayudaremos en lo que esté a nuestro alcance, jamás lo dudes chapulín —mencionó Doruk.

—Muchas gracias, de verdad —dijo Ali, levantando completamente la cabeza mientras sonreía.

El muchacho no volvió a decir nada, pensaba en una manera de poder explicarles lo que pasó.

Luego de unos segundos, finalmente dijo:

—Bien, es algo muy complejo, pero trataré de resumirlo para que me entiendan —finalizó con un suspiro—. Anoche Nazli fue a mi casa, se la veía algo enojada, yo realmente no sabía por qué lo estaba, pero... —hizo una pequeña pausa—, ¿recuerdan a Ezo, mi vecina?

—Sí, la recuerdo —dijo Doruk.

—La recuerdo, pero, ¿ella qué tiene que ver en esto? —preguntó confundido Ferman.

—Bueno... —comenzó a jugar con sus manos—, hace unos días ella me esperó afuera del hospital, y cuando me vió me dió un abrazo, no sé por qué lo hizo ya que ella sabe sobre mi condición, pero eso no va al caso. Y al parecer Nazli nos vió... o alguien le contó, no lo sé. Pero ella se enojó conmigo creyendo que yo tengo algo con Ezo, ¿por qué cree algo así? Ella solo es mi amiga —comentó algo alterado.

Ali hizo una pausa para poder calmarse, y cuando lo consiguió, siguió contando.

—Me dijo que creyó que yo no era como los demás, pero eso hizo que dejase de pensar así. Luego dijo que me amaba mucho, pero que ya no sentía nada por mí.

Ferman y Doruk se miraron, tristes por el relato del muchacho.

—Ah, ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué, Nazli? —musitaba Ali, alterándose nuevamente—. Yo la amo tanto, en serio la amo... no me gusta estar lejos de ella, pero debo hacerlo... ella ya no me ama y me siento mal al recordarlo —dijo, con los ojos llorosos.

Ferman no soportó verlo de esa manera, sabía lo que se sentía y lo entendía mejor que nadie. Su hermanito estaba sufriendo por amor y le recordó a lo mucho que él había sufrido cuando rompió con Beliz. Por eso mismo, verlo en esa situación lo ponía realmente mal.
Por instinto de hermano mayor, se sentó rápidamente, tomó las manos de Ali y le dijo:

—Hermanito, yo sinceramente no tengo idea de cómo Nazli se enteró de eso, ni tampoco de por qué ella creyó tal cosa. Pero lo que sí sé, y estoy muy seguro de eso, es que tú eres la persona más buena que pueda existir en el mundo. Sé que nunca le harías mal a nadie, ni siquiera llegarías a pensar en hacerlo, pero las cosas pasan por algo. Pero no te preocupes, ya llegará otra persona a tu vida que te hará muy feliz e incluso más de lo que fuiste con Nazli —finalizó con una sonrisa y acariciando el cabello de Ali.

—Te lo agradezco mucho, hermano —dijo mirándolo con una sonrisa.

Doruk no sabía que decir, no tenía la capacidad para consolar a las personas en momentos así. Pero era Ali, era su amigo quien estaba mal, y tenía que ayudarlo sin importar cuánto le cueste.

Perdido en ti || AlFerWhere stories live. Discover now