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Decir que el día de ayer fue increíble, sería decir poco. Llevé a Kookie a la playa y se la paso increíble: jugamos con la arena, le enseñe a nadar, recogimos conchitas e hicimos un recorrido por un acuario. Mi niño estaba tan feliz que su sonrisa no desapareció en todo momento. Cuando regresamos a casa estábamos completamente rendidos, le di un baño y se durmió en el instante que acabe de ponerle la pijama de lunas que tanto le gusta. Pero todo lo bueno acaba, hoy debo volver al trabajo y toparme con los hermanos Kim. Jungkook no se enojo cuando lo lleve al preescolar, dijo que les mostraría a todos lo que había encontrado en la playa. Me quede tranquilo al ver que su alegría continuaba, supongo que un viaje así no vendria mal cada tres meses, después de todo, Jungkook se lo merece. Con eso en mente empiezo a caminar al interior del edificio, el resonar de mis zapatos hace eco en la recepción y aunque ya estoy acostumbrado no quita que se molesto. Saludo a la recepcionista y ella me devuelve el gesto con una sonrisa, esa chica sigue trabajando aquí después de tanto tiempo, deberían de darle un reconocimiento. Una vez que estoy en la planta donde trabajo, me dirijo hasta mi escritorio y dejo mis cosas ahí, se supone debo hablar con los encargados de la compañía hoy. Por lo que me comentó por mensaje la señorita Kim, se irán rotando los días para el manejo de la empresa; un día vendrá ella y al siguiente su hermano. Creo que eso sería innecesario, pero supongo que tampoco quieren dejar solo a su padre. Miro mi reflejo en mi celular y me cercioro que los rizos de mi cabello estén en su lugar al igual que los mechones rosados que caen por mi nuca. Supongo que me veo bien, digo, después de todo no vengo a gustarle a nadie. Dejo mi móvil en la mesa y saco mi tablet del portafolio para empezar con los pendientes del día de hoy. Una vez que esta todo listo me dirijo hacia la puerta y toco tres veces, escucho una voz diciéndome que pase y solo me queda maldecir para mis adentros. Sin perder tiempo entro a la oficina y cierro la puerta, camino hasta el escritorio para encontrarme frente a frente con el mayor de los hermanos Kim.

—Buen día —digo con formalidad y pongo la tablet frente a mi para empezar a revisar los pendientes—. El día de ayer se cancelaron tres juntas importantes, las pase para diferentes días, los inversionistas estuvieron de acuerdo al enterarse de la situación del señor Kim. Hoy tiene una reunión con tres de ellos a las diez de la manana, de ahí...

—¿Tan pronto?

—Por supuesto. —Levanto la mirada de la tablet para observarlo con atención—. Ellos no son personas pacientes, estamos hablando de su dinero. Fueron bastantes comprensivos al entender la situación, lo mínimo que podemos hacer es atenderlos lo más pronto posible.

Pensé que por ser el hijo del jefe sabría estas cosas. El señor Kim jamás dejaría a los socios o los inversionistas plantados. Y si lo llegará hacer siempre cambia la hora, solo para no quedar mal con ellos. Fue así como hizo esta gran empresa, por ser tan responsable es que logro tener tanto éxito. Siento una gran admiración por ese hombre.

—Sí, tienes razón —dice con un gesto de tensión en el rostro—. ¿Iras conmigo?

Tenso con fuerza la mandíbula al escucharlo hablarme sin honorificos. Este tipo en verdad que no entiende. Supongo que piensa que porque ahora estoy "el jefe" puede hablarme como se le de la gana. Como sea, lo único que queda es aguantarme y seguir con mi trabajo, por el señor Kim y por mi niño, necesito el trabajo.

—Tengo que hacerlo, el señor Kim me lo pidió. —Regreso la mirada al aparato—. Hay unos archivos que deben de revisar en cuanto a las ganancias estimadas con los proyectos del mes de noviembre, necesito que los revise y después me los entregue así los llevare con su padre para que de la firma y empiecen a realizarse los lanzamientos de los nuevos productos.

—De acuerdo, ¿dónde están?

—Los imprimiré en un momento y los traeré junto con los contratos que se deben verificar. Joven Kim, hay un contrato en especifico con una compañía que, a mí parecer, tiene inconsistencias. —Abro el archivo y se le entrego la tablet—. Quiero que corrobore que no son ideas mías, creo que no nos conviene firmar. El señor Kim tomaba en cuenta estas observaciones, espero haga lo mismo.

UN NOVIO PARA PAPÁ ||| TAEGI ||| YAOIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora