LA PAGA [Completa]

41. Caos parte 2

Viktor...

Entro a la habitación donde Maxim tenía a mi mujer retenida, está llena de sangre, tiene golpes en su cara, y cuerpo. Me extiende la mano y se la tomó.

Al verme estalla en llanto.

--Ese maldito te violó?! Por favor Amira dímelo te violó?!

Mueve su cabeza en negación, no me importa que manche mi ropa de sangre, así que vuelvo a preguntar pero de forma distinta.

--Te acostaste con él?! Por favor hablame!!!

--No, cuando lo iba hacer lo maté. Lo maté Viktor lo maté.

--Tranquila mi amor, tranquila.

Le pongo mi chaqueta y la alzó en brazos, Marsy la voltea a ver lo mismo que la mexicana.

--Te lo advertí, le digo a Marsy.

--Yo lo hice por qué quise, nadie me obligó yo acepté venir. Marsy no tiene la culpa. No la tiene. -Me dice Amira mientras se sostiene de mi cuello.

Shaw corre hacia a mí con Fernanda desesperados. Las niñas no están. No hay rastro de ellas.

--No están, Viktor no están. La mexicana se desploma de rodillas llorando mientras Andrey trata de consolarla.

--Maxim las envío a los Emiratos Árabes, al mercado de personas.-Dice mi princesa llorando.

--Hace cuánto?!-Le pregunta Shaw.

--No lo sé, solo me lo dijo. Si Damián no esta aquí la mano derecha de Maxim, él tiene que estar con ellas.

Subimos al helicóptero que nos deja en la casa de Farid, mi enojo es evidente pues deje a cargo a mi mujer con él. Pero no es momento de disputas, lo necesito.

Marsy ayuda a mi mujer a bañarse y a quitarse la sangre del malnacido de Maxim, necesito matar a Damián para que todo pase a mis manos como el único Heredero de la familia Kozlov.

Fernanda, Andrey y Shaw tratan de consolar a la señora Damarita. Shaw se va con ella a su habitación, pues necesita descansar.

--Viktor, el mercado negro de personas es cosa seria, las pueden comprar para explotarlas laboralmente o sexualmente debemos actuar ya. Me dice el canadiense pasándose la mano por su cabello.

--Lo sé. Deja que Amira se bañe y nos vamos. Tengo gente que me puede ayudar a entrar en la subasta. No puedo simplemente llegar y sacarlas se me vendría encima mucha gente que no me conviene tener de enemigo.

Al cabo de una hora Amira está cambiada y lista. Su rostro tiene golpes, y siento un dolor en el pecho al verla así. Por un lado estoy molesto con ella y por otro estoy sumamente orgulloso por su aguante y su valor. No cualquier mujer tiene las agallas de hacer lo que ella hizo. Pero lo hizo. Mi mujer lo hizo.

--Viktor, lamento mucho lo de su esposa, la verdad fue muy insistente.

-- Sé cuando lo es. Es mi esposa sé de lo que es capaz, se lo terca y obstinada que es es mi mujer.

--Gracias por si sirve de algo, tengo a mis hombres a su disposición.-Me dice el señor Farid.

--Gracias los voy a necesitar.

Mi celular suena y es Arno Müller.

--Estamos dentro, nos dice el alemán. Prepara el bolsillo pues vamos con los peces gordos. Las niñas se venden por millones y más aún si no han menstruado.

--Estos hijos de puta. Cuanto te deposito. Para que me asegures tres lugares.

--Tranquilo. Yo me haré cargo.