Un enorme tesoro

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Por lo menos en mi caso
aprendí a caminar despacio,
nadie me apuró el paso
y a ritmo lento disfruté mi espacio.

Hoy, cuando pienso en mi infancia,
sonrío con mis vivencias,
porque fueron ellas que formaron
lo que hoy es mi esencia.

Hoy soy lo que soy
porque soy lo que viví,
porque viví en la abundancia
de una familia rica en amor.

Mi padre trabajando afuera,
mi madre trabajando en casa,
mi casa llena de amigos
y en la casa de mis amigos,
también mis hermanos y yo.

Es por eso que mi familia es grande,
seamos de sangre o por elección,
y cuando llegaron mis hijos
la historia se repitió.

Tres hijos y muchos amigos
la vida nos regaló,
y si bien éramos cinco
eso, en casa, jamás se cumplió.

Nuestra puerta siempre abierta,
nuestra casa, lugar de reunión,
muchas veces por estudio,
y otras tantas por diversión.

Hoy veo a nuestros hijos
que aprendieron la lección,
los hogares que formaron
son también lugar de reunión.

Y entonces sonrío a la vida
porque compruebo
que nuestros hijos
también fueron felices
con la infancia que les tocó.

Los hijos, ese tesoro
que la vida nos regala,
muchas veces de sangre,
otras por elección,
nos dan vuelta la vida,
nos llenan el corazón.

ilargiluna
21/11/2021








Soñando y en la luna... #Plumas Awards2019 # Donde viven las historias. Descúbrelo ahora