Capitulo 52

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Por fin habíamos vuelto a casa después de varios días, Edson y yo íbamos mas que felices de poder tener a las bebés en casa asi que en cuanto llegamos las llevamos a nuestro cuarto, yo aún estaba un poco adolorida pero todo había valido la pena pues aquí estaban en casa.

-Mira que lindas son-dijo Edson jugando con ellas mientras les mostraba un juguete y ellas prestaban toda su atención a el.
-si, te imaginas como van a ser cuando sean mayores?-le dije sonriendo mientras los veía a los 3-que comiencen a caminar o a decir sus primeras palabra, a ir al colegio-el solo sonreía sin dejar de mirarlas y una idea cruzo por mi cabeza-o cuando tengan su primer novio-en cuanto pronuncie esas palabras el borro su sonrisa y volteo a verme rápidamente con el ceño fruncido.
-no voy a dejar que tengan novio hasta que cumplan 30 años y primero voy a tener que ver si son chicos de confianza-dijo el y yo no pude evitar reír.
-eso ya lo veremos-le dije riendo-tú crees que cuando conozcan a un chico lindo no van a querer salir con el?-el se sentó con la espalda recargada en la cabecera y con cuidado las cargo a ambas.
-no, ellas son solo mías-dijo riendo.
-oye!-le dije mirándolo mal.
-bueno y tuyas también-contesto rodando los ojos-aunque son más mías-dijo en un susurro y yo solo sonreí y rodé los ojos.
-bueno señor posesivo, sus hijas tienen que comer ya así que les voy a preparar sus biberones-dije poniéndome de pie con cuidado.
-espera-dijo y las acomodo con cuidado en la cama-yo los preparo solamente dime cómo lo hago-dijo el.

Yo le expliqué y le di las medidas y después de repetírselo varias veces por fin las memorizo y bajo a la cocina a preparar los biberones, yo me recosté a un lado de ellas y sonreí al ver cómo se buscaban, después de un rato Edson volvió y cada quien le dio de comer a una, al ser padres primerizos teníamos miedo de lastimarlas así que preferimos que durmieran en sus cunas pero toda la noche se la pasaron llorando, en verdad que intentamos de todo pero no paraban de llorar, en un momento de tan cansados que estábamos se nos ocurrió acostarlas en nuestra cama y en cuanto se sintieron una con la otra dejaron de llorar.

-creo que no quieren estar separadas-me dijo Edson viendo como poco a poco comenzaban a cerrar los ojos.
-será eso o que tienen miedo a dormir solas?-le dije y el se encogió de hombros.
-que te parece si intentamos acostarlas en la misma cuna para ver que es?-me propuso el.
-está bien-con cuidado las llevamos de regreso y las acostamos juntas, para sorpresa de los dos en cuanto estuvieron en su cuna se acomodaron y se quedaron dormidas, Edson y yo volteamos a vernos-creo que no van a querer estar separadas-le dije riendo.
-bueno, esperemos que nos dejen dormir un rato porque yo estoy realmente cansado y ya no falta tanto para que amanezca-me contesto.
-vamos a dormir un rato-le dije y salimos con cuidado del cuarto.
-ahora si-me contento el sonriendo-a descansar.

Al menos por un par de horas pudimos dormir bien, pues no lloraron en todo lo que resto de la noche, por lo visto también ellas estaban cansadas pues al día siguiente lo único que nos despertó fue el ruido del timbre.

-quien es a estas horas-dije poniéndome la almohada sobre la cabeza-van a despertar a Mónica y Valentina-le dije a Edson.
-ya son las 10 de la mañana-dijo el y pude sentir cómo se levantó de prisa de la cama-deben de ser tus hermanos que quedaron de venir hoy a ver a las niñas-dijo el y yo solo solté un quejido.
-pues diles que se vayan que estas no son horas de estar de visita-le conteste y escuché como salió del cuarto, yo trate de dormir de nuevo pero solo unos minutos después escuché las voces de mis hermanos en el cuarto de al lado.
-yo se que estás muy tranquila amor pero tus hermanos están aquí y también quieren verte a ti-me dijo Edson.
-pues que remedio-le dije bostezando-enseguida voy.
-te esperamos en la sala-me contestó el y yo solo asentí mientras me tallaba los ojos, me cambie y con toda la pereza del mundo baje a la sala, cuando llegue vi a mis hermanos que estaban fascinados con Valentina y Mónica.
-____, tus hijas están preciosas-dijo Nora-aunque no se a quien estoy cargando-dijo soltando una risita.
-es Valentina-le dijo Edson que estaba sentado a un lado de ella.
-y como sabes-dijo Hendrik mirándolo.
-porque Mónica tiene un lunar en el cuello que Valentina no, ademas tienen la nariz un poco diferente-dijo el.
-cual lunar-le contestó mi hermano-yo no veo nada.
-lo qué pasa es que eres un tonto-le dije acercándome a el y con cuidado le levante la moví la carita a un lado para que lo viera-ya lo viste?-le dije mostrándole y el asintió.
-necesitas no ponerles la ropa igual si no quieren que las confundan-dijo Lukas mirándolas.
-yo había pensado en ponerles una medalla con sus iniciales-dijo Edson.
-oye que buena idea-le dije pues a mi no se me había ocurrido, aunque Edson y yo si sabíamos o más bien estábamos comenzando a encontrar algunas pequeñas diferencias entre ellas sabíamos que tenía que haber algún modo de que las demás personas supiera saber quien era Valentina y quien era Mónica así que eso de las medallas era una idea perfecta.
-bueno yo como el tío mayor me ofrezco a regalarles esas medallas-dijo Hendrik sonriendo.
-al menos vamos a saber distinguir a estas niñas que parecen dos gotas de agua-dijo Lukas haciéndole cariños a Mónica.

Mi Futbolista Favorito (Edson Álvarez y TN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora