CAPÍTULO XXXIII

90 16 4
                                    

CAPÍTULO XXXIII

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

CAPÍTULO XXXIII


-¿Dónde iremos?-. Preguntó Gun mirando hacia el horizonte marítimo.
-Sólo navegaremos por el océano-.
-¿Por cuánto tiempo?-.
-Hasta saber que ya no estás en peligro-.
-¿Qué hiciste?-.
Mark dejó en estado automático para prestar atención a Gun.
-No quiero que sepas ese tipo de detalles, sólo puedo decirte que intentaré protegerte de quien sea. Tal vez estaremos aquí por una semana-.
Gun se fue a la sala y se sentó haciendo un puchero en su boca. Su molestia era notoria, por lo que Mark se acercó a él por detrás y colocó sus manos en su cuello, entonces susurró en su oído.
-¿No quieres pasar unos días a solas conmigo?-.
-No es eso. Es solo que...-, hizo una pausa y luego continuó, -sé que hiciste algo malo. Tal vez mataste a alguien, pero...-.
-Simplemente olvídalo. No estropeemos este viaje-.
Gun lo miró de reojo y lanzó una sonrisa.
-De acuerdo-.
La instancia perfecta para besar aquellos hermosos labios que lo invitaban a saborearlo.
-No te preocupes, tenemos todas las comodidades, alimentos, bebidas y más-.
Gun sonrió y se levantó fijando su atención en Mark.
-Me asusta todo esto, no puedo mentirte. El sólo hecho de que me sacaste de allí porque querían matarme, es... ¿en qué me has metido? Por favor, dime la verdad-.
Mark miró a su amante y suspiró. Aquellos ojos le impedían mentir.
-Ellos saben lo nuestro. Y la mejor manera de acabar conmigo es...-.
-Matándome, ¿verdad?-. Interrumpió Gun.
Mark se dirigió al bar y tomó un poco de wiski. La conversación hizo que su garganta se secara.
-Razón por la cual me resistía a involucrarme contigo, pero...-.
-¿Pero?-.
Dejó el vaso en la mesita de centro y tomó ambas manos de Gun, acercando al mismo tiempo su rostro.
-mi amor por ti fue más fuerte y no pude contenerme más-.
Gun agachó la cabeza con un color rosa en su rostro que podía ser visto desde lejos. De inmediato Mark se dio cuenta que aquellas palabras hacían efecto en esa persona que sentía temblar su cuerpo y acelerar su ritmo cardíaco.
Gun pensó que lo que estaba sonando eran sus huesos, pero en realidad...
-Es que tengo un poco de hambre-.
Mark soltó una risa y besó a su chico, luego pellizcó una de sus mejillas ya sonrojadas.
-¡Ay!-.
-Eres demasiado lindo. Ve hacia el refrigerador y toma lo que gustes-.
Gun obedeció y se fue directo hacia a la cocina que estaba a un costado. Tomó un paquete de fideos instantáneos y un huevo. Una pequeña porción para llenar aquel estómago vacío desde la mañana.
Salió de la cocina y se dirigió hacia el cuarto de controles donde estaba Mark guiando el gigantesco y lujoso yate que parecía ser una casa flotando en el agua.
-Toma, Ai Nhu-.
Estiró su mano y le dio un tazón.
-¿Para mí?-.
-Sí. Me imagino que no has comido nada desde que te fuiste hoy en la mañana, así que preparé un poco de fideos instantáneos para ti-.
Mark aceptó el alimento y dio un beso en la mejilla a Gun.
-Eres muy lindo y atento. Gracias-.
-Sólo come antes de que se enfríe-.
Un tazón de fideos valía mucho más que todo el dinero que tenía su familia, porque fue servido con amor y preocupación por la persona que se convirtió en todo su mundo.
Poco a poco se fueron alejando del círculo oscuro en el que estaban envueltos para vivir con libertad el sentimiento que ambos albergaban.
-----
Esa noche, dos personas estaban reunidas con todo tipo de información necesaria para los días que venían.
-Boat, esto es lo último que te entrego además de la información que ya te proporcioné. Desde ahora, ya no tenemos nada que ver-.
El oyente estiró su mano y recibió la carpeta.
-Lo sé, y la verdad no me interesa, tengo otras prioridades-.
-Realmente no sé en qué te convertiste. No debí ayudarte a encontrar a Apple, ni a recaudar esa información-.
Sin escuchar las palabras de Earth, Boat hojeó toda la carpeta. Y una de ellas le llamó mucho la atención.
-¿Qué significa esto?-.
-¿Acaso no lees lo que dice ahí?-.
-Entonces este imbécil está...-.
Earth tomó un sorbo de su cerveza y respondió con una severa molestia.
-Dile a mi padre que será lo último que haga por él y por ti. Así que puede dejar en paz a Mix-.
Tomó su chaqueta y se marchó sin decir ninguna palabra al hombre que no despegaba la vista de aquellos documentos en mano.
Prontamente, se encaminó hacia la casa del hombre Watthanasetsiri, quien lo esperaba ansioso por las novedades que tenía.
-Puedes sentarte-. Dijo el hombre mientras cenaba.
-Gracias-.
Obedeció y tomó la carpeta dejándola sobre la mesa. Los ojos de Boat, por un momento se perdieron en aquellas hojas, como si algo le estuviera molestando de una de ellas.
-¿Qué me tienes?-.
-Jumlongkul asesinó al señor Chatkaewmanee y a todos sus hombres esta mañana. Salvo uno, que está en Estados Unidos-.
-Vaya, ese chico es muy rápido. Pero... ¿quién es la persona que queda?-.
-Su hijo. Se llama Zung Kidakarn Chatkaewmanee. Al parecer, está estudiando música en América-.
-De acuerdo-.
El anciano dio un bocado con sus ojos puestos en los documentos entregados, estudiando cada uno de los escritos que habían allí.
-¿Dónde está ahora?-.
-Earth averiguó que se fue con rumbo desconocido-.
Boat estaba conteniendo su ira que creció fuertemente en su interior no porque Mark haya desaparecido sin tener la oportunidad de deshacerse de él, sino por las palabras que le dijo Earth a continuación.
"Luego del incidente, Gun fue sacado de su trabajo por uno de sus hombres sin rumbo desconocido. Lo más probable es que ambos estén juntos. Ya todos saben que están en una relación".
La voz del anciano lo devolvió al presente sobresaltado al hombre.
-Esta información es la que más me interesa-. Dijo el anciano pasándole la hoja que fue reconocida inmediatamente por Boat.
-Sí, lo leí. No se preocupe por ello, cuando se concrete vamos a atacar. Dejaremos que esos dos idiotas crean que están a salvo, luego atacaremos-.
-Me gusta tu plan. Llévalo a cabo, usa los métodos que quieras y el tiempo que quieras, confío en ti-.
Asintió al hombre dando media vuelta y marchándose del lugar con la mente puesta en aquella venganza que juró cumplir.
"Maldito Gun, me cambiaste por ese imbécil. Pero no van a durar, yo me encargaré de ello. Si no eres mío, no serás de nadie".
-------
La luna asomó en la oscuridad de la noche, iluminando el hermoso paisaje del océano, donde Mark detuvo la embarcación para descansar.
Afortunadamente, el clima era favorable y el mar estaba sereno. Ideal para abrigar la noche sólo con las estrellas en sus cabezas.
-¿Gun? ¿Qué haces en la cocina?-.
-Encontré algunas bolsas de Snacks en la despensa, y pensé que tal vez podríamos ver una película-.
-Me parece buena idea, pero antes tengo algo que mostrarte. Ven aquí-.
Gun dio unos cuantos pasos hacia Mark y fue tirado por este hasta el baño. Miró que el hombre sacó una pequeña caja de tintura para el cabello.
-¿Por qué me muestras eso?-.
-Gun, ¿te gustaría cambiar de color de cabello?-.
-¿Acaso no es de tu agrado mi color natural?-.
Inmediatamente, Mark negó con la cabeza.
-No eso eso, sólo se me ocurrió cambiar de look a un color rojo-.
El oyente tomó la caja y se dirigió a la habitación, tomó un pequeño maletín de su pertenencia y lo guardó.
-Cuando volvamos, teñiré mi pelo. Lo prometo-.
-Tomaré la palabra-. Respondió Mark desde la puerta.
Eran locuras que Mark no había experimentado en sus años, y que estaba recién descubriendo al lado de Gun. Era una sensación... divertida.
-¿Y bien? ¿Qué película quieres ver?-.
Gun se encogió de hombros y miró hacia todos lados.
-¿Tienes algunas por aquí? No creo que haya acceso a internet-.
-Traje tu computadora. Y recuerdo que dejé unas carpetas con varias películas cuando te la regalé. Quizás encontremos alguna allí-.
Gun se entusiasmó y asintió con la cabeza acercándose a Mark para dar un beso tierno en sus labios.
-De acuerdo, iré a buscar los snacks y tú escoge alguna película-.
Se fue de inmediato a buscar la comida para luego volver junto a su acompañante, quien ya estaba acostado en la cama, esperándolo con una sonrisa en sus labios.
-Ya está listo, Escogí una película de terror-.
-¿De terror?-. Suspiró Gun.
-Sí, así puedo abrazarte fuertemente cuando tengas miedo-.
Mark mostró una sonrisa divertida contagiando a Gun. Este se acercó y colocó la bandeja de Bowls que contenía papas fritas, galletas y palomitas. Se acostó a su lado colocando la cabeza en su pecho, sintiendo el brazo ajeno pasar por su cuello. Mark estiró su brazo y pinchó en el botón de "reproducir".
Avanzando los segundos, Gun de vez en cuando cerraba sus ojos evitando ver las escenas de miedo mostradas en la pantalla, divirtiendo a Mark que no podía dejar de verlo.
Realmente estaba feliz.
-¡No quiero ver!-. Gun se tapó los ojos y giró su cabeza apegándose fuertemente al pecho de Mark.
-¿No quieres ver?-.
-¡No! La va a asesinar, lo sé-.
Más que concentrado por la película, Mark parecía estar mucho más entretenido por el pequeño niño que tenía en sus brazos aterrado por cada situación que aparecía, y se divertía aferrándolo a su cuerpo.
La película avanzó rápidamente hasta su culminación. Mark se acercó a la computadora y bajó su pantalla.
-No estuvo nada mal. Fue divertida-.
-...-.
Al girar su cabeza, se encontró con el pequeño niño miedoso totalmente dormido.
"¿En qué momento se durmió?"
Gun reposaba en su pecho abrigado por el brazo derecho de Mark prohibiendo que se pudiera mover con facilidad.
Con un poco de dificultad, Mark acomodó a Gun sobre un almohadón y retiró todas las cosas que estorbaban en la cama. Apagó la luz y se acostó junto a su pequeño Gun.
Con su mano izquierda, descansó su cabeza con la sola intención de mirarlo dormir. La otra mano fue puesta en el cabello de Gun, tirando suavemente cada mechón, y luego cambiada hacia el rostro para acariciar cada parte de él. Incontrolablemente, habló en voz alta.
-No sabes lo que has hecho en mi vida. Cambiaste todo mi mundo, mi manera de pensar y mi forma de vivir. Me mostraste cosas que no conocía y que no sabía si quiera que existía. Contigo aprendí la verdadera felicidad, la cual estoy dispuesto a tomar y sujetarla con mi vida si fuese necesario. Cambio todo mi actual presente, por un futuro afortunado a tu lado. Prometo hacerte feliz por el resto de mi vida, así como tú me haces feliz a mi-.
Mark estaba al borde de las lágrimas al decir lo que su corazón guardaba, aunque lastimosamente, la persona para la cual iban aquellas hermosas palabras, no estaba escuchando.
O al menos, eso fue lo que él creía.
_____________________

El Oscuro ProtectorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora