⚠ ⁝ capítulo 01

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Seis meses después...

El odioso sonido de la alarma estaba jodiendo su cálido y profundo sueño. YoonGi quiso gimotear de frustración ante su descanso interrumpido porque eso significaba que ya había empezado nuevamente su día, y eso era algo que tampoco podía cambiar.

Perezosamente abrió uno de sus gatunos ojos, observando aún de forma distorsionada al pequeño cachorro que se aferraba a su cintura. Una ligera sonrisa se dibujó en sus labios, observando a su pequeño aún tranquilamente dormido.

── Woo, cariño, es hora de alistarse. ── le habló lo más suave que pudo, dándole un beso en la frente cuando el pequeño se removió y se abrazó a su pálido cuello, en busca de su dulce y maternal olor.

Él le devolvió el abrazo, el cálido contacto al mejor regalo de su vida y el único al que le agradecía a JiMin secretamente. Amaba a su cachorro, y por él es que sus noches de tristeza se convertían en largas narraciones de cuentos sobre dragones o perritos, riendo y recordándole lo sumamente especial que es desde que nació.

── No quiedo ir, mami.── pronunció con algo de dificultad todavía, embelesado por el ronroneo del omega de gato.

── Yo tampoco quiero ir a trabajar, pero ya sabemos que deberes son deberes.── le explicó cautelosamente, sentándolo en sus piernas mientras le acariciaba el desordenado cabello.── Además, Yeonjun se sentirá triste si no vas hoy.

── ¡Sí, mami! ¡Debo ir muy dápido!

Entonces Wooyoung bajó rápidamente del regazo del omega, tomándole de la mano para jalarlo con bastante entusiasmo por los pasillos hasta la habitación que era suya, pero que casi ni usaba porque le gustaba dormir con su progenitor. Sentir su dulce aroma, esperando a que en algún momento su papá JiMin vuelva de lo que sea que estuviera haciendo y sea rodeado de ambos olores que hacían a su tigresito estar muy relajado y protegido.

Wooyoung aún no lo comprendía y, YoonGi temía tocar el tema tanto como JiMin.

La casa era enorme, es por eso que el omega tampoco gustaba de dormir solo en una gran habitación y alejado de su cachorro. Él había insistido mucho en negarse a aceptar esa propiedad, pero JiMin era igual o peor de terco que él. Donde el alfa terminó ganando y diciendo que Wooyoung y él se merecían una casa como aquella y no iba a aceptar que fueran a cualquier pequeño apartamento de ubicación dudosa.

YoonGi pudo haberse ofendido aún más, porque en cierta parte era consciente que no ganaba la cantidad de dinero que JiMin al parecer sí, pero de igual manera, intentó terminar todo por la paz y en silencio. Su ex alfa seguía siendo un idiota y nadie le iba a hacer cambiar de opinión.

Incluso recuerda que el alfa de tigre quiso que hubieran encargados de la limpieza y la cocina en la nueva casa, pero ahí YoonGi se negó totalmente y a duras penas aceptó la ayuda de una beta en cuanto al aseo de las habitaciones y la lavandería. Porque nadie le iba a quitar el derecho de cocinar en su propio territorio por más que llegara agotado del trabajo, su cachorro amaba los platos que preparaba y eso se quedaría así.

── ¿Todo está en la mochila, cariño?

── ¡Sí, mami! ── le sonrió ampliamente, intentando ponerse él solito la mochilita de patito.

── Te lo colocaré cuando estemos cerca de la guardería. ── comentó por lo bajo, cargando al pequeño porque ya se estaba haciendo tarde y tenía mucho por hacer en la oficina.

── Que tenga buen día, señor Min.

── Gracias e igualmente, Nayeon. ── le sonrió breve, tomando el juego de llaves y su propia maleta.

mi alfa mafioso ✶ jimsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora