𝗖𝗮𝗽í𝘁𝘂𝗹𝗼 𝗾𝘂𝗶𝗻𝗰𝗲.

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Rodó sobre el colchón quedando boca arriba, abrió lentamente los ojos teniendo la visión del techo blanco de su habitación, sus brazos descansaban a los lados de su cabeza, parpadeó un par de veces intentando recordar en qué momento había llegado ...

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Rodó sobre el colchón quedando boca arriba, abrió lentamente los ojos teniendo la visión del techo blanco de su habitación, sus brazos descansaban a los lados de su cabeza, parpadeó un par de veces intentando recordar en qué momento había llegado a su cama, percatándose de que llevaba su pijama azul de camisa mangas cortas y shorts corto puesto.

Jadeó de la sorpresa al recordar que se había quedado dormida en el auto del pelinegro de regreso al departamento, se sentó sobre el colchón de inmediato atacándole un punzante dolor de cabeza.

No podía ser cierto.

No podía creer que él mismo la había subido entre brazos y cambiado. <<Que vergüenza>>. Tomó entre sus manos las sábanas de color coral cubriéndose con ellas hasta la boca, mordiéndose los labios. Jeon JungKook la había visto desnuda y no había sido en medio de un acto sexual. Estaba a punto de enloquecer cuando la puerta se abrió lentamente.

La cabeza de su madre dejándose ver, esta sonrió aliviada al ver a su hija despierta y con mejor semblante.

—Que bueno que ya despertaste, cielo —entró con una bandeja entre manos trayendo el desayuno, el cual colocó sobre la mesita de luz a un costado de la cama para luego tomar asiento al lado de la castaña— ¿Cómo te sientes?

—¿Cómo es que... —ni siquiera pudo terminar la pregunta ya que la simple idea de que JungKook se haya encargado de esa manera de ella era demasiado por asimilar. Aquel pensamiento confuso que comenzó a teñir sus mejillas de rojo no se iban.

—JungKook me llamó en el camino, te quedaste dormida en su auto, en lo que yo llegaba él te subió al departamento y te dejó descansando en tu cama —explicó con calma, añadió como leyendo la mente de su hija— luego, casi a los minutos llegué yo, le agradecí su ayuda y me explicó lo que había pasado, vine a revisarte y a ponerte más cómoda para que descansarás.

Hye-min respiró sonoramente sacando todo el aire retenido que no sabía que había contenido en sus pulmones. Por un momento pensó que... <<Que tonta, Hye-min>>.

Claramente eso jamás pasaría, jamás dejaría que él llegara tan lejos con ella, jamás permitiría que entrará en lo profundo de su ser. Porque Jeon JungKook solo traería problemas para su alma y corazón. Aún así, ¿por qué sintió aquella decepción?

Luego de haber desayunado con tranquilidad conversando de cosas triviales en compañía de su madre, tomó un largo y placentero baño. La mención de ayuda profesional fue citada por su madre, pero rápidamente descartada por Hye-min, lo que ella tenía nadie lo podría curar.

Años y años intentando de todas las maneras posibles siendo imposible, salvó el solo negarlo y mantenerlo en la oscuridad bajo siete llaves.

—¿Hye-min? —la señora Park se levantó de su asiento dónde estaba leyendo un libro al ver a su hija vestida lista para salir. La chica solo suspiró adentrándose a la cocina a por un vaso de agua.

𝙀𝙡 𝙝𝙞𝙟𝙤 𝙙𝙚𝙡 𝙥𝙧𝙚𝙨𝙞𝙙𝙚𝙣𝙩𝙚. [J.JK] COMPLETA.Where stories live. Discover now