hostage. lorenzo zurzolo.

003!

Italia.
sabrina henderson!

Puedo explicártelo.

Esas simples dos palabras hacen eco en mi mente una y otra vez.

Acaba de acostarse con mi amiga, ¿que diablos me quiere explicar este idiota?.

Tengo cara de estúpida pero no lo soy. Oh, claro que no.

La rabia me invade de repente, jamás me sentí de esta forma. El enojo no es un sentimiento que tengo muy a menudo, pero en estos momentos, es lo único que tengo palpable en mi ser.

El sentimiento me agobia por completo, enfoco mi vista en el por un momento, pero no llego a aguantarla por mucho tiempo. El sentimiento que me causa en lo más fondo de mi ser no es más que la pura repugnación. Hasta hace unos días solo podía adorarlo como a nadie en mi vida, pero ahora, solo tengo ganas de vomitar al estar cerca suyo, ante la sucia idea de que se atreva a tocarme con aquellas manos con las que la toco a ella.

A mí mejor amiga Anna, a quien considere como mi hermana en varias ocasiones. Con la que tenía más confianza que con ninguna otra, aquella a la que le conté mis peores miedos y uno que otro secreto. La única amiga con la que me veía pasando toda la vida. Se encuentra justo frente mío, con solo una sábana que cubre su desnudo cuerpo. Porque mientras yo confiaba en Anna, ella se estaba acostando con mi novio.

No voy a tirarle toda la culpa solo a ella, claro que no. Porque nadie entra donde no lo dejan pasar, Brandon era el que debía respetarme a mi y a nuestra relación. Y no lo hizo, era más que simple. Debíamos estar bien, al fin y al cabo nos queriamos, o bueno, eso creía yo.

Pero el nunca me quiso, ¿no es así?.

Nunca le importe.

Porque si le importará aunque sea un poco mis sentimientos, no me hubiera hecho esto. No se habría acostado con mi mejor amiga. No hubiese dañado nuestra relación. No me hubiese dañado a mi.

Pero a Brandon nunca le importe, y no hay nada más feo que encontrarme con esta verdad. Nunca le interese en lo más mínimo a mi novio.

—Sabri... —la voz de Anna llega a mis oídos para devolverme a la tierra.

Las manos me cosquillean con algo de inquietud, tengo un ácido dolor en el pecho que me sucumbe todo el ser. Es algo inexplicable, agobiante y condenamente doloroso. Fui traicionada por dos personas que yo amaba.

—Sabri, esto no es lo que parece. —Brandon menciona, alzando un poco su mano y con una cara de estúpido impresionante.

—¿No es lo que parece?.— repito sus palabras con un tono tosco, dando un paso hacia atrás. —¿Que es lo que no parece ser, Brandon? No soy tonta, tengo una perfecta vista y mire de forma clara como estaban follando. ¿Te crees que soy estúpida?.

—Dejame explicártelo, no es lo que crees. Esto es un error. —suplica como si nada, intentando acercarse a mi.

Me alejo de forma bruta cuando el hace el ademán de tocarme. Y crispó mi ceño cuando el me mira impresionado. No se esperaba esa reacción, pero la verdad, el no está preparado para ver lo que soy cuando estoy enojada.