Capítulo 8: Pistas

77 22 1
                                    

Querido hijo,

¿Como has estado?

Lamento escribirte tan tarde, pero he estado demasiado ocupada ocultando tu paradero del consejo.

Les he dicho que tuviste que irte por un tiempo a la casa de tus tíos, por una urgencia familiar.

Me temo que no tengo buenas noticias para ti. He intentado sacarles información a los rehenes, pero es bastante difícil debido al hechizo que tienen.

También he intentado buscar pistas con magia, pero el culpable fue muy listo y su rastro se esparce en varias direcciones.

Por ahora seguiré tratando de investigar, así que tu no te preocupes por nada y quédate quieto, no hagas nada que te ponga en peligro.

Te quiero hijo, nos vemos pronto.

—Que poco me conoces madre—dice el castaño, doblando la carta para luego guardarla dentro de su chaqueta

—¿Alguna novedad de la reina?—pregunto su guardia

-Nada aun. Y tampoco creo que consiga algo, por lo que ahora nos toca actuar a nosotros

-Sigo pensando que esto es una mala idea-dice desconfiado, mirando a todos lados asegurandose de que nadie los siga

-Eso es lo que siempre dices, pero aun así estás aquí

-Porque mi trabajo es cuidar que nadie te corte la cabeza, sonrisas

-¿Es eso?, o es para que yo no le corte la cabeza a nadie-esta vez voltea a ver a Husk, mientras sus ojos comienzan a cambiar a ese color escarlata

Su acompañante no dice nada, mirandolo fijamente, para luego soltar un suspiro.

-Mientras logre llegar a viejo con vida, el resto no me importa, así que andando. Acabemos con esto rápido-pasa al lado del castaño, a la vez que se pone la capucha de su capa

-Esa es la actitud amigo mio-dice corriendo tras el, para posar uno de sus brazos sobre los hombros de su guardia invadiendo todo su espacio personal

-Esa es la actitud amigo mio-dice corriendo tras el, para posar uno de sus brazos sobre los hombros de su guardia invadiendo todo su espacio personal

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ambos bajan de los caballos, dejándolos afuera del bar al cuidado de un hombre al que le ofrecen tres monedas de plata.

-¿Crees que conseguiremos informacion en esta pocilga?-dice con desprecio el pelinegro, sin ganas de entrar

-La casa roja es el lugar perfecto para sacar información y tu sabes muy bien el porque

Aunque su gruñón guardia no quisiera admitirlo, el castaño tenia razón. El bar estaba en medio de las fronteras de Inferno, Alcori y Veros. Si alguien sabia de lo sucedido en Cysgod, debía de pasar por ahí.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 10, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La belleza de la oscuridad (Charlastor).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora