𝙴𝚕 𝙱𝚕𝚊 𝙱𝚕𝚊 𝙲𝚊𝚛 +18

17

❛⿻۬˖̥ ͭ; Buenas, Noemys ♡⃕ ᨳˎˊ˗

Fue un trayecto largo, pero llegamos a Menorca a las tres y media de la madrugada. Lyna aparco delante de la que parece ser la casa de ‐Mari‐la supuesta cuidadora de los pequeños Milán. 

Nos echamos a dormir, yo sinceramente estaba agotado y mareado, por la marea. Apenas pude dormir en ese ferry. Así que, a nada que toque la cama, en la caravana Bla bla, me quedé totalmente frito. 

•✧๑♡๑✧•

Desperté sobresaltado al sentir como me observaban. Al abrir los ojos me encontré con unos enormes ojos azules inspeccionando me. 

— Amh… ¿Hola? – no sabía qué decir. Lyna no estaba a mi lado y me veía solo con ese niño. 

— ¿Eres Suga? ¿Puedo tocarte la nariz? 

— umh… si, soy Suga. ¿Vale? – me sonrió ampliamente, hay fue cuando vi el gran parecido a lyna. Era su hermano y tenía exactamente la misma sonrisa que la chica. 

Me tocó la nariz con su pequeño dedo, no sé exactamente cómo reaccionar a esto. Pero a él pareció hacerle gracia. Vi cómo lyna entró entró la caravana con dos cafés y algo de comer, para desayunar. 

— ¡Lyna! Tu Suga Daddy despertó. Lo vigile bien y solo ronco. – me sonroje por tal comentario. 

— ¡Lucas! No lo incomodes, te dije que te quedaras pintando. 

— Me aburrí y él me llamó la atención. Dijo tu nombre y que siguieras, pero no sé qué quería que siguieras haciendo. 

— ouh… me refería a que siguiera contándome un cuento. – ojalá se crea esa pedazo de mentira. Tiene siete años, no puede entender que tengo sueños húmedos con su hermana. 

— Lucas ve a jugar con pelusa, por favor. – el niño asiento, tomó asiento en el suelo, mientras la chica se acercaba a la cama, hasta llegar a mi. Me acomode sentado en la cama, para que ella pudiera sentarse al filo. – Lo siento… ¿te molestó mucho? 

— No, apenas desperté. Sólo me tocó la nariz, eso fue raro. 

— ¿Me explicas qué clase de sueño tenías conmigo? ¿Como que "Lyna sigue"?  

— Creo que no era un sueño para todos los públicos… Y tu hermano nos está mirando. 

Ambos miramos al niño, quien a pesar de estar jugando con la perrita, nos miraba atentamente. 

— Deberías desayunar, necesito salir a buscar a Ken, al parecer ayer no regresó a casa de su amigo y estoy preocupada. ¿Puedes quedarte con Lucas? 

Me fue imposible decirle que no, además de que a mi también me preocupó eso de que el chico de quince años no regresará a dormir a casa de su amigo. 

— No te preocupes. Me quedo con el enano. Cualquier cosa me avisas, lleva el teléfono ¿vale? – ella asintió dándome una pequeña sonrisa, pero se que no era del todo verdadera. Estaba muy preocupada y lo entendía. 

— Debo irme. – tenía intención de levantarse, pero la detuve. Llevé mis manos a sus mejillas y le robe un pequeño beso. No me importó que su hermano nos estuviera viendo. 

— Eres un travieso…– arrugó su nariz de forma adorable – Ahora si, debo irme. 

Se despidió del pequeño y salió de la caravana, dejándome solo con este. Me levanté y me cambié en el baño, aprovechando que el pequeño estaba comiendo los churros que trajo lyna, para desayunar. Cuando salí ya vestido, tomé asiento a su lado.