The Black Shadows - James Potter

Capitulo 27

Canción: "je te laisserai des mots" - Patrick Watson.
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Capítulo 27
Te dejaré palabras.

Tal vez una Guerra Mágica se acercaba, tal vez todos corren gran peligro, tal vez los Muggles desaparecidos era solo el inicio de algo enorme, tal vez una tormenta se avecinaba, tal vez otro idiota quería gobernar y tener el poder absoluto, tal vez esos significaba perder personas, tal vez eso significaba sacrificarse por lo que más amas.

—Mamá —la mujer pelirroja la miro — solo... regresa ¿si? —Juliet sonrió de lado, se acercó a su hija y besó su frente.

—Lo haré, aún necesito que me presentes a ese nuevo amiguito tuyo —Diane la miro ligeramente sorprendida.

—¿Cómo lo...?

—Una Jones siempre sabe todo ¿lo olvidas? —Sin más, la mujer se despidió de todos con un asentimiento de cabeza y salió de la casa.

...

La noche había llegado en la casa Jones, los grillos cantaban, la luna y las estrellas resplandecían con todo su poder en el cielo nocturno, la fría brisa de la madrugada erizaba la piel de ambos, las hojas de los árboles danzaban al compás del viento y las respiraciones eran tranquilas.

James Potter y Diane Jones se encontraban en el patio trasero de la gran casa, sentados bajo un alto árbol compartiendo un momento juntos. Hablaban de lo que se les viniera en mente, a veces sobraban las palabras y luego se comunicaban a través de pequeñas risitas.

—¿Sabías qué, de alguna forma, mirar a las estrellas es mirar al pasado? —inquirió suavemente la chica mirando al cielo, el azabache la mira y aprecia su perfil a la luz de la luna prestando atención a las palabras por parte de ella. —Uno muy reciente para ellas, porque las estrellas pueden vivir miles de millones de años y no se inmutan con el paso de nuestras eras. Así que no es cierto que las estrellas que vemos hayan muerto, como se suele decir.

—Pero ahí arriba, hay mucho más que estrellas ¿cierto? —ella sonrió y lo miró.

—Hay una luz mortecina, apenas visible, que acaba de recorrer, cuando la miras, 2.537 millones de años luz. —regresa su mirada a las estrellas —Se trata de Andrómeda, una constelación que alberga una galaxia también conocida como M31 y que es el objeto más lejano que el ojo humano puede divisar. Mira —señala con su dedo índice a un punto del cielo —¿la ves?

—Si —confirmó, James con una pequeña sonrisa.

—Pues cada segundo que pasa en este momento, está 300.000 kilómetros más cerca de ti. Quizás ahora no lo notes, pero en 3.000 millones de años Andrómeda comenzará a fusionarse con la Vía Láctea. —Diane rasca su ceja dejando una pequeña pausa —Según escribe Susanna Hislop, en diciembre puede verse a Andrómeda, sobre las ocho de la noche, siendo acechada por Ceto, un enloquecido monstruo de los océanos con forma de pez dragón, serpiente marina o enorme ballena, tratando de abalanzarse sobre ella. Parece querer saltar sobre la eclíptica, y solo se interponen los peces gemelos de Piscis.

—Se su historia —comentó el miope —según parece ser que Andrómeda gritó hacia la mar y llamó la atención de los pequeños y brillantes ojos de Perseo. De forma que este caballero fue a rescatar a una desnuda Andrómeda a lomos de un enorme caballo blanco. —la pelirroja asintió soltando una pequeña risita.