Tattooed Guy.// Hyunlix

Capítulo 31

El sujeto de cabello rubio había dejado a su paso fuertes pisadas profundas producto de toda la ira que expulsaba a lo largo y ancho de su cuerpo.

La tensión en el ambiente era palpable. El silencio era tan asfixiante como aquella sensación que experimentaba un pez fuera del agua.

Nadie se había atrevido a emitir siquiera un quejido.

De alguna forma, había resultado hipnótico e intimidante para todos (incluyendo a los tres matones), el cómo Hyunjin había llegado hacia ellos como si estuviera envuelto en la capa del diablo.

En llamas.

-No lo voy a repetir dos veces. O lo sueltan o les atravieso un fierro en donde no les da la luz del sol.

Su tono de voz, lejos de sonar amistoso, pretendía ser amenazante.

Y lo era. Shownu tragó saliva con dificultad ante la fiera que tenía frente a sus ojos.

-¿Ah sí? Así que eso nos va a pasar, mira qué interesante ¿O no, Shownu?-Wonho respondió sarcástico, esperando a que su compañero de fechorías le acompañe en su provocación.

Pero Shownu sólo asintió, serio y callado. No le hacía nada de gracia tener que enfrentar al rubio el cual parecía que, con sólo observarte con sus ojos negros, era capaz de reducir tu simple existencia a un puñado de cenizas.

Hyunjin no hizo más que sonreír ante la provocación, más sabiendo que los perros falderos del macho alfa de Wonho no eran más que, a fin de cuentas, unos simples caniches miedosos.

Al menos para él.

-¿Y bien? ¿A quién tengo el honor de partirle el rostro primero?

El rubio chasqueó la lengua y sin meditarlo dos veces se acercó a su objetivo.

Felix le observaba en silencio, sentado y con ambas piernas juntas, listo para esconder su cabecita pelirroja entre ellas por si todo llegaba a tornarse feo, apoyandose en el tronco del árbol.

Suplicar por la paz no iba a servir de nada; cuando Hyunjin se cegaba, era casi imposible frenarlo.

Sehun había dejado de vigilarlo para unirse junto al resto de los matones, para hacer frente.

Hwang Hyunjin se posicionó delante de Shownu y derribó su cuerpo contra el piso gracias a una llave que realizó con sus largas y forzudas piernas.

Ese movimiento al estilo callejero bastó para robarle la respiración y hacerle crujir un par de vértebras a su víctima. Para asombro de todos, nadie se animó a intervenir.

-Hijo de puta.-masculló un cabreado Wonho, quien, antes de adoptar posición de combate tuvo el descaro de pisar con fuerza una de las manos magulladas de Lee Minho, quien gimió de dolor.

Como si el pelinaranja ya no hubiera sufrido el suficiente augurio...

La anatomía corpulenta de Wonho se asemejaba al gran Goliat, alzándose imponente, tratando de recuperar nuevamente el prestigio y la atención que hace unos instantes le habían robado.

Pero Hyunjin, lejos de inmutarse, crujió sus largos dedos.

-Malparido con esteroides, ven aquí.-provocó el rubio con el cinismo entintado en cada una de sus palabras, y de paso alcanzó a esquivar el primer gancho de su contrincante.

La pelea era cuerpo a cuerpo, en donde un centenar de puños fueron volando por los aires e incrustandose cada dos por tres en la carne de los involucrados.