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—Amor, amor, amor, am- ¡auch!

—¿Podrías hacer silencio Namjoonie? No puedo concentrarme en la serie.–habló concentrado en el televisor sobando el brazo que le había pegado ligeramente a su novio mientras éste puchereaba.

—Oh por favor! Has visto esa serie cinco mil veces en sólo una semana, todos mueren por los zombies al final, es obvio.

—Shh!

—Ugh. Bien, le diré a Yoongi hyung si él quiere acompañarme a comprar los adornos de navidad.

—¡Espera corazón!–apagó rápidamente la televisión, y corrió hasta su novio lanzándose sobre él hasta que cayeron uno sobre otro en el umbral de la puerta.

Namjoon sonrió ladino tomando las caderas del mayor sobre él, y Seokjin rió nervioso.

—Huh... es que quería que me esperes para ir a la cocina porque me dió hambre. Pero... si me hacen espacio en el auto podría acompañarlos porque ya sabes, soy bueno con las decoraciones.

—Ajá...– con sus manos acarició los muslos desnudos por el pijama corto de su hyung, que aún lo tenía en las nubes, y no borró la sonrisa pícara de su rostro, que empezaba a asustar a Seokjin.

—Además debo comprarme un pijama más... abrigador para el invierno que está empezando.

—O podrías quedarte con estos cortos por siempre.

—¿Qué?

—¿Qué?

—¡Hyungs! Qué bueno que los encuentro... aún que no en la mejor condición, pero ya es costumbre.– hizo una mueca, y Jin enseguida se levantó avergonzado del regazo de su novio, pero Namjoon volvió a sentarlo sobre él aún en el piso, sacándole un pequeño jadeo al mayor que lo hizo tapar su boca.– Como sea, ¿pueden llevarme al centro comercial para encontrarme con mis amigos? Están esperándome.

—Claro Jiminie, avísale a Yoongi hyung, ibamos a ir con él y Jinnie justo ahí.

—De acuerdo.– sonrió angelicalmente y se retiró a los cuartos de arriba, donde estaba el resto del grupo.

Namjoon sonrió en su dirección hasta que desapareció de vista, y cuando lo hizo miró a su hyung sobre él, completamente rojo, con la misma mirada y expresión que antes.

—Uh...

—Haremos algo antes de ir con los chicos, hyung.

Seokjin estaba acostumbrado a que todos lo llamaran hyung siempre, pero cuando Namjoon se lo decía con ese tono era tan...

—¿No vas a levantarte? A menos que quieras que lo hagamos aquí donde todos puedan vernos.

Jin salió de su trance y se paró de inmediato veloz, con el menor riendo tras él, parándose para cerrar la puerta después de entrar, para no volver a abrirla en varios minutos.

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Los amo mucho, no lo olviden♡♡

𝘍𝘢𝘪𝘵𝘪𝘯❥︎

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¡namjoon, yo no lavo tus cosas! © namjinTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang