Capítulo I12I: El secreto bajo la nieve parte I.

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Narrador.

Hace doce años aproximadamente...

En la frontera sur donde el antiguo camino de piedra conectaba el puerto de las tierras frías de freljord con las verdes praderas de demacia. Jinetes y soldados armados hasta los dientes, escoltaban un prisionero en un carruaje de hierro, cuyo interior yacía una peligrosa asesina esposada de manos con grilletes de preticita, custodiada por el capitán del ejército de la guardia valerosa , Garen guardia de la corona.

Sentados frente a frente, el hombre cerraba los ojos evitando el contacto con la mirada de la joven, su mente y corazón luchaban entre el honor y el amor. La joven lo tenía cautivado, cada batalla era un encuentro ansioso, algo que no debiese ser, una peligrosa enemiga que podía quitarle todo.

Su misión fue capturarle, los altos mando encontraban exagerado llevar una cuadrilla para retenerla, pero cuando llego la hora, la mitad de la cuadrilla murió en fila en el bosque helado, asesinados a manos de cuchilla, tan rápida, fría y precisa, sin remordimiento alguno cumpliendo su misión en el bien de Noxus.

La noxiana analizaba a su captor; brazos cruzados, bajo una actitud seria y rígida, no tenía apertura. Necesitaba robarle las llaves de las esposas y noquearle sin previo aviso, pero sabía que insultarle no iba ayudar a que se distrajese como sus otros enemigos, intentaría de malas ganas usar otro método de persuasión, uno que en realidad nunca había usado y solo ha visto de mano de su hermana.

-¿Por qué no me ejecutaste en cuanto me capturaste demaciano?–

Él no le presto mucho interés.

-¿o esperabas quedarte a solas conmigo?-

El garraspó su garganta, pero todavía no le miraba a los ojos.

-Sin embargo, antes ya nos reuníamos... a solas-

Él le miró finalmente y ella se sintió triunfante.

-¿Qué quieres decir?- dice algo incomodo, no quería que sus hombres escucharán o se hicieran una idea inapropiada de él.

- los hombres que se apresuran en sacar su"espada" no son muy populares– dice sonriendo de forma picara.

-¿a que estas jugando?- dice el molesto.

Ella entrecerró sus ojos y acomodo un mechón detrás de su oreja, con cuidado de que no le raspase los grilletes, un acto coqueto, pero por dentro se sentía ridícula y patética, se mordía su labio por dentro de ira, sin embargo, debía seguir con su actuación si quería escapar de allí.

Cuando alzó su mirada, él se quedó mirándola, se sintió avergonzada, no creyó que él le prestase verdadero interés ¿acaso su estrategia estaba funcionando?

- En la guerra no hay tiempo para los juegos, aunque tú siempre apareces para jugar a las espadas conmigo- dice sentándose velozmente al lado de garen, cuando este desvió la mirada para fingir que no le vio arreglar su cabello con delicadeza, mientras sus pestañas largas y rizadas se entrecerraban con sutileza ante él, un movimiento que la hizo lucir bella ante sus ojos.

-Mi deber es detener a todos aquellos que amenazan a demacia... eres un prisionero y debes quedarte frente a mí y no a mi lado, te lo advertiré solo una vez- señala él, quien no pudo detenerle y tuvo que volver a mirarle.

-¿acaso te pongo nervioso?- dice ella acercando su rostro hacia él, esperando que este desviase su mirada, mientras sus dedos intentaban alcanzar la llave.

Si mediar aviso, el roso con su pulgar en su rostro, tocando la punta de su cicatriz, segundos que se volvieron eternos, intentó no perder la concentración, pero sus ojos azules eran profundos y dulces que titubeo un instante.

Bastardo. (Garen x katarina)Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ