capítulo III

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La mesa había estado en silencio por al menos cinco minutos, las miradas de los chicos clavadas en el rubio, ninguno se atrevía a decir nada. El silencio pudo haber seguido durante todo el almuerzo pero una carcajada inundó los oídos de todos.

– ¡Es cómo en los viejos tiempos! Tweek, ¿qué se siente regresar a tus inicios? será menos incómodo ahora que no eres un vibrador andante.

– Cierra la boca, culón. No es lo que necesita oír. – habló molesto el pelirrojo.

— Vimos tú pequeño espectáculo allá, ¿ya no eres la perra de Tucker, Tweek? — preguntó el niño robusto con una sonrisa maliciosa en el rostro.

El blondo frunció el seño, un tic regreso a su ojo izquierdo, trato de no verse afectado por eso y miró molesto al castaño.

— Yo no soy, ni era la perra de Craig.

— ¿No lo eres? pero si así te comportas, vas de aquí para allá siguiéndolo, exigiendo atención de tú amo.

— Basta, Cartman. Invitamos a Tweek aquí porque es nuestro amigo y necesita apoyo, no para que lo jodieras.

Un sentimiento de culpa creció en el pecho de Tweek, él no había vuelto a hablar con esos chicos desde la primaria y sin embargo ellos parecían tenerle algo de estima.

— ¿Cómo es qué permites que Tucker siga teniendo esa caja en la cabeza? –habló el rubio cenizo con la cabeza apoyada sobre su mano. – Si fuera tú ya se la habría arrancado.

— Craig podrá ser un cabrón hijo de puta, pero tú, Tweek eres un pendejo por permitirle ignorarte así durante tanto tiempo. –nuevamente las palabras del castaño salieron como balas, golpeando en el interior del rubio.

— ¡Cállate, Cartman! 

— No, Kyle... Cartman tiene razón, soy un pendejo. – la voz de Tweek salió sin ánimos, dejando a todos en la mesa sorprendidos; menos al robusto que sonreía triunfal. – es solo que ya no sé que más hacer por él, no puedo alejarme porque soy su novio y debo estar a su lado... pero tampoco puedo estar todo el tiempo junto a él, no soporto ser ignorado – pausó unos segundos pasando saliva– ni siquiera entiendo porque no me hace caso.

Los cuatro chicos veían apenados al blondo, Kenny se limitaba a dejar pequeñas palmadas en su espalda.

— ¿Por qué no vas con Wendy? – habló por primera vez Stan.– seguro ella tiene un buen consejo para ti.

— ¡Na-ha! Testaburguer le va a llenar la cabeza de mierda cursi. Pero no te preocupes, Tweek yo te ayudaré.

— Oh, genial —rodó los ojos el pelirrojo.

— ¿Hace cuánto tú y Tucker no tienen sexo?

Las palabras de Cartman le cayeron como balde de agua al rubio, y el molesto tic de su ojo volvió a hacerse presente.
Todos esperaron la respuesta, pero al cabo de unos segundos de ver la expresión incómoda del rubio entendieron.

— Nunca han tenido sexo, ¡entonces eso es! Tucker quiere follarte.

—¿¡Qué!?

— Vamos Tweek, no creí tener que explicártelo. Ve con Tucker, le bailas un poco y él te dará algo de amor gay en el–

—¡S-sé a lo que te refieres! – lo detuvo el rubio con el rostro completamente sonrojado.– pero no creo que sea esa la solución, somos muy jóvenes...

– Lo único que escuché fue que no quieres arreglar tu relación. Bueno, buena suerte entonces supongo que casarte con una caja no suena tan mal, Tweek – bromeo el castaño–

– ¡Culo gordo, déjalo en paz! él no está obligado a tener sexo con Craig.

– ¿Y tú qué sabes judío? ¡nunca has tenido novia!

Una pelea se desató entre esos dos, primero con palabras que rápidamente se volvieron puñetazos alabados por un Kenny que gritaba emocionado viendo a sus amigos rodar en el suelo de la cafetería.

– ¡Eso, Kyle, sácale la mierda! ¡Eric! ¡¿Vas a dejar que te humillen?!

Tweek suspiro desganado, apoyando su cabeza contra la mesa completamente rendido.

– No les hagas caso, ellos siempre son así pero en serio queremos ayudarte. Seguro hay otra manera para arreglar tu relación. Te ayudaremos a descubrirlo.

Stan apoyó tranquilamente su mano en el hombro del rubio dándole una pequeña sonrisa para reconfortarlo. Tweek lo agradeció mentalmente.

Esa plática estuvo en la cabeza del rubio el resto de la jornada escolar, se repetía una y otra vez "Craig jamás pensaría en eso" pero... ¿quizás sí?. Quizás esa era la solución, tenía que serlo; había probado de todo, excepto la idea de Cartman, podía ser que Craig verdaderamente quisiera eso.

Apenas terminaron las clases y el rubio se quedó a solas en su salón, sacó su celular dispuesto a buscar más del tema. Había visto porno tantas veces, pero creía que posiblemente no era una fuente confiable, en definitiva él y Craig no podrían realizar tales poses sin salir con fracturas de por medio.

Sus temblorosos dedos terminaron pulsando el lugar incorrecto, inmediatamente reproduciéndose un vídeo explícito de un chico cubierto por un... curioso líquido color blanco.

– ¡Mierda!

Dió una mirada rápida al vídeo, se veía doloroso y repulsivo. ¿Realmente tengo qué ser el de abajo? se preguntó.

Se estremeció al sentir un toque sobre su brazo, volteó lentamente dando un brinco al ver qué el chico frente a él era nadie más que Craig Tucker. Su mente hizo corto circuito, era un desastre en todos los sentidos y su cerebro apenas procesaba las cosas.
Reaccionó por completo al notar que los gemidos seguían reproduciéndose desde su móvil, entró en pánico saliendo de la página y tratando de actuar natural.

– ¡C-Craig! jesucristo, en serio me espantaste. ¿Qué sucede? – río nervioso.

Su vista se dirigió hasta una de las manos del azabache que sostenía su termo; el mismo termo que había olvidado en la cafetería cuando se levantó tan molesto. Lo tomó entre sus dedos sonriendo cálidamente, incluso si el otro no podía verlo le miró con cariño.

–Gracias, me había olvidado de el. – habló mientras guardaba el termo en uno de los costados de su mochila.

Cuando su mirada volvió a estar sobre el azabache, todo lo que había estado pensando durante el día volvió a su cabeza. Aún no tenía idea de qué hacer pero sus ganas de ayudar a su novio regresaron.

– Estaría bien...¿ir a tú casa un rato?

Sin esperar respuesta del contrario tomó su mano, juntos caminando hasta la salida de la escuela. El rubio se sentía ansioso, temía que en vez de mejorar las cosas solo la cagara aún más; esperaba estar haciendo lo correcto, era por su relación y por su chico, nada debía salir mal.

☄◖ Me había re desmotivado con está historia pq una piba me mandó banda de mensajes diciendo q alto asco que escribiera sobre niños y que debí cambiar las edades. Ya no me siento tan afectado por eso así que la voy a retomar siiiu.
Solo que la idea inicial cambio, esto ya no será tanto smut pq habra más fluff sísí. Btw gracias a las 3 personas que aún leen esto los tqm.

kiss me more ▸ creekOù les histoires vivent. Découvrez maintenant