Capítulo 54

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No fue hasta unos días después que Jaehyun se dio cuenta de que estaba buscando un lugar complicado.

No fue un centro de hospedaje ni un hospital desde donde lo contactaron. Era una pensión a 20 kilómetros de aquí.

Fue una suerte haberle pedido al secretario Park que se mantuviera en contacto con todos los alojamientos a los que Taeyong pudiera acudir.

Desde el lugar donde aterrizó el helicóptero, se habría contactado con todas las pensiones, moteles, hoteles y otros alojamientos de las ciudades de alrededor bajo el nombre de ‘Keystil Leisure’. La mayor empresa de ocio de Corea estaba pidiendo ‘cooperación’, por lo que ninguna empresa de alojamiento se atrevería a negarse.

Y no fue hasta más tarde que el dueño de la pensión se puso en contacto con él, diciendo: ‘Creo que es él’.

Jaehyun corrió hacia allá tan pronto como recibió la llamada. Pero, como era de esperarse, no pudo encontrar a Lee Taeyong. Y todos los lugares alrededor de la pensión eran bosques.

“Me comunique con usted de inmediato. Como nos pidió repentinamente que buscáramos a alguien, estábamos un poco sorprendidos”.

Jaehyun se quedó mirando el bosque que se extendía fuera de la pensión mientras el dueño miraba hacia otro lado, expresando su molestia e incomodidad. Luego abrió lentamente la boca.

“…¿Dónde está el otro alojamiento más cercano?”


En verano, los bichos daban tanto miedo como los animales cuando se viajaba por las montañas

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En verano, los bichos daban tanto miedo como los animales cuando se viajaba por las montañas. No hay muchos insectos venenosos peligrosos en Corea, pero había que tener cuidado.

Por esta razón, Taeyong vestía ropa larga. Estaba sudando un poco, pero el sol no estaba tan potente hoy, así que era un buen día para caminar.

Aunque este último tiempo la ha pasado muy mal, se sintió un poco triste por un breve momento cuando pensó en ello, pero se consoló a sí mismo pensando en que no había necesidad de forzarse a tener malos pensamientos.

‘Es simplemente genial huir de ese bastardo’.

Taeyong decidió tener confianza. No faltaba mucho para el próximo viaje.

Aunque quedarse a vivir en el campo hasta que se olviden de él también era una posibilidad, no quería vivir como si estuviera muerto. ‘¿Qué habré hecho mal?’

‘Me voy al extranjero’.

Tenía pensado huir un poco más y luego partir hacia algún país extranjero. No pretendía vivir en este país para siempre con miedo y ansiedad.

‘Solo espera y verás, yo seré el único que nunca volverá a pisar esta tierra.’

Taeyong se detuvo por un momento y miró hacia arriba. Como lo tenía previsto, pudo ver un pequeño edificio.

El lugar que eligió esta vez no era una pensión, sino un *goshiwon en las montañas. Sabía, desde que trabajaba en una agencia de viajes, que hay lugares donde se aloja la gente que necesita estudiar desesperadamente, o incluso cuando quieren cortar su relación con el mundo. Ahora que tenía que ahorrar dinero, no podía dormir siempre en una habitación con bañera privada.

(*Goshiwon: son pequeños cuartos, de entre 3 a 5 metros cuadrados, que se pueden alquilar a un precio bastante económico).

Se parecía a un centro de formación al que solía ir cuando estaba en el instituto, pero era mucho más limpio que eso. Los gatos que parecían vivir en este edificio fueron los primeros en recibir a Taeyong.

Taeyong dijo que quería hacer una reserva para un periodo corto de tiempo y luego solicitó una llamada telefónica. Originalmente, no lo habría utilizado. Era como gritar para que encontraran el número de teléfono del alojamiento. Pero esta vez fue un poco diferente.

– “Hola”.

Se escuchó la voz tranquila y clara de una mujer, cuya edad sería difícil de adivinar. Taeyong abrió lentamente la boca después de tomar aire.

– “Hola, Presidenta Yoo Inna”.

Como se esperaba, no hubo respuesta del otro lado. Se mantuvo en silencio durante un rato.

– “¿Quién es usted?”

– “Mi nombre es Lee Taeyong. Tengo una mala relación de carácter personal con su nieto, ¿lo sabía por casualidad?”

A pesar de sus repentinos comentarios, la presidenta Yoo no se asustó y se rió en voz baja.

– “No sabía su nombre, pero sé quién es. Pero, ¿cómo ha sabido mi número?”

– “Para todo hay una manera”.

De hecho, no fue tan difícil. Ya había visto el número en secreto desde el móvil de Jung Jaehyun. Taeyong respiró profundamente en silencio, ocultando su nerviosismo mientras arreglaba el teléfono.

– “Si sabe o no quién soy, eso no es lo que importa…”

Hubo risas de nuevo. Taeyong comenzó a sentir la presión de la llamada junto con un sudor frío que recorría su espalda. Pero no podía echarse atrás porque ya lo había hecho.

Había una razón para ello. Aparentemente, la presidenta Yoo Inna tenía conocimiento sobre su relación con Jung Jaehyun al menos a grandes rasgos.

Tenía razón al suponer que si hubiera dejado pasar estos cuatro meses, habría estado en los oídos de los ejecutivos con más rango en la compañía. Entonces, recordó lo que Jaehyun le había dicho el otro día con respecto a la presidenta Yoo Inna: ‘Mi abuela trata de controlar todo a mi alrededor’.

– “Sigue hablando, te escucharé”.

Afortunadamente, la voz de la Sra. Yoo Inna era suave.

– “Quiero alejarme del Director Ejecutivo, Jung Jaehyun. Esperaba que la Presidenta pudiera ayudarme…”

– “¿Por qué iba a hacerlo?”

– “Por supuesto porque eso sería lo mejor para el grupo Keystil. No creo que la presidenta quiera que se difunda la historia de lo que nos pasó al director y a mí…”

– “¿Crees que, sin importar lo que digas, se podrá propagar?”

Fue una reacción que había anticipado. Después de todo, era la presidenta de Keystil, pero no pensó que fuera a escuchar su historia.

– “Su nieto sigue buscándome. ¿Cuál cree que sea la razón?”

Esta vez, hubo un breve silencio.

– “La alarma de incendios del Hotel Keystil, yo la hice sonar. No sé si el informe habrá llegado a la presidenta. El humo llenó el ducto de ventilación que conectaba los pisos 32 y 31. El lugar donde sonó la alarma fue en la habitación 3201, con un detector diferencial adosado al salón del ático”.

Taeyong soltó sus palabras rápidamente. No podía desperdiciar la brecha que había conseguido.

– “Estoy seguro de que mis huellas dactilares aún están por toda la habitación. ¿Importa si la gente lo cree o no? Todavía estoy
huyendo”.

Recuperó el aliento por un segundo. Taeyong trató de imaginarse la cara de la presidenta de Keystil, que sólo había visto en la televisión, pero no podía recordarla bien.

– “No la estoy amenazando, Presidenta. Sólo quería pedirle un poco de ayuda”.

Seguía sin haber respuesta al otro lado del teléfono. Se preguntó si el teléfono estaba colgado, así que revisó la pantalla del cuerpo del teléfono. Afortunadamente, estaba marcado como ocupado.

– “¿En qué consistiría esa pequeña ayuda?”

Taeyong apenas se sintió aliviado por la voz que escuchó.

– “En un avión para poder salir de este país”.

Y nuevamente hubo silencio. Ahora, el dueño del goshiwon, que le prestó el teléfono, miraba hacia el atardecer. Mientras pensaba en sí debería rendirse o cambiar la ruta que ya tenía prevista, una pregunta inesperada surgió.

– ¿Estás embarazado?

Taeyong tragó en seco. Estaba sofocado.

– “…No puedo decírselo por mi propia seguridad”.

– “Estuve pensando por un momento en la forma más limpia de ‘manejar’ al Sr. Lee Taeyong”.

Taeyong fue capaz de entender las palabras de la Presidenta. Ella era una persona que podría deshacerse de él cuando quisiera.

Sin embargo, Taeyong creía en su propio juicio. Había pensado con anterioridad que la presidenta Yoo Inna intentaría deshacerse de él, considerando que Jung Jaehyun confesó que estaba siendo retenido por su abuela. Por lo que, le resultaría más fácil enviarlo limpiamente a un país extranjero.

– “Si hubiera dicho que estaba esperando un bebé le habría ayudado. Es una pena”.

…¿No es lo contrario?

Se preguntó Taeyong. No había pensado en ninguna situación dramática, pero en una situación como esta, ¿no debería haber una reacción diciendo que un omega, que no tiene raíces, no podía dar a luz a un hijo ilegítimo?

Jung Jaehyun incluso estaba comprometido con otra persona.

– “Solo necesito un boleto de avión. No es difícil, ¿verdad? No volveré a Corea de nuevo”.

Taeyong incluso sintió ganas de llorar. Su antiguo novio (aunque ni siquiera sabía si podía considerar a ese bastardo como un novio), pero ¿de qué otra forma podría describir esta situación en la que está siendo perseguido por él y pidiéndole ayuda a su abuela?

Después de unos segundos que parecieron horas, se escuchó un pequeño suspiro a través del teléfono.

– “¿Por qué no viene a hablar conmigo?”

– “Acerca de qué…”

– “Mi nieto nunca me ha hablado de sus citas”.

Qué demonios es esto…. La mente de Taeyong estaba confusa. Sí, no esperaba que estuviera dispuesta a darme un boleto de avión. Pero creí que al menos me dejaría ir así nada más, por lo que me sentí avergonzado cuando me pidió que la visitara.

Taeyong concluyó que Jung Jaehyun lo estaba buscando y que la presidenta sabía de la relación entre ambos, pero que no estaba entrometiéndose. Si alguien como la presidenta Yoo Inna hubiera intervenido directamente, no habría podido escapar.

Y ahora la presidenta le estaba pidiendo que fuera a verla en persona.

‘¿Y si lo hace para atraparme y luego desaparecerme sin que nadie se dé cuenta?’

No tenía ninguna intención de ir directamente a la cueva del tigre desde antes que se lo pidiera. Taeyong suspiró profundamente.

– “Me temo que no estoy en una situación en la que pueda moverme fácilmente, ya sabe. Pero entiendo su opinión”.

– “Es una pena. Quería ver el rostro de mi nieto”.

…¿Qué? El teléfono se colgó mientras se preguntaba. Taeyong, que pensó que había escuchado mal, agradeció al dueño del goshiwon, rascándose la nuca.

Por si acaso, no hizo una reserva con antelación, por lo que ahora le era difícil encontrar una habitación donde pudiera quedarse por un período corto de tiempo, y el dueño le pidió que esperara un poco.
Mientras tanto, Taeyong se sentó en el vestíbulo, refrescándose el sudor.

El goshiwon estaba muy silencioso, ya que destacaba la tranquilidad de la montaña. Los gatos, que parecían no tener nada de que preocuparse en el mundo, estaban durmiendo a la sombra con la barriga al aire, y la vegetación cerca del edificio no se asoleaba en demasía. Aparentemente, no había mucha gente. Era algo bueno.

‘Tengo que pensar en otra forma de conseguir un boleto.’

Ahora que el primer plan había fallado, tenía que pensar en otra forma. Existía la posibilidad de poder preguntarle al jefe del equipo de MaruTour, pero era peligroso.

“Haaa…”

Sus manos se detuvieron de repente mientras se frotaba la cara. Hizo contacto visual con el dueño del goshiwon, pero él inmediatamente evitó su mirada. Taeyong se levantó y se dirigió al mostrador.

“Disculpe, tal vez hay algún problema…” “

Oh, lo siento. Espere”.

El empleado, que miró a los ojos de Taeyong, se sorprendió y apartó el teléfono. La alarma empezó a sonar en la cabeza de Taeyong tras ver la escena.

‘Algo va mal. Tengo que huir’.

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Favorite (Dreamer) - Jaeyong [Adaptación] Where stories live. Discover now