•ɴɪɴ̃ᴏ ᴍᴀʟᴄʀɪᴀᴅᴏ• Sonadow

XV

Me crucé de brazos y me recargué en la pared que estaba a lado de la puerta de salida de la cocina, esperando el veredicto del zorro.

El zorro esponjó sus dos colas, mirándome asustado mientras masticaba el chilidog.

¿A caso me veía muy intimidante?
Seguramente, ¿Qué edad tendrá ese zorro? ¿De 10 a 15 años?
No lo sé, pero definitivamente se veía bastante intimidado por mí.

—¿Y bien...?— Preguntaba Sonic con insistencia, mientras daba saltitos y aplaudía.

—Sabe bien, ahora... Tengo que irme— El zorro se limpió la boca rápidamente, se levantó de la mesa y lentamente se dirigió a la puerta para irse, no sin antes mirarme discretamente y soltar un sonido parecido al hipo por el susto.

Al azotar la puerta, volteo a ver a Sonic. Que seguía satisfecho por mi platillo.

—Bien, Shadow... Puedes irte. Ten un maravilloso día explorando por aquí— Dijo mientras me hacía señales con las manos para que saliera, le hice caso.

Al salir de la cocina pude ver al zorro caminando a paso veloz por el largo pasillo, por lo que solté una risa burlona. Me dirigí rápidamente hacia la ventana que daba hacia el exterior para poder verlo salir y asustarlo.

El zorro se detuvo enfrente de la casa, asustado y agotado; mientras se limpiaba el sudor con su sudadera. Mientras él estaba concentrado calmándose, troné los dedos (de forma exagerada y dramática, claro) y aparecí detrás de él.

—Boo—.

El zorro suelta un grito tan fuerte que me ensordeció y de la nada, ya estaba volando frente a mí. Sorprendiéndome ante su acción. Lo miré con detenimiento; sus colas giraban y hacían algo parecido a los helicópteros, un suceso interesante.

Me causaba extrañeza que un ser con una peculiaridad así fuera amistad de un erizo tan grosero y maleducado como era Sonic, pero bueno, parece que solo conozco la punta del iceberg.

—Eres sinceramente aterrador, aléjate de mí— Exclamó el zorro asustado pero amenazante, tenía un comportamiento distinto al que solía tener mientras estábamos dentro de la casa de su amigo azul.

Solté una carcajada sarcástica.
—Por favor, eres chillón y mimado... Con un solo grito me mandas a todos tus guardaespaldas a inmovilizarme. No estoy aquí para hacerte daño, espero te quede claro; tu amiguito me obligó a vivir aquí en contra de mi voluntad y créeme, me estoy asfixiado aquí a pesar de que esta casa es más grande que mi colonia, niño.—
Lo miré directamente a los ojos, poniéndolo nervioso y haciendo que sus colas dejaran que girar y cayera al suelo sin que él lo quisiera.

Amenazado y asustado; se levantó del suelo, corrió unos metros y se fue volando hacia su enorme casa, mientras me veía aterrado.

Coloqué mi mano en mi cara, algo irritado por su reacción, el chamaco era jodidamente llorón.

Me teletransporté de nuevo a la entrada de la casa de Sonic. Quizá era momento de socializar un poco con la pobre gente que trabajaba para él.