—Entonces... ¡Muchas gracias por tu cooperación Shadow, será bien recibida el día de la carrera! Bye~— El erizo azul salió corriendo del callejón, lo suficientemente rápido como para no soltarle una bofetada.
—Definitivamente estoy perdido...— Mi cabeza me dolía, no puedo creer que él me tenía entre la espada y la pared, mi única opción era perder. Sin embargo, ese niño necesita bajar esos aires de grandeza.
Caminé hasta casa, el área donde vivo es bastante tranquilo; así que, de verdad disfrutaba ir a pie hasta casa. Además, necesitaba despejarme un poco. Al llegar, saqué mis llaves y abrí la puerta, para posteriormente entrar. Dejé mi mochila en el suelo e inmediatamente tomé mi celular para llamar a Rouge, aventándome al sofá mientras lo hacía.
—"¿Hola? ¿Qué tal, Shadow?"— Su seductora voz contestó al teléfono de inmediato. Solo suspiré, dispuesto a contarle lo que me sucedía.
—Estoy muerto, Sonic tiene mensajes y fotos de cuando María y yo salíamos. Me amenazó con ellas y, me dijo que si no perdía la carrera, iba a mandar las fotos y capturas de mensajes a su familia. Realmente no quiero ni saber qué es capaz de hacerme su familia si se entera...— Hablé sin titubear, mientras me rascaba las púas de desesperación
—"No creo que sea lo más conveniente descubrir qué pueden hacerte si se enteran de eso, querido... Aunque sigue sonando muy enfermo de su parte ¿Qué más?"—
—Las encontró en el celular de María, ella lo extravío en la oficina del padre del idiota azul. Como te dije, estoy totalmente obligado a perder la carrera; o si no, exhibirá las fotos, están respaldadas y todo. Tú sabes que el padre de María no me quería cerca de ella, estoy más que jodido, Rouge— Cubrí mi rostro con mis manos.
El silencio inundó la llamada por algunos segundos, hasta que finalmente ella rompió el hielo —"Véncelo, necesitas darle una lección."—
—¿Pero y las fotos?— Pregunté serio mientras encendía un cigarrillo.
—Veré qué puedo hacer—
Rouge y yo nos la pasamos hablando toda la tarde al respecto, hasta que finalmente teníamos un plan aceptable. Él y yo correríamos en la competencia mientras Rouge robaba el celular, además de intentar borrar la nube del o de los correos electrónicos donde había respaldado todo, suponiendo que le diera tiempo. Parecía ser un plan bastante pobre en organización, pero eso me bastaba para estar más tranquilo.
Todo estaba listo, pasamos toda la semana intentando perfeccionar nuestro plan. Rouge le había contado a Knuckles y había aceptado participar en el plan igual que nosotros, así que, mientras ellos se juegan su título de "no ladrones", yo intentaría dar lo mejor de mí.
El día de la carrera...
Toda la escuela estaba presente, Rouge y Knuckles estaban ahí, bien presentes del plan. Yo estaba en los vestidores, poniéndome mis patines y mentalizándome para la carrera.
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El tipo azul estaba en la otra esquina del vestidor, me miraba extraño. —¿Algún problema, niñato?— Pregunté con cara de desprecio.
—No, no. Ninguno— El azulado se volteó para evitar verme, con un leve sonrojo en las mejillas. Lo ignoré totalmente.
