Capítulo 23

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Seina sin dudar se acercó a los chicos heridos en el gran charco de líquido rojizo mientras amarraba su cabello en una coleta, empezando a revisarlos.

──¡Llamen a emergencias rápido!.

──Hermana mayor.

Miró al peliblanco que le llamó por ese título mientras sonreía .

──Dime.

──Gracias por golpearlo.

──No es nada. ──acarició su rostro un poco.── Se que es mucho pero debes aguantar, tu amigo también se esfuerza.

──Esta bien.

De forma rápida miró a una motocicleta cruzar por un lado, viendo en ese momento que Kisaki se escapaba. La rabia le llegó por todo su ser, sacando de su cartera aquel objeto letal entregado por su padre, usándola al menos tres veces.

──¡Se escapan!. ──se acercó a Draken quien iba a irse con Takemichi.── ¡Voy con ustedes!.

──¡No!.

Miró atrás suyo, Manjiro tomó sus manos rápidamente.

──Detente, olvida el ponerte en peligro.

──¡Pero...

──Por favor, no quiero perderte.

Ella quedó en silencio por unos segundos para inclinarse y besarlo en la frente cuidadosa.

──Hasta que no pague Kisaki, yo no estaré tranquila. ──susurró.── La promesa de Emma se mantendrá hasta el final, cuidaré de ti, Sano Manjiro.

Se separaron, Seina corrió a subirse a la moticicleta de Draken, empezando una persecución sin precedentes por las calles solitarias de la madrugada.

──¡Ahí están! ¡Atenta Rose!.

──¡¿Segura que puedes así?!.

──¡Lo vamos a averiguar!.

Apuntó siendo sostenida por Takemichi, estando a una velocidad que hasta el viento volvía la punta de sus dedos fríos.

──¡Ahora!.

Soltó dos tiros, entrecerraba sus ojos para tener una mejor visión pero le era imposible acertar en las llantas.

Kisaki que logró verla, apresuró a su compañero.

──¡Vienen con Rose!.

Otro tiro les hizo agacharse.

──¡Se volvió loca!.

«Vamos.» contó mentalmente las oportunidades que le quedaban, tenía tres así que se dio apoyo a si misma. «Tu puedes

Soltó los últimos juntos, logrando esta vez darle en el blanco, haciendo que sus objetivos calleran contra el pavimento.

──¡Eso es Rose!. ──felicitó Draken deteniendo la motocicleta.── Tienes la mejor puntería.

──Nunca fallo. ──se bajó sonriente pero manteniéndose en alerta, luego de Takemichi.

Como pudo esquivó un posible golpe en su abdomen, cayendo al piso de la sorpresa.

──Maldita.

──Hanma, veo que aún no te recuperas de mi bala pero tranquilo. ──sonrió maliciosa.── Las cicatrices atraen mucho a las mujeres.

Él iba a rematarla pero Draken se interpuso dándole un golpe por sentado.

──¿Estas bien?.

──Sí. ──asintió levantándose.── ¿Te encargas?.

──Eso no se pregunta.

Ella asintió empezando a correr, pues Takemichi había ido atrás de Kisaki sin esperar ni un poco, indicando la gran desesperación del viajero del tiempo.

De algún modo paró a un estacionamiento, su aliento inestable era humo blanco para disiparse en el helado viento.

Escuchó unos gritos o más bien risas, se acercó.

──¡Asi qué realmente viajas en el tiempo!.

──¿Qué asuntos tienes con Hina?.

Hubo un silencio, el contrario había dejado de retorcerse en su diversión agria.

──Se que quieres algo de Touma por eso tenías los ojos puestos en Mikey, ¿Pero porqué acabar con Hina una y otra vez?.

──Así que fracase.

Seina se mantuvo en su lugar, algo extraño pasaba y debía llegar al fondo del asunto, aún cuando el enemigo le apuntaba a Takemichi.

──Nuestro encuentro termina aquí y como es el final, te contaré todo. ──empezó.── Mientras estaba en la escuela fui llamado prodigio, pretendí que no me importaba pero me gustaba Tachibana Hinata y a Hinata definitivamente le gustaría un prodigio como yo, eso creía hasta que apareció cierto héroe robando el corazón de Hina. ──hizo una corta pausa.── Desde encontes te seguí Hanagaki, escuché tu sueño de volverte el delincuente más grande de todo Japón así que comencé a investigar a delincuentes e incluso contacté con algunos. Ese tipo de Mobius parecía que ocupaba el primer lugar pero no era el número uno, fue así que busque y encontré a ese hombre, Manjiro Sano como el líder de la Tokyo Manji, en ese punto empeze a planificar.

La pelirroja escuchaba todo en máximo silencio, nunca había conocido a un ser humano como el tipo que estaba hablando.

──En el segundo año de secundaria, en medio de la elaboración de mis planes casualmente te conocí y tuve mucha más confianza al verte porque mis sueños no eran tan mediocres como los tuyos, al final contacté con Manjiro quien sin duda era el mejor candidato a convertirse en el número uno de Japón y movería los hilos, el medio perfecto para subir a la cima. ──miró a otro lado sin apartar el objeto letal, apuntando la cabeza del rubio.── Tardará diez años, me ganaré la confianza de Mikey en dos, continuaré por otros dos más y entonces los dos dominaremos Tokyo en el transcurso de tres años. Finalmente el control de Japón que tomará cuatro años concluiría mi plan perfecto en ser el delincuente número uno de Japón.

Hubo un silencio tenso.

──Sólo entonces me declarare públicamente a Hinata Tachibana, sin embargo. ──frunció el ceño.── ¡¿Cuántas veces más estarás en mi camino?! ¡¿Cuántas veces saltaste en el tiempo?!.

──Acabaste con Hinata, ¿Por qué te rechazo?.

──¡Tachibana es mi mujer, nunca la entregaré a alguien como tu!. ──vocifero.── ¡Hago tanto por ella pero ni siquiera me voltea a ver y todo es tu culpa! ¡Te respetaba pero me traicionaste!.

──No... No puedo creerlo.

Ambos miraron a la pelirroja sorprendidos, ninguno esperaba que alguien más estuviera escuchando todo.

Pero era mucho más la sorpresa por verla llorar.

──¿Por eso me mataste todo este tiempo?.

──¿Por eso me mataste todo este tiempo?

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━━━ 𝐋𝐀𝐃𝐘 𝐑𝐎𝐒𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora