𝐃 𝐑 𝐄 𝐀 𝐌 - 𝐒𝐊𝐙

19. 𝐒𝐞𝐱𝐲 𝐨𝐟𝐢𝐜𝐢𝐚𝐥 || 𝐂𝐡𝐚𝐧𝐠𝐛𝐢𝐧

║▌║▌ ;S E O  C H A N G B I N; │█║▌

- "Sexy oficial" -

Solo había salido por un poco de diversión, lo juro. Pero ahora me encontraba en la comisaría a las 2:00 a.m en una celda.

Le expliqué mil veces al señor oficial de mierda que una tipa me empezó a golpear porque su novio me estaba coqueteando, y yo? Lo único que hice fue defenderme de esa zorra desgraciada. Aún así me trajeron hasta la comisaría más cercana a ese bar en Itaewon, esa chica se hizo una escena horrible y se victimizó a más no poder, por eso revisarían las cámaras de seguridad para asegurarse de lo que en realidad estaba sucediendo. Mientras tanto yo estoy con un dolor en el culo y la idiota esa está en un hospital atendiendo sus heridas; dramática.

- ¿Otra vez aquí? - Entre el silencio apareció ese sexy oficial. - En mi defensa, solo quería salir a beber, pero por alguna razón siempre acabo golpeando a zorras psicópatas - Él rió por lo bajo. - Entonces creo que deberías aprender a controlar esos fuertes puños - Solté una risilla al recordar cómo fue que nos conocimos, y si, a él también lo había golpeado.

- Entonces.. ¿me dejarás salir? - Traté de persuadirlo con un tono algo coqueto. -Sigue soñando linda, puede que yo sea el jefe y tú mi novia, pero eso no quiere decir que tendrás beneficios- Rodé mis ojos por lo anticuado que aveces era el comisario Seo.

- Eres tan~ aburrido Binnie - Me apoyé sobre las barras de metal. - Lo sé, y eso te enloquece - Tenía toda la razón, era sexy mente correcto.
- Valla.. mi hombre es muy narcisista- Su sonrisa de medio lado apareció, invitándome indirectamente a jugar.

- Y.. ¿No hay nadie? - Mi mirada recorrió los escritorios vacíos. -Eso es correcto- Se recargó sobre uno de estos que se encontraba frente a mi celda. -Los muchachos están patrullando y Jisung fue a comer - Qué te parece si me dejas salir y aprovechamos este momento a solas, solo imagínalo, yo sobre ese escritorio gimiendo y tu follándome el trasero tan duro como te gusta - Changbin cerró sus ojos con una pequeña sonrisa en sus labios. Al parecer si me hizo caso.

- Suena tentador cariño, pero no puedo liberarte aún, puede que seas... peligrosa- Lo había dicho de una manera tan erótica que mi ropa interior se empezaba a humedecer. -Vamos guapo.. sé que lo deseas tanto como yo- Se me era fácil seducirlo. - ¿Tanto quieres salir de esa celda? - Bromeó sabiendo mis obvias intenciones.

- Amor~ - Mi coqueteo se había transformado en un puchero inocente. - Siento que mi trasero se partirá si vuelvo a sentarme en esa cosa fría a la que le llaman "asiento" - Además este lugar olía.. raro. - El único que te partirá ese precioso trasero seré yo - Lo ví sacar un manojo de llaves del bolsillo de su uniforme . Podría jurar que sentí mis ojos brillar cuando conseguí lo que quería.

Changbin abrió la celda para luego tomar mi brazo y arrastrarme a uno de los escritorios. Automáticamente mi yo sumisa me había dominado por completo, aceptaría hacer lo que sea que él me dijera,  quería sentirme usada por mi sexy oficial.

- Prepárate - Se cruzó de brazos para observar cada uno de mis movimientos. Desesperadamente quité mi ropa interior; mi vestido negro de encaje también había desaparecido. Me acosté sobre la fría superficie de la mesa pegando mi pecho en esta, mi trasero estaba totalmente expuesto y listo para ser tomado, sin más separé mis piernas dándole más invitación a mi novio.

- Ahh.. eres una ofrecida - Con una de sus manos jaló mi cabello en una coleta, haciendo que mi cuerpo fuera hacía atrás, golpeando con mis glúteos el bulto entre sus piernas. Un jadeo muy audible salió de mis labios. -Lo soy, solo por ti, Seo Changbin - Sus manos se colaron hasta mis pechos mientras él ponía su peso sobre mi espalda.

Este empezó a dejar besos dulces en el área.
- Te amo ¿lo sabes cierto? - Asentí ida. -Responde - Alzó un poco la voz y a la vez mis senos fueron estrujados ferozmente por sus ásperas manos. - ¡S-si! Lo-lo sé.. - Ni siquiera podía abrir los ojos de lo excitada que me encontraba.

- Chupa - Dos de sus dedos entraron a mi boca, yo lamí y succioné estos con todo el gusto. Pronto estos fueron retirados totalmente ensalivados. - ¿Cuantos hombres matarían por tenerte? Por tenerte así, vulnerable y como una perra sumisa - Los dedos que en algún momento estuvieron en mi boca ahora estaban en mi interior, forzándose la entrada en mi sensible y pequeño agujero. El dolor estaba presente, y eso me enloquecía.
- Ahh~ Binnie~ - Por más que cerrara mis piernas con fuerza, él las separaba. - Abre tus hermosas piernas cariño, se una niña buena y obedece al oficial - Sus movimientos en mi interior se dificultaban, pero de apoco volví a abrirme para Changbin. - ¿Te gusta? - Su voz ronca estremecía mi cuerpo por completo.

- Si~ Ah.. me gusta papi~ - La estimulación que estaba recibiendo era exquisita. - ¿Quieres enseñarme cómo te gusta? - Seo sabía muy bien lo que me excitaba, y tocarme frente a él era una de las tantas cosas que me gustaban.
Sus dedos salieron de mi y no me gustó esa sensación vacía, Así que tratando de que lo construido hacía mi orgasmo no se desvaneciera, rápidamente me senté sobre el escritorio y subí mis piernas, dejando mi intimidad totalmente expuesta, para acto seguido llenar mi vagina con los cuarto dedos que alcanzaron a entrar.

Noté el área muy húmeda y pegajosa, era la evidencia de lo mucho que amaba las caricias de mi hombre.
Desde el primer momento las embestidas de mi mano fueron duras e intensas. - Oh~ Si~ -
Subí mi mano desocupada hasta uno de mis pechos para apretujar, mientras mi mirada se posaba en Changbin frente a mi, quien sacó su erección sin quitar su uniforme que lucía genial en su tonificado cuerpo. Él también se había empezado a masturbar.

- ¡Ahh! - Mi pobre cuerpo sufría de unos bruscos espasmos por el clímax que acababa de llegar.

Los segundos seguían pasando. El policía aún no terminaba de masajear su miembro; mientras a mí, el deseo de comer por completo su caliente extensión, era demasiado fuerte. Sentía como mi boca empezaba a salivar, pero antes de eso necesitaba marcar mi territorio un poco.

Desabotoné la camisa de su uniforme y la quité, al igual que la camisa blanca que traía puesta por debajo. Su piel era brillante, y su abdomen un poco relleno me incitaba a morder cada rincón de su preciosa carne. Músculos trabajados y un par de pectorales redondos y grandes.

Inevitable tomé uno de ellos entre mi boca. Acaricié con mi lengua sus pezones haciéndolo erizar y jadear al instante, su mano que antes tomaba su erección ahora se encontraba sobre mi cabeza. - Eso es linda, cómeme~ - Sonreí sobre su piel ante su placer en palabras.
Mordí y succioné dejando marcas por todo su pecho dando el aspecto que tanto quería dejar, hasta que el sonido de la radio en su uniforme sobre el suelo nos interrumpió.

- ¡Estás presionando el botón para transmitir idiota! - Un Minho incómodo y enojado se escuchó. - ¿A mi también me comerás Binnie~? - Bromeó han de igual manera. - Ya se los había dicho, era mala idea dejar al jefe a solas con su novia loca - Mis ojos se abrieron demás al oír al idiota de jisung. - ¿Me llamaste cómo? Anda, ¡repítelo Alvin! - Las risas de los otros se hicieron presentes. - ¡Te llamó Alvin! - La risa exagerada de hyunjin hizo reír avergonzado a Changbin a mi lado.

- Ya deja de hablar con ellos amor - La radio salió de mis manos. - Ese desgraciando me llamó loca..- Me crucé de brazos. - ¿Ya te dije que te ves hermosa? - Sus fuertes manos volvieron a acariciar mi espalda desnuda, incitándome a volver a su juego.

-VelvetSOda