Deux

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¿Seguir el consejo del cumpleañero o ser amable?

Obviamente era muy cobarde para la segunda opción así que, aunque no tuviera con quien, fue a bailar un poco. Intento divertirse junto a toda esa gente que no conocía, cosa que le fue difícil por ser una persona tímida y poco social, pero algo consiguió para seguir el consejo de Mingyu.

Aunque claro que no lo siguió al pie de la letra.

No después de haber pasado "Disimuladamente" frente a ese chico de ojos celestes teniendo una guerra interna entre si acercarse y decirle que estaba tan solo como el y preguntarle si no quería bailar, o solo aguantarse y seguir bailando solo. Y, tristemente, haber tomado la opción de seguir bailando solo lo dejo totalmente insatisfecho, por lo que al acabar la fiesta, Jungkook se despidió de la familia Kim, pero antes le pidió a la amable señora Kim que le pasara la dirección de "Su nuevo mejor amigo Kim Taehyung", porque se le había caído el papel en el que se la había escrito. Nunca había sido muy bueno mintiendo pero esa señora tan dulce nunca habría dudado de nada viniendo de ese pequeñín que le dejaba apretarle las mejillas. 

Entonces, aprovechando que le había dicho a su papá que la fiesta era hasta las ocho de la noche cuando en realidad era hasta las seis llamó a su hermano mayor para pedirle un favor. Yoongi enseguida paso por el, sorprendido porque su pequeño hermano por primera vez en la vida quería hacer una rebeldía, cosa con la que lo fastidio todo el viaje camino a su destino, un destino que sorprendió a Yoongi porque era bastante lejano peor aún así, lo ayudó. Llegaron a una zona un tanto extraña, era demasiado bosque alejado de la ciudad. Yoongi se detuvo en el punto exacto y ambos se sintieron confundidos cuando no hubo  señal de alguna casa cerca.

Después de unos minutos intentando creer que la señora Kim solo había cometido un error, Yoongi lo descifró.

— Es un punto de encuentro, Koo. — Le dijo.

Jungkook lo miro desconcertado, arrugando el entrecejo.

— ¿Un punto de encuentro? — Inquirió sin comprender.

— Sí. Estamos en una parada de autobús. — Le enseñó lo que señalaba el GPS en su celular. — Más vacía que mi corazón, pero no deja de ser una.

Suspirando, Yoongi apago el celular y lo dejo sobre sus piernas, habiendo hecho un viaje más largo de lo que le gustaría para nada. E incluso, Jungkook ahora estaba decepcionado. Nunca le había gustado verlo así.

— Eso puede significar dos cosas. — Pensó en como alivianar el golpe. — Que ese misterioso chico del que me hablaste poco y nada vive muy lejos, o es jodidamente reservado.

Jungkook no sabía muy bien cual escoger. Porque realmente ese chico parecía muy reservado como para no querer que sepan donde vive, su opción sonaba muy realista. Pero...

— Seguro le preocupo que la señora Kim pasará por un lugar muy lejano por el.

Esa idea le parecía más bonita.

Yoongi solo se encogió de hombros, sin juzgar sus creencias ni la sonrisa que le enseño.

— Como digas. — Acepto con indiferencia. — Aún así es lo máximo que podemos hacer.

Volvió a encender el motor, siendo lo único que se oía en esa solitaria carretera en el medio de la nada.

— Es hora de regresar.

Desilusionado Jungkook volvió al salón con su hermano, quien lo dejo allí diez minutos antes de las ocho, el horario exacto cuando lo pasarían a recoger para llevarlo a casa sano y salvo como le había dicho a su papá.

Sin supuestas mentiras.

Pero lo cierto fue que fueron días de mentiras.

Días en los que Jungkook estuvo mintiendo que su rostro hinchado y ojeras eran porque se estaba esforzando mucho en sus clases de piano, taekwondo, de la preparatoria y un par de cosas más. Pero eso era parte de su rutina desde pequeño, entonces la verdad era...

No estaba conciliando el sueño como debía por extrañas pesadillas con esos ojos celestes.

Desde ese día, esos ojos se habían metido en su cabeza como un parásito y lo atormentaban como si tuviera la culpa de haberlo dejado solo y no haber ido por el. Se sentía fatal, si hubiera sido valiente cuando debía, posiblemente ese chico al menos habría sonreído.

Pero, ¿Por que la vida de un desconocido que lo había mirado mal le importaba tanto?

Era patético.

Aunque... Extrañamente lo patético parecía ser algo que llamaba demasiado a la curiosidad de Jungkook, quien llevo a cabo su segunda primer travesía en sus dieciocho años de vida.

Iría por él, a espaldas de su padre.

Iría por él, a espaldas de su padre

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⌱ Lágrima de Tigre. |  𝑱. 𝑱𝒌 • 𝑲. 𝑻𝒉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora