Capítulo 26

416 21 3
                                    

Desde nuestro breve encuentro con Harry, Ron y Hermione en El Caldero Chorreante notaba a Cedric más preocupado y no lo culpaba. Por fortuna, mis padres se comunicaron por medio de una carta en la que me dejaban saber que se encontraban bien, pero que la situación estaba difícil dados los acontecimientos más recientes y no podrían regresar antes del inicio de las clases. Los días posteriores a nuestro encuentro empezaron a suceder más cosas, personas empezaron a desaparecer en circunstancias extrañas y la gente se empezaba a preguntar que era lo que sucedía, sobre todo los muggles quienes eran completamente ajenos a la situación y el ministerio de magia no hacía nada para calmar el nerviosismo de la gente. Fudge hacía caso omiso a la situación y cuando le hacían preguntas simplemente respondía con: "Cada vez es más difícil mantener el anonimato de nuestro mundo, pues todos desearíamos vivir libres y no tener que esconder nuestras habilidades pero nada malo está pasando aquí."  Y obviamente esa respuesta tan banal no respondía en absoluto ninguna de las interrogantes. Bien por él, mientras está cómodamente sentado en su oficina gozando de una taza de té, mientras el mundo mágico se cae a pedazos lentamente. Vaya cobarde. 

También estábamos a un par de días de volver a Hogwarts, las clases estaban a punto de comenzar y empezaba a ponerme nostálgica. Cedric llevaba meses viviendo bajo el mismo techo que yo y regresar al colegio iba ser completamente extraño. Sí, seguiríamos viéndonos a diario como hasta ahora pero completamente rodeados de gente y hasta ahora, nuestra relación no era lo que se podría decir pública

    —¿Acaso estás pensando en lo mucho que vas a disfrutar ya no tenerme cerca las 24 horas del día, Grey? —dice Cedric interrumpiendo abruptamente mis pensamientos. 

    —¿Y tú seguirás coqueteando con las chicas que te alaban cada vez que te subes a esa maldita escoba en el campo de quidditch? Y deja de llamarme Grey—respondo divertida arqueando una de mis cejas. Cedric pone los ojos en blanco. 

    —¿Por qué? ¿Estás celosa, acaso? —dice con picardía y yo le doy un puntapié por debajo de la mesa. 

    —No soy yo quien se pone celosa del famosísimo Harry Potter —digo seria, mientras levanto mi taza de café para darle a un sorbo. 

    —Oye, eso fue cruel —me dice y se lleva una mano al pecho como si le hubiese herido en lo más profundo de su ser. —Te noto distraída, ¿está todo bien? 

    —Sí, todo está bien.

    —Grace Adkins, no sabes mentir —canturrea él y no puedo evitar soltar una risita. 

    —Estoy bien, es solo qué... ¿Crees que sea diferente? —le pregunto mirándolo a los ojos. —Me refiero a nuestra relación, ¿Qué vamos a hacer? 

    —Nada tiene por que cambiar Grace, ¿O acaso lo que te preocupa es lo que pueda pensar la gente al vernos? 

    —Nada de eso Ced, pero... ¿Nuestra relación seguirá siendo privada? Mis padres podrían enterarse y...  

    —Podemos estar juntos Grace, solo... Seamos cautelosos —responde él, muy seguro de sí mismo. Lo cual me extraña, ya que lo que impedía nuestra relación en un principio era el hecho de que mis padres se enteraran de mala forma de lo que sucede entre nosotros —Todo irá bien. Además, no creo que tengan cabeza en estos momentos para prestar atención a chismes escolares, ¿No crees? 

    —Tienes razón —tome su mano, que reposaba sobre la mesa y la entrelacé con la mía. —Todo irá bien. 

***

Nos encontrábamos en Diagon Alley haciendo las compras necesarias y como siempre en estos días, todo estaba repleto de gente. Apenas y se podía caminar. Cedric y yo nos dirigíamos a Flourish and Blotts para comprar nuestros nuevos libros cuando una melena rubia me distrajo. 

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Dec 31, 2021 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

𝐘𝐄𝐋𝐋𝐎𝐖® - 𝘾𝙚𝙙𝙧𝙞𝙘 𝘿𝙞𝙜𝙜𝙤𝙧𝙮Where stories live. Discover now