CAPÍTULO 26: UNA CONVERSACIÓN.

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「ATHENEA

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ATHENEA.

Cerré los ojos dejando escapar un suspiro de mis labios al sentir como el sofá a mi lado se hundía ligeramente, dejándome saber que mi tío —Hermano de mi padre— había tomado asiento. Nos mantuvimos en silencio durante unos minutos que parecieron eternos, hace mucho tiempo no hablábamos o compartíamos tiempo bajo el mismo techo.

—Nea, ¿Por qué?—Murmuro manteniendo su mirada al frente. Su voz sonaba algo agotada a comparación de otras veces, la edad no viene sola.— ¿Cuando vas a decirme dónde esta el cadaver de mi hermano? No puedes ser tan insensible, eras una niña tan buena, tengo buenos recuerdos tuyos.— Me miro atentamente.

—Cuando me digas dónde esta mi madre, se que no la mataron.— Conteste manteniendo mi mirada en la pared que se encontraba llena de cuadros.— Porque tengo en claro que no eres un asesino, no hubieras sido capaz de dar la orden de matar a tu primer amor ¿No es así, tío?— Murmure girandome para poder verlo, su expresión era de sorpresa, algo inesperada.

—¿De qué hablas? Estas equivocada.— Me contesto de forma defensiva, incluso su asentó italiano, que no solía notarse, en ese momento se noto.— Estoy casado con tu tía, desde que soy un jovencillo que no tenía nada, ella siempre fue, es y sera el amor de mi vida.. No tengo idea de dónde sacaste eso.— Murmuro acomodándose su corbata.

Negué con una sonrisa.— Mi madre, me pidio ayuda para ocultar el cadaver de mi jodido padre, te lo recuerdo. ¿Crees que ella no me contaba todo, Nicolás? Que soñabas con llevarla a italia, con casarse y tener muchos hijos, porque mi pobre tía no podía darte los hijos que tanto añorabas.

—Athenea, cierra la boca. Tu tía esta en la casa, puede oirte decir tantas idioteces juntas, por favor.

—¿Y tú piensas que yo no estoy enterada de esto?— La suave voz de mi tía inundo el cuarto, ganándose nuestra atención.— Nicolás, si supieras que se absolutamente todo lo que haces a mis espaldas, simplemente nunca lo he dicho porque no estoy libre de pecados.. Y esta mal visto divorciarse.— Murmuro ella dandole un trago a su ginebra.

—Ustedes dos están jodidamente locas, son tan sínicas.— Soltó sin poder creer lo que escuchaban sus oídos.— Solo quiero saber dónde esta mi hermano antes de morirme, ¿Es mucho pedir?

—¿Dónde esta mi madre?

—Dime dónde esta mi hermano.— Insistió.

—Nueva york, cariño. — Contesto mi tía, dándole otro trago a la botella de ginebra. La mire con asombro, no esperaba tener esa información realmente.— Te mereces saber dónde se encuentra, puedes ir por ella, pueden volver a estar juntas.

—¿Hablas en serio?— Murmure con un nudo en la garganta, quería llorar, pero no delante de ellos.— ¿No estas mintiendo? Dime, que no es una mentira, por favor.

Ella negó con una sonrisa.— Jamás te mentiría, a pesar de todas nuestras diferencias.. Haz sido muy importante para mi, te agradezco todo.

—Y yo a ti, mamá.

—¿No vas a decirme dónde esta mi jodido hermano?— Pregunto elevando la voz, se levanto del asiento con enojo. Era un poco entendible.

—No te lo mereces.—Musite levantándome de mi asiento, agarre con papel y una lapicera, y anote las coordenadas de dónde se encontraba mi padre.—Hace lo que quieras, puedes decirle o aprovecharlo.—Murmure entregándole el papel a mi tía.

—Gracias, cariño.

—Gracias a ti.
















[NOTA ANTIGUA]
[IGNORAR]


Tengo dos cosas que decir.
1- ya tienen la historia de michael en mi perfil
2- ya se acerca el final.

DANGEROUS BLINDERS Where stories live. Discover now