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NARRADOR -
Sus manos sudaban por los nervios de tener que volver a encontrarse con thomas. Le hacía mucha ilusión en el fondo, aunque no el hecho de ver a tom, sino, que este día volvería a encontrarse con charlie o eso le había prometido el contrarió cuando hablaron por teléfono.
Su mente no dejaba de dar vueltas y imaginarse distinas situaciones sobre como iba a reaccionar charlie al verla nuevamente después de tanto tiempo..
Le daba miedo.
-Tienes que estar tranquila, cariño. Todo saldrá a la perfección.-Le aseguro su madre con una sonrisa en busca de transmitirle seguridad.
-Eso espero.
Las dos se regalaron una sonrisa y la madre de athenea, abandono la casa, dejándola a solas para que tuvieran más privacidad y tranquilidad.
La joven pelinegra se encargo de preparar la cena como al pequeño le gustaba, incluso se había encargado de conseguirle un obsequio para charlie.
Se moría de ganas por volver a verlo, después de tantísimo tiempo que habían pasado separados.
Quería abrazarlo.
Solo le quedaba esperar a que ellos llegaran.
[»»»]
Lágrimas de impotencia bajaban sin filtro por las mejillas sonrojadas-Por el mismo llanto.-de la morocha. Se abrazo así misma durante un momento, antes de levantarse del sofá a guardar las cosas que había estado preparado durante todo ese día.
Había esperado durante horas, con la ilusión que thomas y el pequeño llegaran, pero eso nunca sucedió y tuvo que aceptarlo.
Ellos no iban a venir.
Él no iba a venir.
-Entonces.. ¿El muy idiota te dejo plantada?-Pregunto su madre prendiendose un cigarro, viendo como la contaría guardaba todo en su lugar nuevamente.
Todo había sido en vano.
-Si, al parecer.-Suspiro secando sus lágrimas con pesades.-Es todo mi culpa, no entiendo porque sigo confiando en thomas shelby al final del día.
-Tal vez tuvo problemas, cariño. Eso puede pasar en su "trabajo" aveces las cosas se ponen feas.-Intento buscarle una explicación para que su hija no se sintiera tan mal.
-Mamá, da igual.-La miro.- Gracias por intentar que me sienta mejor, lo aprecio. Pero me iré a dormir, es lo mejor que puedo hacer en estos momentos.. ¿Bien? Descansa.
-No le des tantas vueltas al tema, hija. Se que realmente te hacía ilusión ver a ese pequeño, pero tampoco quiero que te sientas mal porque no sucedió.
La menor asintió.-No tienes que preocuparte.. Al final del día, todo esto sucedió por mi culpa.
-Cariño..
-Deberíamos habernos quedado en nueva york.
Se lamento por lo bajo subiendo las escaleras para poder irse a su cuarto, para poder ir a dormir y dejar ese día atrás.
-Descansa, cariño!
Era evidente, que tommy había arruinado su posiblemente última oportunidad con la diseñadora. Si de por si, no quería verlo, ahora mucho menos.
