Una canción para la historia (T#1) (+18)

Capítulo 34: ¿Castigarme?

Irene.

Corro por las escaleras del gran edificio mientras siento mis piernas temblar por el gran esfuerzo al que me estoy sometiendo, gotas de sudor caen por mi frente y mis pulsaciones están disparadas ya que mi corazón bombea de manera fuerte y rápida.

Busco mi móvil por todos mis bolsillos hasta que caigo en a cuenta. Después  de llamar a Jaime este se calló por uno de los balcones del edificio. Descomunicada y aparte sin munición, estoy jodida, nadie como localizarme y eso me pone mas nerviosa todavía. Esto va a acabar mal.

Me escondo tras las paredes de unas mugrientas y sucias habitaciones de una de las plantas de arriba mientras saco mi pistola del bolsillo de la pantorrilla, dejo mi cabeza caer hacia atrás mientras descargo el arma para intentar calmar mi respiración. Pero la cabeza ya se e va a él de nuevo.

Joder Dante... La falta que me haces ahora.

Reprimo un suspiro pensando en lo idiota que fui esta mañana con él.

¿Pero qué demonios se esperaba que pensara?, parecía que me ponía largas todo el tiempo para no venir y me molestó mucho.

Un fuerte estruendo me quita al momento de mis pensamientos, empiezo a escuchar tiros, quizá entre el personal del edificio. Observo todo a mi alrededor calmando mi respiración de nuevo o al menos intentándolo, me acerco a la ventana y veo lo que parecía ser la escalera de emergencias. Suspiro hondo y me subo al bode de la ventana, intento no mirar hacia abajo y pego un salto agarrándome con una mano a esta. Flexiono mis brazos hasta que consigo subirme a ella. Dios, estaba a punto de caer. Subo con cuidado por ella hasta llegar a la azotea, me abrazo a mi misma, hacía viento, al fin y al cabo estaba en la planta 18... me acerco al borde...

-Si me caigo de aquí me romperé hasta los huesos que no tengo-susurro mirando la carretera de abajo.

Mientras mi mente maquina un plan, siento una bala rozarme el brazo lo que me provoca un quejido de dolor, me giro rápidamente hacia el sujeto que sostiene el arma a unos 100 metros de mi, me pongo en posición levantando un poco los brazos hacia él y disparo aproximándome hasta su silueta, sin temblarme el pulso.

No se queda atrás y también dispara dándome en el chaleco antibalas que llevo dentro del uniforme.

Cuando me acerco lo suficiente le doy en las manos una patada tirándole la pistola, así lanzándola lejos. Aprieto nuevamente el gatillo pero de la pistola no sale ninguna bala. De nuevo sin munición. Lo miro al segundo y muevo mi cabeza, consiguiendo esquivar un puñetazo, agarro su brazo y lo doblo tirándolo al suelo, el tira también de mi consiguiendo lanzarme conta el suelo, siento un fuerte dolor de espalda y en la parte de atrás de mi cabeza por el impacto, me levanto con un ligero mareo, el vuelve a empujarme, acercándome al bode del edificio, mi cabeza cuelga mirando el suelo de la calle. El miedo comienza a recorrerme y suelto un fuerte grito. El hombre me da un empujón consiguiendo que me caiga.

Dante.

Conduzco lo más rápido que puedo saltándome semáforos y señales de trafico, derrapo en las curvas sin ver más allá de que Irene está en peligro.

-Coge las pistolas de la guantera, están recargadas ya -ordeno a Jaime a lo que él obedece automáticamente sin rechistar, él sabe bien que sé lo que hago, el sabe todo de mi... -en la azotea derecha, piso 18... unos 150 metros -murmuro mientras conduzco a la vez que voy calculando cuanto tardaremos en dar con Irene, por la cantidad de habitaciones y pisos que hay...podría estar en cualquiera. Jaime me mira impresionado, y no me extraña, me conozco todos y cada uno de los planos de los edificios debido al querido oficio al que estoy sometido por mi padre, mi cabeza parece un ordenador, aparco, cojo la pistola y salimos los dos tras yo coger una mochila de debajo de mi asiento- Yo delante, cúbreme -le digo a Jaime sin darle tiempo ni a decir una palabra mientras bajamos, corremos hacia dentro del edifico, un objeto brilla en el suelo al lado de este, me aproximo y lo cojo.