Capítulo 20

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—Hey, ¿estás bien?

Bakugou podía asegurar que llevaban dos horas en su trabajo de desmantelamiento de las armas de los esclavistas —que consistían en gigantes lanzas y algunos pozos— que se activaban alrededor del campo mágico cuando Shinsou, de la nada, cayó al piso con una expresión de dolor y tocando su cuello.

Bueno, en realidad, el grueso grillete alrededor de su cuello.

—Sí...ugh, él...está molesto por algo y hace esto para desquitarse —mascullo en el piso, de rodillas y sin respiración —Mierda.

El cenizo no sabía exactamente qué hacer para ayudarlo y además, que el de ojos amatista actuará relativamente con calma lo llevo a asumir que estaba bastante acostumbrado a aquel sufrimiento. Lo hizo sentir impotente pero no había nada que pudiera hacer, solo verlo retorcerse hasta que, finalmente, jadeo por aire y se sentó agotado.

—Ten, bebe un poco —le ofreció agua pero el contrario tenía los ojos desenfocados y babeaba —Maldita sea, lo haré yo. Estate quieto.

Cuál muñeco de trapo, el más alto dejo que lo agarrará por la barbilla y le diera el agua. El monarca de paso le limpio los rastros de saliva y tocó su frente para comprobar si tenía fiebre o era un simple mareo, su piel estaba fría pero podía sentir cierto calor viniendo del grillete alrededor de su cuello.

Katsuki ni tenia que preguntar para saber que debía ser doloroso y aunque agarró el grillete con la intención de romperlo, Hitoshi negó vagamente con la cabeza y alejo su mano.

—Es muy arriesgado que lo explotes —dijo con un hilo de voz debido al agotamiento —No te molestes.

—Encontrare otra forma de quitarte esa cosa —aseguró el de ojos rojos y el contrario se quedó en silencio — ¿Qué?

—A Denki. Primero, quítale el collar a él —murmuro el de cabello purpura —Esta conectado al campo mágico, para que pueda irse, debe estar sin ese jodido collar.

—...¿Y me lo dices a estás alturas? —gruño el monarca molesto.

—Pensaba decírtelo en un ambiente más tranquilo, después de todo, hasta Yuki no okoku nos queda un día y medio de viaje —se defendió el de ojos amatista —Después de acabar con los esclavistas, podrías quitárselo, ¿no?

El cenizo bufo incrédulo. El más alto hablaba muy tranquilamente sobre el tema, hasta con cierto alivio que era comprensible considerando la situación en la que estaba. Por ende, no se molestó por su franqueza directa y le dejo descansar unos diez minutos más.

Luego, tuvieron que seguir con su recorrido.

Todoroki había agregado un par de flores durmientes a una infusión que le dio a Kirishima, en caso de que el ataque al campamento de esclavos llegará a escucharse y al metamorfago se le ocurriera ir a ver qué sucedía en esa parte del bosque

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Todoroki había agregado un par de flores durmientes a una infusión que le dio a Kirishima, en caso de que el ataque al campamento de esclavos llegará a escucharse y al metamorfago se le ocurriera ir a ver qué sucedía en esa parte del bosque. No sabía que tanto efecto le haría pero esperaba que fuera suficiente.

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