.。.:*✧39✧*:.。.

9.9K 718 81
                                    

Nunca había conocido a nadie que tuviera tantas ganas de cumplir un sueño como Jungkook.

Se notaba demasiado el hambre que tenía de ser aceptado para entrar al equipo que quiere. Me duele tanto que sus padres no lo apoyen, como pueden poner lo que ellos quieren por encima de la felicidad de su hijo, digo, deberían agradecer que su hijo tiene una meta y no es un vago que quiere vivir toda su vida siendo mantenido por ellos.

A veces en serio no logro entender a los adultos, se supone que como "gente mayor" deberían ser más maduros, más inteligentes y mas comprensivos, pero no, son todo lo contrario, más años tienen, más insensatos se vuelven.

Esperaba en serio que aceptarán a Jungkook, suena raro viniendo de mi, lo se, pero es que me parte el alma ver cómo sus ojos brillan con tan solo oír qué tiene una mínima posibilidad de estar en el equipo que quiere. No sé mucho de fútbol, pero creo que no hay que ser muy experto para darse cuenta cuando alguien tiene de verdad potencial y el orangután era muy bueno, se sabía todos los trucos posibles.

Ojalá fuera así de dedicado en la escuela.

Llevábamos una hora en el club donde lo habían citado para las pruebas, él se encontraba en la cancha demostrando lo que sabía hacer, de lo que estaba hecho y dejando más que claro que quiere quedarse. Yo por mi parte lo observaba desde las gradas, había elegido un lugar bastante cercano a los entrenadores y caza talentos que lo estaban mirando, se veían felices y más que satisfechos con lo que veian, además de que logré oír a uno de ellos decir que Jungkook era un diamante que necesitaba pulirse y brillaría.

Eso era una muy buena noticia.

Unos minutos más tarde la prueba había terminado, los hombres llamaron a Jungkook para que se acercará a ellos, todos lo felicitaron y le dieron uno que otro abrazo, hablaron unos segundos con él y después tomaron sus cosas para retirarse.

Solo les tomaban sus datos para luego darles la respuesta si quedaron o no, Jungkook tenía que competir contra otros treinta chicos más, que también eran buenos, pero se que él fue el mejor.

Lo veo correr hacia dónde estoy y no dudo en bajar las gradas para saltarle encima y abrazarlo. Estaba sudado, apestaba en serio, pero eso no me importaba, estaba feliz y eso era suficiente para soportar su hedor.

—Estuviste increíble— festeje mientras reía porque él no me soltaba.

—Me dijeron que tenía una oportunidad, que era en serio muy bueno y que aunque no quedase en esta prueba que no dejara de intentar— la forma en que lo contaba me daba ternura, parecía un niño pequeño.

—Lo ves— lo suelto y acomodo mis lentes —No debes darte por vencido y se perfectamente que lograrás lo que quieres.

Toma mi rostro y se inclina a mi tamaño para darme un beso, podía sentir lo eufórico que estaba. Me encantaba el hecho de que estábamos compartiendo esto juntos, me refiero a la búsqueda de lograr sus sueños, nada me encanta más que la gente que no se rinde y lucha hasta el final por lo que anhela.

—Gracias por estar en esto conmigo— dice luego de soltar mis labios. No era de noche pero podía ver las estrellas brillando en sus ojos.

¿Qué me está pasando? Siento una sensación rara dentro mío que nunca antes había sentido y no estaba enferma, no por lo menos de alguna enfermedad como tal. Desde que me entregué a Jungkook he sentido cosas especiales por él. ¿Será amor?.

Ese sentimiento yo no lo conozco.

—¿Vamos a festejar?— pregunta sacándome de mis pensamientos.

—Claro— respondo con una sonrisa —Pero antes ve a bañarte porque apestas.

Sonríe y asiente;—Espérame en el auto, voy a darme una ducha rápida y voy contigo.

Asiento y cuando quiero irme, toma mi muñeca deteniendo mi andar, lo miro con el ceño fruncido, pero cuando une sus labios otra vez con los míos, entiendo todo. No podía evitar sonreír como una tonta chiquilla enamorada, no entendía que le estaba pasando a mi cordura, yo no soy así, jamás he sido tan susceptible con el orangután.

—¡Ya, vete a bañar!— lo reprendo cuando no me suelta. Ríe y me aprieta más contra su cuerpo, haciendo más presión sobre mis labios para que no aleje.

Da unos últimos pequeños besos y luego sale a correr como un niño que acababa de hacer una travesura. Yo me quedo ahí parada en la cancha viendo cómo se aleja, sintiendo como si muchos animales estuvieran danzando dentro mío, como si hubiera una jodida fiesta con fuegos artificiales.

Algo me pasaba y me preocupaba que fuera porque siento algo más que odio hacia él, hace ya varios días que no quiero golpearlo o que ya no siento un dolor en el estómago cada vez que lo tengo cerca. Jeon Jungkook siempre ha sido el ser que más detesto en este universo.

¿Cómo hizo para cambiar tantas cosas en tan poco tiempo? Solo unos besos y unas caricias fueron suficientes para hacer que mi cerebro dejará de pedirme matarlo cada vez que nos cruzabamos.

Te odio orangután irritable.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀

Eternitely

𝐀 𝐋𝐎𝐒 𝐏𝐈𝐄𝐒 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐍𝐄𝐑𝐃 | 𝐉𝐉𝐊 Where stories live. Discover now