EAGAN.

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PASADO

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PASADO

Me quede observando todo a mi alrededor mientras espero que Skade llegue y por la forma de tirar nuestro lazo sé que está ansiosa y tiene algo importante que decirme, este lugar es algo demasiado especial para nuestras familias da la casualidad que hasta nacimos aquí.

Todo rodeado de árboles, repleto de flores de todo tipo pero en especial las rosas blancas y rojas porque son las favoritas de nuestras madres y de Skade, también tiene una enorme fuente en medio y un delicioso olor a hogar. Nos da tanta paz que si hubiera una guerra afuera y estamos aquí no tendríamos miedo.

El lugar es tan grande que nos tardamos demasiado en recorrerlo, es como un bosque oculto nada parecido al Bosque Sinfín que se encuentra a los alrededores del Reino del Hielo que con solo pasar por sus costados ni siquiera introduciéndote en él se siente la pesadez y el pánico que te causa tanta nieve, tanta oscuridad y por supuesto las montañas que están al fondo de este.

Esas montañas que son legendarias en el Reino del Hielo.

El Santuario no es así porque es el bosque en el cual todos quisieran quedarse y buscar refugio o algunas hierbas que funcionan como medicina.

Un patio de juegos que era de nosotros, la famosa casita que contiene tantos secretos y detalles que solo son míos y de Skade, el acantilado, la cascada y mucho más.

De nuevo los recuerdos me golpean y son tantos que uno muy especial se me viene a la cabeza nuestro primer beso...

Estaba tan contento porque por fin había creado algo por mí mismo para ella, todos los obsequios que le di antes fueron en realidad de mis padres, así que hable con papá...

–Escucha papá, quiero darle algo especial a Skade.

–Compraremos un brazalete nuevo así se lo das.

– ¡No! Quiero darle algo especial hecho por mis propias manos.

–Entonces dale un dibujo, ¡espera! Tengo una mejor idea hazle un arco o un cuadro te compramos los materiales y...

–¡Detente! No me estas ayudando, iré con mamá.

Tome rumbo hacia el jardín encontrándome con mi Reina de Fuego, sentada en una reposera con cinco de las treinta hienas que rescato porque ella es amante de los animales siempre me dice que los ame y respete porque son lo más leal que existen.

Antes cuando ella era solo una princesa los animales aquí eran tratados como basura, como si no tuvieran alma, pero todo eso cambio gracias a ella.

–Mi Reina...

–Mi pequeño infierno, ¿Qué sucede?

–Quiero darle algo especial a Skade, algo hecho por mí mismo. Fui a pedir ayuda a papá y realmente no sirvieron para una maldita mierda sus consejos.

– ¿De dónde aprendiste a decir esas cosas? – me dice con el ceño fruncido.

Una de las hienas se acerca a olfatearme la mejilla pasándome su lengua, se inhibe un poco y suelta un chillido similar a un lloriqueo porque siente la esencia de alguien mucho más poderoso y no soy yo tampoco es Skade, es...

AETERNUSWhere stories live. Discover now