Una gran verdad

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Capítulo 24

¿Había escuchado bien? ¿Mi hijo estaba enamorado de Betty? No era que me pareciera horroroso, pero si extraño. Sabía muy bien los gustos de Armando, y Betty no era una mujer con la cual Armando quisiera estar. Estaba totalmente sorprendido.

Mientras tanto Margarita no podía creer lo que su hijo acababa de decir, ¿se había enamorado de su fea Secretaria? Le parecía tétrico, no podía ni siquiera imaginarlo.

Habitaba un gran silencio por toda la Sala, cada uno metido en su propio pensamiento.
Pasaron solo unos minutos para que el silencio y la tensión se rompiera.

-¿Estas seguro de lo que dices? Estas dando una afirmación muy sería (dijo con seriedad)

-De verdad mamá, por primera vez puedo decir que me e enamorado.

-No lo voy a permitir. Todo esto me parece tan espantoso, tan horrible. No Armando, no voy a llegar tan lejos. (Dijo molesta)

-No me importa mamá, yo voy a estar con ella aun que no lo permitas (dijo alzando la voz)

-¡No le grites a tu madre! (Dijo enojado)

-Sí, lo siento papá, pero no voy a permitir que decidan mi vida, mi felicidad (dijo decidido)

-No esperes que estemos contentos con esta noticia.

-De cualquier forma se que no lo estarán. Jamás me han apoyado y no creo que lo agan ahora.

-Es algo difícil de entender, y más tratándose de ti, jamás te imaginé enamorado (dijo pensativo)

-Al menos con mi apoyo no cuentes (dijo su madre)

-Nunca pensé hacerlo (dijo fríamente)

Margarita decidió dejar la Sala de juntas y se dirigió hacia el taller de Hugo a despejar su mente observando sus diseños, aun no podía creer lo que le había contado su hijo era, muy irreal. Conocía perfectamente los gustos de su hijo, a través de Marcela se enteró de las prestigiadas mujeres con las que el siempre andaba, mujeres hermosas, altas, esbeltas, con esa figura 90-60-90 de modelo y desde luego mujeres finas, de clase, jamás cayó con una mujer de tan bajo perfil, simplemente era imposible de creerlo. Afirmaba que la crisis que tenía su relación con Marcela lo tenía confundido, haciéndole pensar cosas que no podían ser para nada, ella tenía que salvar a su hijo de caer en ese error, por nada iba a permitir que cayera tan bajo y menos por "esa" mujer tan corriente, sabía que después Armando se lo agradecería.

Mientras tanto en la sala de juntas se encontraba un Roberto muy pensativo y un Armando muy serio.

-Armando, hijo ¿estas seguro de lo que dices? Yo no te voy a juzgar, ni mucho menos prohibir tu relación con esa muchacha, pero si quiero asegurarme de que sea verdad lo que dices. Beatriz no es como tus modelos, a simple vista se puede notar que es una joven de casa, no es de esas mujeres que tu buscas para una noche, no me gustaría saber que solo juegues con ella, creo que ya bastante has hecho con lastimar a Marcela.

-Nunca había estado tan seguro papá, jamás e sentido algo así por alguien. Me siento tan bien a su lado, cuando estoy con ella todo a mi alrededor parece detenerse, solo quiero cuidarla, amarla y protegerla siempre. Hay noches en las cuales me gusta imaginar mi vida junto a ella, son momentos que me hacen muy feliz. (Dijo con una mirada soñadora y sonriente)

Verdaderamente estaba sorprendido por lo que le acababa de decir Armando, realmente estaba enamorado, jamás imagino verlo así; por fin había madurado y era algo que le agradaba, se sentía verdaderamente orgulloso de él.

-Veo que estas muy enamorado de ella ¿no es así?

-Lo estoy papá, jamás me había sentido así. Era por eso que me costaba tanto aceptarlo, ni siquiera estaba seguro si era amor lo que sentía, pero ahora se que es así. Por primera vez me enamoré.

-Me alegro que por fin encontrarás a la persona que te de la felicidad que buscas, hijo, tienes todo mi apoyo.

-Gracias papá, espero que pronto mamá también lo pueda entender.

-Dale tiempo, solo hay que dejar que se de cuenta. Por lo pronto hablaré con ella.

-Gracias papá, de verdad tu apoyo significa mucho para mí.

-Lo se hijo, lo se, te prometo que ahora en adelante las cosas van a cambiar. Por ahora me voy a casa con tu madre; espero que puedas hablar buen con Marcela.

-Esta bien papá, de cualquier manera lo hiba a hacer, quiero terminar con Marcela en Buenos términos y que no se lleve una mala impresión de mí.

Roberto sale de la Sala de Junta para irse junto a Margarita, mientras que en la Sala de juntas se queda un Armando pensativo, jamás imagino que contaría con el apoyo de su padre, pensó que al igual que su mamá le reclamaría el hecho de dejar a Marcela y le daría la espalda como siempre, pero no fue así. Y era algo que lo hacía sentir mejor, ya no se sentía solo en esta batalla, ahora sabía que podía contar con él.

Al llegar la tarde Armando se fue directamente al departamento de Marcela, estaba decidido a hablar con ella. Todo el trayecto hacia su departamento hiba pensando en todo lo que paso hoy, en las palabras de su mamá, en las de su papá, y en las de la propia Marcela, le tenía un gran aprecio, estaba consciente que no merecía lo que le estaba haciendo y menos la canallada de solo terminarla en la Junta y dejar las cosas así como sin nada, sin dar ninguna explicación, sin decirle un por que a todo, el quería terminar en buenos términos.
Por un momento se estacionó afuera antes de entrar al edificio en donde se encontraba el departamento de Marcela, estaba nervioso, no sabía cómo empezar ni como decirle las cosas sin lastimarla más de lo que ya lo a hecho, pero sabía que era lo correcto, era lo mejor para los dos. Antes de bajar de su carro miro la foto de Betty que siempre cargaba con él para darse un poco más de valor.

-Por fin llegó el día mi Betty, a partir de hoy tu hombre será totalmente libre, ya no tendremos que escondernos más. Si por lo menos supiera en donde éstas.

🦋

(@bettyfolklore)

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