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La voz de Niall se escuchaba tras la puerta de la habitación de Harry, y era un murmullo apenas audible para un rizado que estaba en el quinto sueño.

Harry sentía unas pequeñas y cálidas manos aferradas a su cintura; una de ellas estaba posicionada de tal forma que su dedo pulgar le acariciaba suavemente el abdomen de arriba a abajo, deteniéndose en la parte baja, y se sentía tan bien después de todo, que no tenía ánimos para abrir los ojos.

Él realmente no podía explicar lo mucho que había necesitado eso todo ese tiempo, incluso una sonrisa involuntaria se deslizó por sus labios mientras ronroneaba y acomodaba su cabeza sobre el pecho de la persona que lo estaba abrazando con esas ganas que parecían dignas de un sueño.

Pero entonces, como si fuera un rayo, la conciencia le golpeó la cabeza.

Entonces abrió los ojos, sobresaltado porque pasó la noche con alguien más que no era su futura esposa y Niall estaba afuera.

Saltó de la cama como si fuera impulsado por un resorte y su rostro se transformó en una mueca de horror total cuando miró hacia abajo y descubrió su cuerpo desnudo, más aún cuando se encontró con las marcas en sus muslos y ni siquiera se atrevió a verse el pecho, porque aún tenía el recuerdo latente de los labios de aquel extraño besando su piel la noche anterior.

Estaba tan perdido horrorizándose y buscando buenas excusas en su cabeza, que ni cuenta se dio que el otro se había despertado y lo miraba como si jamás hubiese visto cosa más linda que Harry.

—Buen día.—el desconocido le susurró, con esa voz ronca que hacía que a Harry le temblaran las piernas y se le sacudiera el corazón en el pecho de una manera que no le dejaba tiempo para pensar en algo que no fueran sus ojos azules hinchados y su sonrisa cansada, en los destellos dorados de su cabello que se encontraba totalmente desordenado y en la infinidad de tatuajes que tenía desparramados en cada rincón de su dermis bronceada.

Harry volvió a la realidad cuando escuchó pasos acercándose a su habitación, más aún cuando también logró  reconocer la voz de Liam tras la puerta.

Estaba metido en el medio de un quilombo del que no sabía si iba a poder salir, pero de todas maneras no era importante en ese momento, cuando el extraño estaba empeñado en recorrerle el cuerpo con los ojos, sonriendo con esa autosuficiencia que le generaba ese nudo en el estómago a un Harry que ni siquiera estaba arrepentido de haber pasado una noche con él.

Agarró las sábanas en un ataque de histeria, porque si fuera por él dejaría que el otro lo arrastrara a la cama otra vez, incluso le pondría llave a la puerta y la tiraría por el inodoro para que no hubiera forma de salir de allí, pero él sabía que no podía hacerlo, que estaba por casarse y que debía salir de ahí antes que cualquiera de sus amigos entrara a buscarlo.

Incluso estaba por hacerlo, pero la puerta fue abierta de par en par, y lo que atinó a hacer fue taparse la cara con ambas manos, porque la vergüenza de que lo vieran no sólo desnudo, si no con alguien más, acababa de pasar, y para colmo no sabía qué decir ante esa situación.

Porque sí, había engañado a su futura esposa, y con un hombre.

Lo mejor del amor. [L.S] ✔Where stories live. Discover now