Me perteneces [Hiatus]

LA PERSONA A QUIEN AMO.

Habían pasado dos semanas desde aquel mal entendido. Lan Xichen sabía que Jiang Cheng regreso hace dos semanas y que se encontraba en casa, pues su hermano al enterarse por parte de Wei WuXian le dió esa información. Sin embargo Jiang Cheng no se había presentado en su hogar, no había contactado con él y nunca respondió al último mensaje que él envío.

¿Esto significa que su relación ha concluido?

¿Ya no había nada más que hacer?

¿Esté es el fin?

Le es imposible creerlo pues durante mucho tiempo el Lan se había hecho a la idea de una vida junto a Jiang WanYin. Despertar todos los días a su lado, salir de compras juntos y cocinar para el menor, tener discusiones por razones tontas pero resolverlas con besos y palabras dulces.  Eran tantas cosas que imaginó vivir junto al hombre que ama. Pero ahora, parecía que ya no había más por hacer, no existía un juntos por siempre.

Dejo de ir a la escuela, pues no encontraba más pretextos para estar ahí. Aunque podría encontrar un trabajo como profesor, decidió no hacerlo porque no era algo que realmente le gustara. Estos días su humor era malo por lo que decidió limpiar la casa (no es que está estuviera sucia, eso no sería algo propio de un Lan, pero lo que Xichen necesitaba era tener la mente en cualquier otra cosa).

Se encontraba fregando los pisos por tercera vez cuando el sonido del timbre se hizo presente interrumpiendo así sus deberes. Poniéndose de pie se acercó a un buró que se encontraba en la sala para tómar un pañuelo y limpiar el poco sudor que tenía en la frente; después de eso se dirigió a la puerta de su hogar y al abrirla se encontró con un par de hermosos ojos violáceos, aquellos que le habían cautivado desde el primer momento que los vió y los que le transmitían una gratificante sensación de paz, esa mirada que le decía "todo estará bien", sin embargo, está vez había algo diferente en ellos.

El único sentimiento que transmitía esa mirada era tristeza, aunque por alguna razón Xichen podía sentir otra cosa, ¿cariño? ¿anhelo tal vez? —A-Huan — Jiang Cheng pronunció antes de romperse en un sollozo silencioso pero desgarrador para el mayor.

— A-Cheng— dijo Lan Huan, de inmediato rodeo al contrario con ambos brazos envolviéndolo en un fuerte abrazo. En ese preciso momento los sollozos de Jiang WanYin por fin producieron ruido. Su llanto solo logró llenar de impotencia al Lan quien, cómo pudo, los introdujo a ambos a la residencia, dirigiéndose al sofá para sentarse y por fin charlar sobre lo que había pasado.

Ambos hombres permanecieron así por veinte minutos aproximadamente.

No fue hasta que Jiang Cheng logró calmarse, que Lan Xichen se animó a hablar de nuevo — Baobei ¿Qué sucede? ¿Estás bien?— Sabía que la respuesta era un rotundo no, Jiang WanYin no estaba bien, por ello trato de abordar la situación de manera tranquila aunque ese sentimiento de tranquilidad no estaba dentro de él.

El menor tenía la cabeza recostada sobre el pecho del Lan. Había estado separado de este hombre por más tiempo del que le hubiera gustado, así que como pudo se apego más a Xichen y abrazo su torso con más presión de lo que hizo al principio. Al cabo de otro par de minutos Jiang Cheng analizó la posición en la que se encontraban ambos.

No supo en que momento pero él y Xichen ya estabas acostados sobre el sofá. El cuerpo del mayor estaba debajo del suyo y evidentemente Jiang Cheng estaba encima acostado. El menor sintió su rostro arder e instintivamente trato de levantarse para evitar esa postura, sin embargo el Lan le detuvo. Lan Huan colocó una de sus manos sobre la cabeza del Jiang justo en el momento en que este quiso distanciarse — No te muevas— dijo — Solo, quédate así por un rato más. Permíteme sentir que todo está bien, que tú y yo estamos bien y que... eso no pasó.