El beso.

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Sonando de fondo:
Vaya Con Dios -– Je L'aime Je L'aime

- ¡Se ti muovi ti uccido!

T/n esperaba impacientemente a que el elevador se detuviera y la campanilla anunciara su llegada al nivel C5. Algunos gritos se escuchaban desde el exterior, y una vez tocaron el piso, las personas a bordo del ascensor avanzaron por un largo pasillo lleno de camerinos hasta llegar al final de este, donde un grupo de personas formando un círculo se intercambiaban gritos.

-Se muoio la folla sarà nei guai.

Un hombre se encontraba en el centro del un grupo de personas, entre ellas guardaespaldas, rehenes e integrantes de la mafia. Una vez las personas antes en el elevador estuvieron lo suficientemente cerca para ver exactamente lo que ocurría, lograron observar a Oikawa y Kuroo mirando directamente a un hombre golpeado, amenazando y defendiéndose de los guardias.

-Una volta che mi alzerò ucciderò ognuno di-

Kuroo lanzó una patada hacía el estómago del hombre cortándole así sus palabras. Antes de que pudiera lanzar algún otro golpe, T/n había atravesado la pared de personas entrando en el círculo al reconocer que el hombre en el suelo era uno de los rehenes del barco, en específico, aquel que había hablado de mal humor el primer día que ella había llegado al Atlántico.

- ¡Kuroo!

La chica no se acercó demasiado, pero los dos hombres podían verla perfectamente con ambos ojos. Los guardaespaldas que se encontraban ahí apuntaron por primera vez a la chica, causando que retrocediera un poco.

-T/n, este no es asunto tuyo.

Oikawa habló sin cuidar su tono, ignorando el rostro preocupado de la mujer.

-Sé que no lo es, pero prometiste que no lastimarías a ninguno de los trabajadores del Atlántico.

-Prometí que no los heriría, pero esa promesa se rompió desde el momento en el que este hombre le puso un dedo encima a Kuroo.

T/n supo que parte de su lógica tenía sentido, y decidió solamente expresar su sentir al ver al Underboss sano y salvo.

-Kuroo... me alegra que estés bien.

Ante el comentario de T/n, nadie agregó nada más, solamente las miradas chocaban. Hace unos segundos, la periodista planeaba rescatar al hombre en el suelo, y ahora, la mujer simpatizaba con la mafia. Después de aquello, Oikawa hizo una señal con su mano indicándole a los guardias que bajaran las armas.

-Llévenlos ambos a los cuartos del piso C6.

Sin más preámbulos, los guardaespaldas tomaron al rehén y a T/n alejándolos del círculo para llevarlos al ascensor con dirección al piso C6, el subsuelo.

-T/n, tienes que aprender a mantener tu boca cerrada cuando estemos tratando un asunto personal. Después hablaremos.

Finalmente y dejando de cruzar miradas con el jefe del barco, fueron introducidos al elevador, únicamente siendo observados por Kuroo, quien silenciosamente recordaba las suaves palabras de la chica.

En uno de los pasillos llenos de tuberías y sonidos provenientes del Atlántico, se encontraban algunos cuartos de máquinas en los cuales se regulaban el agua, los líquidos de transmisión petroquímica y gases. En estos, T/n y el hombre fueron encerrados separados el uno del otro.

La mujer no tenía nada que decir ante la situación, pues sabía que lo que había hecho le podría haber constado la vida. El cuarto era obscuro y con un olor peculiar, demasiado extraño como para que la periodista pudiera reconocerlo. Aún en esas pésimas circunstancias, la mujer se sentó en cuclillas tratando de descansar su cabeza del olor penetrante.

As de Picas- Haikyuu. [Oikawa x T/n]Where stories live. Discover now