" SOMBRA " .

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-Es muy curioso que encontraras el collar del perro en lugar del perro-, sonrió ligeramente de lado acercando las muestras al microscopio.

-¡Yo nunca dije que ese collar fuera del perro que vi!. Cabe la posibilidad de que sea de otro perro que también viviera en la casa.

-¡Ja!, tienes razón Teo- Respondió André luego de retirar la mirada del lente del microscopio y tallarse los ojos para colocarse los lentes nuevamente.

Teo era como le llamaban de cariño las personas cercanas a él y a pesar de que André era uso años mayor que él o lo parecía. Era un hombre bien parecido y traga años. Su buena apariencia a veces hacía que Tadeo no se sintiera muy cómodo cuando lo llamaba así, pero eso a André le tenía sin preocupación, a él le daba igual llamarlo por su nombre de pila o por su nombre cariñoso.

André girando un poco en su banco soltó si más, -¿No has pensado que lo que está detrás de esto puede ser más que un simple collar y un perro asustador de mujeres nocturno?-.

Tadeo miró con extrañeza por uso segundos al hombre de suéter con cuello de tortuga negro, pantalón gris y bata blanca.

Por el tono de voz que el laboratorista había empleado podría decirse que estaba afirmando discretamente algo que Tadeo estaba pasando por alto.

-¿A qué te refieres?- Acertó a preguntar a lo que su contrario respondió.

-Sabes que he trabajado aquí desde que inicié mi carrera haciendo autopsias para después especializarme en toma de muestras y análisis de las mismas. Hace ya tiempo de eso-, Dijo mientras se ponía de pie y se recargaba en un anaquel metálico frente al oficial para continuar.

-Tengo un colega forense que es parapsicólogo y gracias a los casos que ha ayudado a resolver, mi interés por las cosas que no tienen una razón lógica aparente ha incrementado de unos años para acá-.

Tadeo sabía que André no era afecto a tocar el tema de la religión. Era el clásico escéptico al que le gustaba tener pruebas sólidas para reafirmar algo y darle credibilidad y sustento a los casos que solicitaban su ayuda. Sin embargo no quiso perder la ocasión para bromear la científico.

-¿Esto tiene que ver con que le pones polvo energetizante ultra vitaminado a tu café doble de las mañanas?- Le dijo.

El hombre lo miró divertido con una expresión sonriente e su rostro para después transformarse en una expresión sombría.

-¡No. Ese argumento está fuera de lugar en esta conversación!- Contestó tratando de mantener su expresión seria lo más que pudo antes de dejar escapar su risa clara y cantarina.

La risa de André era tan fuerte que de haber tenido un martillo sujeto a la garganta, seguramente hubiera roto cualquier superficie que se encontrara cerca, incluido a su acompañante y amigo Tadeo.

-Ya en serio- Retomó la conversación el laboratorista después de dar varias bocanadas de aire para controlar su risa.

-Voy a hablarte de esto porque estoy de buen humor y porque probablemente te ayude a comprender mejor la naturaleza que intuyo tiene tu caso y pensándolo bien, tomar mi café doble por la mañana en efecto me alegra el día-.

El hombre de bata blanca se acercó a un archivero de madera.

Al abrir uno de los cajones de entre los primeros expedientes sacó una libreta de pastas gruesas color verde.

Al empezar a hojear rápidamente la libreta dijo, -Eso que me dijiste me suena conocido-.