Emma.
Me pongo de pie, camino hasta la cocina y es que hoy estoy sola, muy sola. No hay nadie más en este lugar. Estar sola me hace pensar de más, y odio tanto eso.
Llegó a la habitación principal, me siento en el sillón. Miro mi móvil y este empieza a sonar. Es Luciana.
—Hola —saludo.
—Te dije que lo único que no tenías que hacer era meterte en problemas —regaña—. ¿Qué fue lo que hiciste?
—Me metí en problemas —digo orgullosa.
El sentimiento de culpa no es algo que conozca en estos momentos. Merezco ser feliz con lo que a mí me gusta, y para la mala suerte de muchos, a mí me gusta Christopher Morgan.
Hay noches en las que quizás me siento tan lejos de aquí, pero tan cerca de alguna manera. Noches y noches en vela. Me despierto pensando en que hago con mi vida, se supone que ya estoy con quién quiero, pero el dolor no desaparece, quizás nunca lo hará y el hecho de tener que hablar con Christopher de eso me aterra. Sé que me comprenderá, pero es difícil no tener miedo de eso.
Hay dolor, pero jamás sentimiento de culpa por lo que he hecho en estos meses en Londres. Soy sargento, y tengo lo que quiera. Les guste o no.
—¡Es el novio de tu hermana! —grita.
—Es el mío —corrijo.
—Emma no acabes con mi paciencia —advierte.
—No planeaba hacerlo.
—Te quiero en Phoenix —abro los ojos como platos.
Eso no pasará en un largo tiempo, no iré a Phoenix, no con ellos haciendo toda mi vida. Estoy cansada de eso, he tenido unos buenos meses sin eso y no volveré. Luciana ama controlar todo, y mantener el apellido en alto. Estoy cansada de tener que hacer lo que ella y Rick quieran. Ahora yo quiero hacer mi vida, quiero hacer lo que me gusta, quiero estar con quién a mí me plazca.
—Primero muerta —es lo último que digo.
Camino por la casa, no se que hacer. Maldito día, solo quiero que Christopher llegué. Me acuesto en la cama, miro el móvil. Una llamada entrante, sonrío.
—Emma —saludan en cuanto contesto.
—Alec —saludo con alegría.
Hace mucho tiempo no hablaba, ni tenía contacto con Alec.
—¿Cómo estás? —pregunta con nota divertida.
—Feliz —recuerdo cada cosa que he pasado—. Muy feliz.
—¿Segura?
—El dolor siempre está —chasqueo la lengua.
—Tienes razón, pero no está mal ir al psicólogo —me recuerda.
—Si, lo sé —suspiro.
Quizás deba hablar con Christopher. Es justo que sepa por lo que paso, o lo que me pasa. Noches en vela que he pasado, y se que él me mira, él me escucha, sin embargo me da el espacio para mí misma y eso es algo que amo de él.
—Debo contarte algo, Emma —me saca de mis pensamientos.
—Cuentame —lo ánimo.
—Ya habrá tiempo —ríe—. Será emocionante.
—Me dejas un sin sabor.
—Tranquila, queda toda la vida para que sepas la verdad de mí.
¿Hay algo de él que no se?
Seguimos hablando por un rato, no tengo mucho que hacer. Escucho un ruido fuera...
—Ahora te llamo —cuelgo.
La puerta se abre, y cuando pienso que es Christopher... entra Gema y Rachel...
Rápidamente tomo el arma que se encuentra en el cajón de la mesita de noche. La cargo sin dejar de verlas. Gema es la primera en abalanzarse. Golpeó su rostro, me pongo de pie, Rachel es la siguiente en proporcionar un golpe en mi costilla derecha. Grito al sentir el dolor.
Con la parte trasera del arma, le doy en el pómulo, pateó su costilla izquierda, me doy vuelta, dónde Gema se abalanza una vez más sobre mi, su puñetazo no llega a mi mejilla, ya que el golpe del arma la silencia. Justo en el brazo. Una patada en la espalda me hace ir para delante, me doy vuelta, y Rachel está de pie frente a mi.
Apunto el arma, sin embargo ella lo hace primero, dando un tiro en mi pierna. Gruño ante el dolor. Doy un tiro, pero este no llega, solo raspa su camisa.
—Te dije que él es mío —habla llena de furia.
Me pongo de pie con rapidez, evitando a toda costa el dolor. Cuando voy a dar un golpe, ella solo lo evita, y sale con rapidez. Me doy vuelta para enfrentar a la otra perra que sigue ahí, mi pierna duele como el demonio.
Pateó su mejilla una vez más, bajo mi cuerpo, hasta quedar sentada en su estómago, empiezo a lanzar puñetazos a diestra y siniestra.
—Te dije que no jugaras conmigo, bastarda —repito hasta que siento mi garganta secarse, y mis cuerdas vocales doler.
Su rostro es irreconocible, solo es un montón de sangre. Sigo dando puñetazos, pero el sonido del arma me deja estática. Abro los ojos y la miro fijamente. Bajo la mirada, me duele. La sangre brotando de mi estómago, presiono con fuerza el área, las lágrimas escapan de mis ojos. No puedo morir aún, no es mi momento...
Miro a Gema, ella solo está tirada ahí, sin moverse, el arma en su mano. Muerta. La mate y ella hizo esto también. Me pongo de pie con dificultad, siento el sabor metálico en mi boca. Salgo de la habitación, intento ubicar la salida. Todo me da vueltas, no se en que parte estoy, pero duele la herida. Siento mi pierna palpitar de dolor. No puedo morir, tengo miedo a morir aún. No puedo morir y dejarlo solo, dejarme sola, sin ser salvada.
Mi cuerpo se desploma, cayendo en el suelo. Mis párpados pesan...
Nota.
Así señoras y señores es como yo lloro:c
Chao.
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Empher#1 (Christopher X Emma)
Fanfiction🔥Fanfic de la trilogía pecados placenteros y la bilogia dominio. De Eva Muñoz 🔥 Emma James, la menor de la James. Ella sabe que su vida tiene un rumbo, rumbo que sus padres decidieron, no hay mucho que hacer. Aunque siempre llega alguien que te ha...