¿Alguna ves has sentido una mirada de lujuria?
Pues yo si, y la siento cada vez que sus ojos me miran para mandarme un mensaje que solo yo sabré descifrar.
¿Cómo llegué a esto? Creo que para contestar esto tendría que retroceder unos cuatro años.
Se...
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Pov. Lía Grey.
Despierto por culpa de un sonido que me causa un leve dolor de cabeza, pero no abro mis ojos, dejo que el calor que desprende Jackson me arrope.
- Bonita, buenos días - escucho que dice mientras acaricia mi cabello que cae en mi frente - Despierta, que es hora de ir a trabajar.
Abro los ojos y lo primero que veo es a un atractivo hombre de piel bronceada y ojos verdes, tiene una sonrisa ladeada y el cabello enmarañado.
- Buenos días. - digo con voz ronca.
- Buenos días de nuevo hermosa. - agacha su rostro y deja un casto beso en mi boca
« Ve a bañarte en lo que yo hago el desayuno - dice mientras se para de la cama.
- Sí capitán - hago una seña militar - en diez minutos estoy lista.
- No te apresures tanto coronel, tienes media hora.
Ríe y sale de la habitación.
Ese hombre es hermoso.
Me levanté con pereza de la cama y una vez de pie me estiré. Busco con la mirada la puerta del baño y para mí sorpresa hay dos, camino a la más cercana y al abrirla me encuentro con un closet del tamaño de mi habitación, del lado izquierdo están todos sus trajes, del derecho todas su ropa casual y enfrente está llena de tenis y zapatos de vestir.
- Wow yo también quisiera un closet así.
- Maravilloso verdad - la voz de Jackson me hace sobresaltar - No te espantes fresita, solo vine porque me acordé que no te di esto - dice extendiendo su mano, la cuál tiene una bolsa.
- ¿Para mí?
- Si abrela. - le hago caso y me encuentro con un bonito conjunto formal de tres piezas color amarillo.
Este hombre si tiene buen gusto
No tanto, si lo tuviera ya estaría enamorado de nosotras.
Eso mamona.
- Está bonito, gracias.
- No es nada, ahora sí métete a bañar.
Se va y ahora sí me meto a bañar. Dejó que el agua descontracturé todos los golpes de ayer, lavo mi cuerpo con toda la rudeza que puedo tratando de quitar las asquerosas manos de Paolo de mi.
Media hora después estoy desayunando con mi jefe.
- Ya viste la última noticia del candidato a gobernador - preguntó sacando su vista del periódico.
- La verdad es que no, realmente no tengo tanto tiempo como piensas.
- ¿No?
- No, solo imagínate que yo tengo que cuidar a tres niños sola y eso implica darles de desayunar, vestir los, llevarlos a la escuela, ir a buscarlos, darles de comer, llevarlos a sus actividades extra, ver qué se bañen, darles de cenar y acostarlos. Eso sin contar el doble trabajo que hago en la empresa.
