Capítulo 5: pesadillas

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Harry no pudo dormir esa noche, en su mente se repetía en bucle las palabras de su profesora Mcgonagall " Mañana el tren vendrá a buscarlos mañana por la mañana luego del desayuno".  Estaba aterrado de volver con los Dursley , sabía lo que le esperaba en la  casa de sus tíos y realmente aún no había curado del todo su cuerpo como para poder recibir más azotes con un cinturón. Se dio la vuelta hacia el otro lado quedando de frente a la ventana.  Harry recordó su último día con sus tíos, como para darle una despedida su tío lo había golpeado, cuidadosamente en lugares donde no fueran visibles para los demás. Aún así tuvo que soportar los golpes y al día siguiente casi no se podía mover. También recordó como su tío lo había amenazado que cuando volviera le quitaría lo "raro" a golpes.
Volvió a la realidad cuando noto una nariz húmeda que se presionaba contra su mejilla, aún con sus ojos llenos de lágrimas logro notar el manto blanco de Príncipe, que se había quedado a dormir junto a él esa noche. Sabiendo que el gato no le gustaba que lo tocaran, lo apartó delicadamente y se dio la vuelta aún llorando en silencio. El gato salto hacia el otro lado y se echó a su lado haciéndole compañía, observándolo casi con preocupación, Harry estiró lentamente la mano y la dejo en el aire, príncipe observó la mano en el aire del niño y luego de unos segundos coloco su cabeza en el hueco de su mano para que lo acariciara. Ese pequeño acto hizo sentir casi bien a Harry, a pesar de que ya era pasada la medianoche, Harry diría casi las dos de la madrugada, el niño observó al gato que lo miraba con atención y se acercó a limpiarle las lágrimas con una de sus patitas

— estoy bien. Solo es que.. no quiero regresar con mis tíos — susurro el niño

El gato lo miro inquisitiva mente

— nunca me han querido sabes? Desde que tengo memoria siempre he sido yo el que me encargo de todas las tareas de la casa— explicó el niño — rara vez puedo comer algo, tengo que usar las ropas de mi primo  porque mis tíos no me quieren comprar ropa nueva. Ya que dicen que gente como yo no merece nada de nada. Ni ropa, ni comida... Ni una familia, ni nada... —

Las lágrimas brotaron devuelta y se tapó la cara con la mano, hasta que sintió una pata muy grande y peluda que le quitaba el brazo de la cara. Príncipe se recostó aún más cerca del niño para brindarle calor y algo de consuelo. Vio como había unos libros debajo de su almohada, para su sorpresa era de pociónes, su materia. Harry noto que el gato miraba los libros

— es pociones — comento Harry al gato— es una materia interesante. Aunque es díficil mantener el interés cuando el profesor te odia

Príncipe lo miro atentamente, pareciendo interesado en esa materia en particular, o en saber más de dicho profesor

— el profesor se llama: Severus Snape. Es un buen profesor la verdad. Pero creo que me odia, no se porque. — comento Harry con una mirada inocente — creo que es algo de mis padres, o de mi padre, según lo que me dijo el profesor Dumbledore—

El gato dio un pequeño maullido

— pero no lo sé. Nunca supe nada de ellos hasta que vine a Hogwarts. Mis tíos decían que eran unos alcohólicos y que murieron en un accidente de transito— termino de explicar Harry

El gato siseo enojado ante esto último contado por el niño. Pero vio como el niño de once años bostezaba cansado. Se acomodó cerca de él y vio como este se quedaba dormido de a poco. Había logrado su objetivo, saber algo más de la vida hogareña de Potter. Pero necesitaba más pruebas, pruebas que pudiera presentar ante el Ministerio de magia y ante Dumbledore para remediar la situación del niño, poder ayudarlo. Y ahora que Hogwarts estaba puesto en cuarentena iba a ser el trabajo mas difícil para el... O tal vez no. Podía ir a casa de Potter como "mascota" de este, así podía observar de primera mano como era tratado en su casa y así tener los recuerdos necesarios y exactos de lo que pasaba Potter. Miro al niño dormido y se maldijo a si mismo. Odiaba tener que fingir ser la mascota de Potter y odiaba aún más el hecho  sentir  cómo se veía reflejado en el niño, sus infancias habían sido increíblemente  parecidas y Harry estaba tan roto como el cuando inicio Hogwarts. Aunque el tenía una ventaja, tenía a Lily cómo amiga en ese entonces, podía superar los malos tratos de su padre reuniendose con ella en el parque cerca de su casa. Pero Potter paso su infancia solo, soportando los malos tratos de su "familia" sin nadie que lo ayudara, hasta que llegó a Hogwarts y conoció al resto del trío de oro. Podía ver cómo Ron y Hermione eran unos buenos amigos, leales como un Hufflepuf, y eso era algo bueno porque el niño necesitaba alguien que lo apoyará como el tuvo a Lily en su momento. Un movimiento en la oscuridad llamo su atención, miro hacia una esquina de la habitación y noto a un búho nival que lo miraba atentamente. Esa no era la mascota de Potter? Podría hablar con ella?
Se bajó de la cama de un salto, sin hacer ningún ruido sus patas tocaron el suelo y se acercó al búho que estaba posado en el respaldo de una silla

Hola " intento decir Snape, se sentía bastante tonto haciendo esto

Hedwig lo miro mal por unos segundos

" Mago. Que quieres con mi cria? " pregunto Hedwig molesta

" Sabes quién soy. Solo quiero ayudarlo a mejorar su situación "

Hedwig lo miro con desconfianza

" Lo odias desde el primer día. Solo por su padre "

" No lo odio. Si lo odiara no buscaría ayudarlo y lo sabes "

Hedwig esponjo sus plumas

" Bien. Que harás al respecto?"

" Acompañaré a Potter hasta su casa y veré por mi mismo su situación"

Hedwig ululo afirmativamente y salió por la ventana que estaba abierta. Príncipe se volvió a acercar al niño dormido y se acomodó a los pies de la cama.
A la mañana siguiente ( y luego de varias pesadillas de Potter )  Ron vino a despertar a su amigo temprano para ir a desayunar. Harry se vistió y bajo con sus amigos seguido de Príncipe muy de cerca. Ron y Hermione intentaron animar a su  amigo pero este no quería hablar de nada. Al final desistieron y como consuelo le dijeron que Hogwarts volvería a abrir sus puertas en algún momento.  Luego de desayunar que fue un momento bastante triste para algunos estudiantes que les gustaba pasar la Navidad en Hogwarts, cada alumno se fue a buscar sus cosas a sus salas comunes. Luego todos bajaron al vestíbulo y salieron de Hogwarts dirigiéndose hacia la estación donde esperaba el tren. El trío fue el último en abordar, cuando Harry estaba por subir un maullido lo saco de sus pensamientos, se giró y vio a Príncipe ahí sentado, mirándolo fijamente

— que haces aquí? No puedes venir conmigo — comento Harry al gato, este se acercó a él aún más

Ron asomó su cabeza por la ventana

— creo que sería bueno que te lo llevarás a tu casa— dijo Ron mirando al gato— es seguro más grande que tú tío y podrá ayudarte

Hermione también asomó la cabeza

— estoy de acuerdo. Y aparece haberte tomado cariño Harry — opino Hermione con una sonrisa traviesa

Príncipe le lanzó una mirada de advertencia a la bruja, a cambio recibió por parte de la niña un guiño con una semi sonrisa. Por lo menos sabía que la pequeña bruja estaba de su lado. Siguió a Potter al interior del tren y se echó en uno de los asientos del tren al lado de su " dueño". A Ron solo le quedó un pequeño espacio para sentarse, y cuando se quejó el gato lo araño la pierna, aunque no muy profundo para no lastimarlo mucho. Harry miraba al gato con cierto temor, príncipe se dio cuenta de esto

— mis tíos me van a matar — susurro el niño aterrorizado — ya odian a Hedwig, obligándome a dejarla encerrada todo el verano en su jaula. Que harán con el? —

El gato blanco entrecerró los ojos y miro a la lechuza que le lanzó una mirada de "que esperabas?" Mientras ululo indignada. Severus sabía que le esperaba una estancia complicada en los Dursley, pero si de algo estaba seguro es que no dejaría que ese idiota que Potter tenía como tío le hiciera daño a Harry. No si el podía evitarlo.

OoO

Es todo por hoy. Próximo capítulo: Los Dursley "reciben" a Harry .

Príncipe De Medianoche. Harry Potter Where stories live. Discover now