4. ¿Dónde está la reina?

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—¿Falta mucho?— se quejó mi hermana mayor.

—Ya casi. No seas floja.— le dijo Edmont

Caminamos unos minutos más hasta que nos avisaron que llegamos a donde pasaríamos la noche. La casa era grande y por dentro muy bien adornada.

—¡Nani! ¡Jennie!— gritó Ryan.

De repente una chica de cabello negro,  ojos verdes y cuerpo delgado bajó las escaleras.

—¡Nani, ya llegaron!—gritó esta— Hola, mucho gusto, soy Jennifer. Soy una loba en entrenamiento para ser guardia real. Ella es Nani. Es una vampira y también está en entrenamiento.—señaló a la chica que acababa de bajar.

—Hola.— susurró sonriente la última.

—Yo soy Daria. Ellas son mis hermanas Eshle y Dasha. Ellas son Kathy, Karly y Daniela.

—Entonces ustedes son las tres hijas de la reina.— asentí hacia Jennifer.

—Jennie les mostrará sus habitaciones.— nos dijo Nani.

Después de que Jennie nos mostrara las habitaciones me dí un baño y me dormí profundamente.

—Despierta.— me susurró una voz.

Me removí pero no contesté.

—Dashery despierta.— me susurró dándome un pellizco haciendo que de un brinco cayera de la cama.

Miré a la causante de todo esto.

—Kathya Sawyer ¿Por qué me despiertas a esta hora? y no me digas Dashery.

—Es tu verdadero nombre.— giró los ojos y me ayudó a levantarme.

—¿Que quieres?— le pregunté.

—Ya nos vamos al castillo.— frunció el ceño.—¿Imaginas que vayamos en unicornios o algo así de loco? Cuando dijimos que vendríamos pensé que sería más como una película. No lo sé, ver hadas volando alrededor. Gente vestida como en la época victoriana.

....


—No. Puede. Ser.— dije al ver lo que había en el establo.

Efectivamente unicornios y pegazos.

—¿Los unicornios hacen caca arcoiris?— preguntó Daniela haciendonos reír.

—Aveces.— dijo Jennie divertida.

Todas paramos de reír para mirarla raro.

—¿Qué?— susurró Karly.

—Nuevo trauma.— afirmó Kathy.

—Igualmente— le dije.

—Me pido el unicornio azul.— chilló Eshle sorprendiéndonos.

.....

En algún lugar:

Mientras que las amigas se preparaban para ir al castillo donde se encuentra la familia de las trillizas, en este lugar muchos ansiaban la llegada de las herederas.

Muchos. Porque a otros como al principe les desagradaba la idea de tener a sus hermanas de vuelta.

Él sabía que la reina deseaba ver a una de sus hijas como la nueva reina que debolvería la estabilidad a Corona Verde y le molestaba que su madre ni siquiera había pensado en el como futuro rey.

Cegado por la rabia y las ganas de poder entró a la habitación donde descansaba su madre.

—¡Ni siquiera has pensado en mí!— le gritó el.— Siempre con esa idea de que alguna de tus hijas podría reinar pero ¿Enserio alguna vez pensaste en mí?

—¿Que..?— el no la dejó terminar atravesándola con su espada.

—No creas que no sé que mi padre es diferente a nosotros. Eres una mentirosa. ¡Mi padre es un licántropo ¿Cómo es que te casaste con alguien de otra especie?— le volvió a gritar mientras que a la reina le salía sangre de la boca.—¿Te diste cuenta de que dos de tus hijas tienen genes de otra especie que no es la tuya?

Antes de morir la reina Endill Morrison escuchó como su propio hijo le gritaba a la cara sus propias mentiras.

—Ninguna de ellas tomará el trono mientras yo viva.—le susurró.

—En tu destino nunca estuvo vivir por mucho.— fueron sus últimas palabras provocando la ira de su hijo.

Ese día el rey encontró a la mujer por la que arriesgó todo y amó hasta sus últimos momentos. El lloró desconsolado.

—Te prometo hacer de tu último deseo realidad. Nuestra hija será una verdadera reina.— le susurró acurrucandola en su pecho.

El alma de la reina se fué de su cuerpo, el cuál se encontraba en los brazos de su amado.

Dasha

Un unicornio fue mi compañero de viaje. Era blanco y hermoso. Miré hacia lo que tenía en frente. El castillo era muy grande. Mis hermanas y las demás chicas caminaron hacia y la puerta y las seguí.

Los hechiceros raros se quedaron en la casa de Jennie. La puerta se abrió cuando Nani puso su mano en ella.
¿Magia o tecnología del futuro? Ni idea.

Por dentro se veía aún más grande. El vacío lo hacía ver grande.

—Bienvenidas al castillo de Corona Verde. Soy Arel, el consejero real. —dice un hombre de mediana edad que apareció de la nada.

—Ellas son nuestras princesas. También vinieron sus amigas.—nos presentó Nani.

Le saludé con un asentamiento de cabeza.

—¿Porqué el castillo está tan vacío?— dijo Jennie.

La miré con curiosidad y volvió a hablar.

—Normalmente está lleno de guardias y habitantes del pueblo.

—La reina fue asesinada— susurró Arel limpiando una lágrima que corría por su mejilla.

Una extraña corriente recorrió mi cuerpo. No la conocí pero era mi madre

—¿Sabes quién fue?— le preguntó Daria.

—No.— murmuró en respuesta.— Pero esto no se quedará así.

The True Queen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora