5. ¿Cómo te llamas, padre?

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Pasé el resto de la tarde encerrada mi nueva habitación.
Tres toques en la puerta llamaron mi atención y caminé para abrirla. Al hacerlo me encontré con Kathy y Eshle agarradas del cabello y mirándose con caras de odio.

—¿Que rayos?— llamé su atención.

—Hola rubia tonta, tenemos que bajar a cenar, todos nos esperan.— anunció Kathy.

—Sobre esto—mi hermana menor señaló su mano agarrando el cabello a Kathy— Esta zanahoria dijo que los hechiceros son más lindos que los lobos.

—Estoy de acuerdo con ella.— dije para molestarla. De repente se lanzó hacia mí y le tiré del cabello.

—¡Espérenme que voy!— gritó Kathy lanzándose hacia nosotras.

Ahí estábamos nosostras tiradas en el suelo delante de mi puerta tirandonos del pelo, lanzando las chanclas al aire, y hasta dándonos mordidas.

—¿Que está pasando aquí?— nos quedamos quietas al escuchar a Dani.

—Es una larga historia.— respondió Kathy restándole importancia.

—¿Se dieron cuenta de que están tan locas como yo?— preguntó Eshle, rompiendo el silencio.

—Literalmente tengo la dignidad en el suelo.— comentó Kathy haciéndonos reír.

—Bueno ya vámonos— dije levantándome.

Al llegar al comedor noté que había una gran mesa en dónde estaban sentados todos y algunos que nunca había visto.

Todos se giraron hacia donde estábamos Eshle, Kathy, Dani y yo.

—Hola.— saludó Eshle mostrando sus dedos indice y el de el medio en un tonto gesto.

Un hombre de mediana edad se levantó y caminó hasta donde estaba mi hermana menor.

—Son como una copia exacta de tu madre.—susurró y por su rostro corrió una lágrima. Entendí que él es mi padre.

—Papá...— murmuré abrazándolo.

Cuando nos separamos caminamos juntos hacia la mesa donde me senté a la derecha de Daria y a la izquierda de Dani.

—Él es mi hermano Keidan.— Jennie presentó a el chico que se encontraba a su izquierda.

Pelinegro, de ojos verdes y cuerpo atlético.

Ryan, Daz y Edmont también estaban ahí. Lo que se me hizo raro.

Un chico apareció en las escaleras y nos observó como evaluando. Cuando se acercó lo pude detallar mejor. Es como una versión masculina de nosotras.

Poco a poco se acercó a la mesa y tomó asiento con una mirada sin emoción.

—La familia casi completa otra vez.—comentó el rey.

—Padre ¿Cómo te llamas? ¿Cómo se llamaba mamá?— le pregunté con timidez.

—Que mala hija.— Eshle se hizo la inocente y negó con la cabeza.

—Tú tampoco sabes.— la acusé— Además no todos los días te dicen que eres adoptada. Mucho menos de esta manera.

—Bueno, me llamo Byron Morrison y su madre se llamaba Endill Carson. Pero siempre prefería que la llamaran con su apellido de matrimonio.— explicó.

—Era una exelente persona— susurró Nani.

—La muerte de Endill y Rowsell enviando a sus demonios dentro de la barrera, me llevaron a tomar una decisión.— papá hizo una pausa— Les asignaré guardaespaldas.

—Guay.— dijo Kathy.

—¿Que especie será el guardaespaldas?— curioseó Jennie.

—"Los". No creo que sea suficiente dejarlas a cargo de una persona.

—Yo puedo cuidar de mi hermana y de Nani.— habló porfin Keidan. No pasé por alto las miradas poco disimuladas que se echaban él y Nani.

—Creí que eras mudo.— le dijo Eshle.

—Solo no hablo demasiado— el giró los ojos.

La cena pasó con risas y comentarios de parte de todos. Mi hermano despareció sin que nadie se diera cuenta. Era alguien misterioso al menos para mí.

—Deben aprender lo suficiente de magia. Sé que pronto cumplirán dieciocho y yo ya no estaré para cuidarlas.— mi padre rompió el silencio.

—¿De qué hablas?— preguntó Daria.

—De que el destino es cruél y no siempre salen las cosas como queremos. Alguna debe ocupar el trono como heredera. Pero no será fácil, les esperan obstáculos.—ninguna entendía a qué se refería.— Sé que están confundida pero el tiempo se encargará de aclarar las cosas.

Esa noche me fui a la cama con la cabeza en las nubes.
En el fondo esperaba despertar y que todo fuera un sueño loco.

Quería volver a vivir las mañanas que me despertaba con Eshle cantando alguna canción de desamor como si hubiese tenido siete divorcios. La verdad es que solo tuvo una pareja y terminaron porque él salió del país. Aún mantenían el contacto pero no era igual.

Pensé en cómo debía afectarle a mis hermanas ésto. Sin duda no fui la única que sufrió. Pero no había más que hacer que crear una nueva realidad.

The True Queen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora